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Continúa el mal balance de Los Angeles Lakers cuando se miden a formaciones que se encuentran en posiciones de playoffs. Los laguneros cayeron frente a Denver Nuggets (119-108) en un encuentro en el que se vio una diferencia significativa entre los dos equipos: la forma física, ésa tan necesaria para llegar a los playoffs y afrontar una serie ante equipos de piernas jóvenes. Los de Colorado, que ganaron la serie de la temporada con 3-1, pasaron por encima de los californianos a base de jugadas de contraataque y dejaron en evidencia las transiciones de los visitantes, que sufrieron ante uno de los planteles más atléticos de la NBA. Sólo en la primera mitad, los locales alcanzaron 23 puntos rápidos por tres de los laguneros, de los que 12 llegaron por medio de 10 clavadas. El cómputo general fue de 33 puntos rápidos para Denver por tres de los Lakers. El balance en la pintura fue demoledor y sacó los colores a los angelinos: 78-50, y es que Kenneth Faried (12 puntos y 10 rebotes), Ty Lawson (22 puntos y ocho asistencias), Wilson Chandler (23 puntos), Andre Iguadola (14 puntos y 12 asistencias), Andre Miller (nueve puntos), Corey Brewer (16 puntos), JaVale Mcgee (siete rebotes) y el resto de los Nuggets fueron demasiado para unos Lakers que no lograron sumar su cuarta victoria al hilo. La velocidad que imprimieron gracias a la gestión rápida de sus posesiones fue determinante, más aún cuando los visitantes sufrieron un sinfín de pérdidas de balón: 15 que permitieron 22 puntos para los Nuggets, de las que 12 fueron en la primera mitad. La mayoría de ellas llegaron por los errores de Kobe Bryant (cuatro pérdidas, 29 puntos y nueve asistencias) y Steve Nash (seis pérdidas, 16 puntos y cinco asistencias). La falta de concentración en jugadas puntuales fue la causa de algunas de esas pérdidas, y es que hay una acción que reflejó esa carencia a la perfección. Dwight Howard (15 puntos y 14 rebotes) dio por pérdida una pelota en el tercer cuarto creyendo que iba a salir por la banda y finalmente acabó en posesión de los Nuggets gracias a la picardía y velocidad de sus jugadores. El centro no tuvo una actuación tan destacada como en partidos anteriores. Se vio superado en la pintura y su contribución ofensiva fue de menos a más; cero rebotes ofensivos de todo el equipo en la primera mitad hablan por sí solos, además de la poca eficacia en los tiros libres (anotó tres sobre 14 intentos) y la permisividad en las intercepciones, que acabaron en canasta de sus rivales. Fue testigo de varios alley oops uno de ellos en los segundos finales del encuentro en el que Faried voló sobre Howard para poner la guinda al pastel del plantel de Colorado. Denver hizo casi todo bien en ambos lados de la cancha. Aunque el balance anotador de los laguneros rondó el 60 por ciento durante buena parte de la cita que acabó en con un balance de 55,1 por ciento. La defensa local se empleó a fondo para frenar el buen hacer de Bryant, que llegaba de anotar 38 y 40 puntos ante Dallas y Portland; así como el resto de sus compañeros. No hubo piernas suficientes en los Lakers para frenar las avanzadas de Denver y la defensa también pagó las consecuencias. El mal hacer desde los 13 pies fue determinante, y es que dejaron escapar 17 tiros libres (14-31) cuando finalmente perdieron por una diferencia de 11 puntos. Los Lakers volverán a Los Ángeles y el jueves se medirán a Minnesota Timberwolves en el Staples Center.
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