LOS ÁNGELES -- Otra vez más, Kobe Bryant se vistió con sus mejores galas para realizar un lavado de cara exprés a unos Los Angeles Lakers que ya llevan demasiadas citas yendo de menos a más. El destino que los dioses del básquetbol dibujan les está haciendo terminar o bien perdiendo in extremis, o alzándose con una victoria de infarto. Así esta siendo el devenir de los laguneros. Flojos en las primeras mitades y capaces de hacer tripas corazón en las segundas. Ante Toronto Raptors, el examen se entregó justo a tiempo gracias a los 41 puntos y 12 asistencias de Kobe, y ya van dos citas al hilo con casi idéntico balance (ante Nueva Orleans Hornets llegó a 42 puntos e igual número de asistencias).
"¿Acaso es una sorpresa?", señaló Steve Nash tras el encuentro. "Es decir, estuvo increíble y honestamente creo que explotar su juego es lo mejor que hemos hecho".
Los tres triples de la Mamba Negra en el último periodo fueron la desembocadura de un río rebosante de aciertos; su clavada final, la guinda a un pastel que les hace saborear los puestos de playoffs gracias a la derrota de Utah Jazz frente a Chicago Bulls.
"Ésta sí que fue dura. Fui irresponsable con la pelota durante todo el partido y tan solo quería estar en una posición para redimirme", argumentó Kobe. Y vaya si lo hizo. Esos tres triples le dieron alas a un equipo que llegó a ir perdiendo de 15 puntos y logró empatar la cita para forzar un tiempo extra. Uno de esos triples estuvo marcado por el desequilibrio y la buena actitud defensiva de Alan Anderson, que no pudo evitar el lanzamiento del lagunero desde más allá del arco.
"Me siento muy cómodo lanzando ese tipo de canastas, tengo confianza para anotar desde 45 pies. Ya hice lo mismo en un triple ganador ante Sacramento", explicó.
El estado de gracia y madurez de Kobe está determinando el sino de los Lakers. El apoyo en su criterio es unánime y la respuesta a tanta confianza, sinónimo de garantía. La clavada que logró sobre Aaron Gray fue tan espectacular como efectiva y determinante en e, resultado.
"Trate de empujar la situación. Sabía que Gray no era el jugador más veloz sobre la cancha. Sabía que iba a tratar de agarrarme. Tan solo tuve que esperar a que se acercara a mí para que poder atacarle y sobrepasarle. Cuando le pase, vi la luz y despegué", relató Kobe ante los medios.
"Fue una victoria enorme. Continuamos enterrándonos en estos agujeros y tenemos que pensar en la manera de remontar para lograr la victoria. Sienta bien poder salir vencedores tras estas remontadas", afirmó.
Kobe acumula una media de 35.8 puntos y 6.8 asistencias en las últimas ocho citas de los Lakers (6-2).
Pero el jugador es la exigencia por antonomasia, y a pesar de su buena actuación, al terminar la cita confesó que la sensación que primaba era la impotencia por haber perdido nueve balones.
"Así soy yo, exigente por naturaleza. Ahora estoy pensando más en todos los balones que he perdido que en lo demás", confesó.