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No culpen de todo a D'Antoni

Mike D'Antoni ha sido una víctima más de las circunstancias de los Lakers. Stephen Dunn/Getty Images

LOS ÁNGELES -- Era algo que ya se veía venir.

Phil Jackson estaba a la mitad de la duela el pasado martes. Tenía el micrófono en su mano y hablaba en la ceremonia donde se retiró el jersey de Shaquille O'Neal ante una arena llena a su máxima capacidad, con aficionados que buscaban recordar los días de gloria en medio del aura de decepción que ha rodeado la actual temporada de los Lakers.

"¡Queremos a Phil! ¡Queremos a Phil! ¡Queremos a Phil!", gritaban los aficionados. El ruido inundó la duela y quizá pudo haber llegado hasta el vestidor de los Lakers, donde el coach Mike D'Antoni daba instrucciones al medio tiempo.

"Él solo ha ganado 58 anillos, ¿por qué no querrían tenerlo?", ironizó D'Antoni al final del partido.

Por más tentador que resulte preguntar "¿Qué hubiera pasado?" al considerar la decisión del equipo de contratar a D'Antoni ese domingo por la noche en noviembre, en lugar de darle a Jackson un fin de semana para que meditara su respuesta, incluso el coach más ganador en la historia de la NBA hubiera enfrentado serios retos con los Lakers esta campaña.

Quizá sea fácil lamentar la ausencia de Jackson, pero no es tan sencillo culpar a D'Antoni por el hecho de que los Lakers están luchando por colarse a los playoffs con poco más de una semana por jugar en la temporada regular, y no que estén peleando con los otros candidatos en la Conferencia Oeste por la ventaja de campo.

Aquí hay cuatro motivos por los cuales D'Antoni no debe terminar como el chivo expiatorio, si es que los Lakers colapsan en la recta final, y un motivo por el cual él debe asumir parte de esa responsabilidad.

POR QUÉ NO CULPAR A D'ANTONI
1. Él no tuvo un campamento de pretemporada.
Piensen lo siguiente: Los Lakers eran un desastre previo a iniciar la campaña con el nuevo personal y un nuevo sistema ofensivo, que pese a tener un campamento previo de un mes, el ex entrenador Mike Brown llevó a los Lakers a un récord de 0-8 en pretemporada y 1-4 en partidos que contaban antes de que perdiera su trabajo.

D'Antoni fue metido a una situación en donde no estaba familiarizado con la mitad del roster, y debió utilizar partidos para encontrar la forma en cómo dividir los minutos entre Earl Clark, Antawn Jamison, Jordan Hill y Devin Ebanks. O entre Ebanks y Jodie Meeks. O entre Meeks, Steve Blake, Chris Duhon y Darius Morris. Tuvo que decidir si prefería a Metta World Peace, Jamison y Clark jugando como ala pívot o como alero. Tuvo que descifrar el juego de Pau Gasol. Tuvo que conocer las personalidades contrastantes de Kobe Bryant y Dwight Howard. Y tuvo que hacer todo eso sobre la marcha, bajo la lupa en uno de los mercados más grandes de la NBA en cuanto a prensa, al mismo tiempo que físicamente no se encontraba al 100, porque se recuperaba de una cirugía en la rodilla.

Algunas veces, se equivocó –el ejemplo más claro, dejar en la banca a Jamison durante varios partidos con cero minutos de actividad- pero también acertó algunas, descubriendo una joya oculta en Clark, quien era considerado como un fracaso en la liga.

2. Las lesiones han sido persistentes.
Cuando D'Antoni tomó el trabajo de los Lakers, creyó que tendría a Steve Nash como su base titular casi de inmediato, luego de que Nash se recuperara de un extraño choque contra Damian Lillard, de Portland. Pero Nash se perdió seis semanas más por una pierna rota.

Luego, Blake estuvo fuera más tiempo por molestias en la ingle y el abdomen. Luego, Howard sufrió un desgarre en el labrum de su hombro derecho en enero, seguido por Gasol, quien perdió actividad por una tendinitis en la rodilla, una conmoción y un desgarre en la fascia plantar.

No olviden que Hill fue sometido a una cirugía en la cadera que lo dejó fuera el resto del año, y que World Peace fue operado de la rodilla y quizá también esté fuera el resto de la campaña. Y está el tobillo muy inflamado de Kobe Bryant. ¡Ah!.. Y Howard viene de una cirugía en la espalda.

"No puedo recordar si es World Peace, o Nash, o Jordan Hill o el pie de Pau", dijo D'Antoni tras mencionar de forma errónea que World Peace tardaría de cuatro a seis semanas en volver, en lugar de usar el estimado de seis semanas proyectado por el equipo. "No puedo acordarme de todas las lesiones que tenemos".

En algo que no sorprende es que D'Antoni le da mérito a la salud como uno de los motivos que ayudaron a la recuperación de Los Ángeles.

"Pienso que el mayor cambio es que Dwight está más sano", afirmó D'Antoni. "Eso y que Pau también está más sano, se ha recuperado. Sé que tiene algunas molestias, pero atravesó un periodo en donde se sentía bien y jugaba bien. Una vez que tuvimos a esos dos jugadores recuperados, las cosas mejoraron. Al menos recuperamos a uno de los Steves, luego tuvimos a dos de ellos de vuelta y eso ayudó."

3. No pudo intervenir en el roster y el staff de entrenadores.
Con la excepción de que pudo traer a su hermano Dan D'Antoni como asistente, Mike D'Antoni recibió el caos que dejó Brown y, junto al gerente general Mitch Kupchak y el vicepresidente Jim Buss, tuvo la consigna de arreglarlo.

No pudo traer a jugadores diseñados para la forma en cómo le gusta dirigir a su equipo –los Lakers ni siquiera trajeron a un décimo quinto elemento para llegar el hueco en el roster cuando Darius Johnson-Odom fue cortado.

Trajeron a Eddie Jordan para ejecutar la "Ofensiva Princeton", no las series de D'Antoni. Chuck Person fue traido por Jackson. Steve Clifford, Bernie Bickerstaff, Darvin Ham y Phil Handy llegaron con Brown. D'Antoni tuvo que cocinar el platillo sin poder elegir los ingredientes o su equipo en la cocina.

4. Debe recibir crédito porque instigó a la reunión que modificó las cosas.
Los Lakers enfrentaron a los Memphis Grizzlies el viernes. La última vez que los habían enfrentado, a finales de enero, los Lakers perdieron y tocaron fondo con récord de 17-25. Su peor marca abajo de .500 en toda la temporada. Pero antes de esa derrota ante Memphis, D'Antoni decidió que había visto suficiente y convocó una junta en la práctica matutina, para ventilar todas las frustraciones.

"Habíamos charlado un poco del tema con el staff de entrenadores", le confesó D'Antoni a ESPNLosAngeles.com. "Es más o menos cómo se siente tu instinto, cómo lo enfrentas y dices algo como '¿saben?, no nos vamos de aquí sin que ocurra algo'".

"Ése fue el momento determinante. Pudo hundir la nave o enderezarla. Creo que debíamos tocar fondo antes de que pudiéramos iniciar el ascenso.

"Llegó a un punto de que era muy malo, en el sentido de que 'no podemos salir del vestidor sin arreglar esto'. Intentas masajearlo, intentas pensar que se arreglará solo. Pero sentimos que no, que debíamos sacarlo".

Desde entonces, los Lakers tienen marca de 23-12 (.657).

Jackson decía que todo cambia con un mínimo detalle; bueno, D'Antoni ya aportó el mínimo detalle.

POR QUÉ PODEMOS CULPAR A D'ANTONI
1. D'Antoni llegó con la visión equivocada.
¿Recuerdan esta frase de la conferencia donde D'Antoni fue presentado?

"Le dije al equipo que si no promediamos 110-115 puntos por partido, debemos hablar", dijo D'Antoni. "Es nuestra meta, debe ser alcanzada fácilmente."

D'Antoni intentaba, desde un inicio, meter un cubo en un espacio para una esfera. Los Lakers no eran los Phoenix Suns Segunda Parte y nunca iban a serlo. Nash tiene 39 años, y no es aquél dos veces Jugador Más Valioso. El resto del roster no está diseñado para correr y tirar.

Si van a culpar a D'Antoni, que sea porque tardó demasiado en darse cuenta de eso. Pero, al mismo tiempo, elógienlo porque al fin lo hizo.

"Tuvimos que ajustar demasiado", señaló D'Antoni. "No estamos ejecutando nada de lo que normalmente yo haría. Pero siento que hacemos lo mejor para que el equipo gane ahorita, y estoy conforme con eso. Siento que todos, en cada uno de los roles, debe preguntar, '¿Qué necesita este equipo para ganar?' No puedo ser egoísta y obligarlos a que no lo sean. No es justo. Pero descubrir qué era tomó tiempo, y ya llegamos a un buen balance de qué necesitamos hacer".

No ha sido perfecto –de hecho, a veces era espantoso- pero D'Antoni finalmente tiene a los Lakers en el camino correcto.

"Cada coach tiene retos y obstáculos", señaló D'Antoni. "Intentábamos tener a los jugadores en la misma página y que aceptaran roles –aceptar personalidades y roles. Debemos trabajar en eso, y creo que estamos en un buen lugar mentalmente, hemos trabajado pese a las lesiones. Desde enero, cuando tuvimos esa discusión, hemos jugado con una efectividad alrededor del 68 por ciento. Lástima que no empezó antes, pero quizá no hubiéramos llegado a ese punto si no hubiéramos pasado por nuestros problemas. Pero, de nuevo, esta temporada es decepcionante para todos. Esperábamos estar mejor, tener más y no ocurrió, pero aún controlamos nuestro destino y veremos qué podemos hacer.

"Lo más importante es aceptar quiénes somos y eso es lo que debemos hacer".