ESPN Los Angeles
Rigo Cervantez 11y

Dodgers gana a garrotazo limpio

LOS ÁNGELES -- Los Dodgers de Los Angeles improvisaron este lunes, en Chávez Ravine, una Feria de Cuadrangulares, disparando 6 batazos de vuelta entera, incluyendo 3 que se acreditó a su cuenta personal el antesalista dominicano Juan Uribe, para conducir al equipo de Don Mattingly a un triunfo de 8-1 sobre los Diamondbacks de Arizona.

Los Dodgers disparaban el mayor número de bambinazos en un juego desde el 18 de septiembre de 2006, cuando conectaran 7 frente a los Padres de San Diego, mientras que Uribe sumaba 3 batazos de cuatro esquinas, en un solo juego, por primera vez en su carrera.

Los de Chávez Ravine redujeron a 8 su número mágico para coronarse como campeones en su división.

"Me emocioné, porque para mí, eso es algo muy grande, cuando los fanáticos de piden que salgas a recibir los aplausos", dijo Uribe, al hablar de la entrega del público, luego de su tercer bambinazo.

"Yo me sentí muy bien y gracias a Dios que pude ofrecer una actuación importante, de esas que uno nunca olvida", agregó un emocionado Uribe en medio de los reflectores, de cámaras y grabadoras, como nunca había visto en sus tres temporadas con los Dodgers.

Hasta ese batazo al cuadro, en su cuarto turno al bate, un hit impulsador de una carrera, que rompía su racha de batazos que se iban para la calle, le supo a gloria.

"Me sentí contento porque pude dar un hit e impulsé una carrera y eso es lo importante, porque no siempre que uno tiene u turno al bate, es que va a sacar la bola del parque", dijo Juan Uribe, que terminó la noche con 4 hits en 4 turnos y 4 carreras empujadas.

"Me da mucho gusto por Juan, porque él siempre ha sido muy valioso para nosotros, con su guante y este año llegó en gran forma y su bateo ha sido muy productivo. Pero lo mejor de él, es el compañerismo y el buen ambiente que produce en el vestidor. Eso lo demostró desde la temporada pasada, cuando Luis Cruz se convirtió en la sensación, en el favorito del público y le quitó el puesto, Juan demostró ser un magnífico compañero", lo elogió el manager Don Mattingly.

Mientras tanto, Ricky Nolasco (13-9), que trabajó durante 6 capítulos y 2 tercios, diseminando 3 imparables y permitiendo una carrera, que fue inmerecida, volvió a lucir en el montículo, ponchando a 6 bateadores.

En sus 12 salidas a la loma desde que se vistió de azul, tiene marca de 8-1 y efectividad de 2.07.

"La gran diferencia, es que ahora estoy lanzando para un gran equipo", destacó Nolasco, sobre la gran mejoría que ha mostrado desde que llegara a Los Angeles, procedente de Miami, el pasado 6 de julio.

"Con los Dodgers, siento que en cada lanzamiento, hay mucho más en juego, porque estamos en una carrera por el pendón de nuestra división y eso te obliga a dar lo mejor", agregó Carlos Enrique, quien disfruta, además, cada salida en Dodger Stadium, cobijado por centenares de familiares y amigos.

El perdedor fue Randall Delgado (4-6), solo aguantó 2 entradas y 2 tercios, porque el bateo largo de los Dodgers lo trituró, al conectarle 7 hits, 5 de ellos, extrabases, para un total de 5 carreras.

A PALO LIMPIO

Por cuarta vez en la temporada, los Dodgers explotaron con cuadrangulares consecutivos. La última vez había ocurrido el pasado 30 de agosto, frente a los Padres de San Diego.

Esta vez sucedió en la segunda entrada, cuando Andre Ethier disparó su duodécimo de la campaña, por el tablado del bosque derecho, para ser imitado por Juán Uribe, quien la botó por la cerca izquierda, en lo que fue su octavo bambinazo del año.

En el tercer acto, el festín de bateo de poder para los dueños de casa continuaba, y en esta oportunidad era Adrián González quien la ponía en órbita, despachándose con su vigésimo batazo de cuatro esquinas por el pabellón izquierdo, que encontró en los senderos a Hanley Ramírez.

Luego vino Juan Uribe para repetir plato, volviendo a desaparecerla por el cerco de la pradera izquierda.

Fue la décima noche con doble vuelacercas para el tercera base dominicano en su carrera. Su más reciente juego con doble cuadrangular había tenido lugar el 23 de septiembre de 2010, en el Wrigley Field de Chicago.

Los de Arizona se hicieron presentes en la pizarra, con el batazo de dos esquinas de Didi Gregorius, que permitió anotar desde la intermedia a Martín Prado, en la quinta entrada.

La carrera fue sucia, ya que Prado había llegado a la segunda base con un error de Juan Uribe.

Sin embargo, en el cierre del mismo episodio, Hanley Ramírez se unía al festival del cuadrangular, al disparar su décimo octavo de la temporada, con las bases limpias.

Pero enseguida vino Juan Uribe y sacó su tercer bambinazo de la noche. Fue la primera vez que un jugador de los Dodgers dispara tres cuadrangulares en un mismo juego desde que Andre Ethier lo hiciera el 26 de junio de 2009, también en Dodgers Stadium, frente a los Marineros de Seattle.

En el séptimo acto, Uribe vió cortada su racha, la de los cuadrangulares, al conectar un infield hit por tercera, que trajo a Hanley Ramírez al plato, con la octava anotación de la noche para los de Chávez Ravine.

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