LOS ÁNGELES -- Algo está cambiando en la ciudad de Los Ángeles. Por si había dudas de la pretensión de Los Angeles Clippers a darle un vuelco a la historia y ser el equipo número uno en L.A. el encuentro ante los Lakers las disipó sobremanera. La diferencia de 36 puntos fue la más abultada de las victorias que los Clippers le han propinado a sus rivales. De esa manera se superó la marca anterior de 31 puntos de margen logrados en 1992.
Aunque parezca mentira, los Clippers lograron la gesta sin echar en falta a Chris Paul. La presencia del armador (baja durante seis semanas por una lesión en el hombro derecho) tan solo hubiera servido para ampliar la agonía de unos Lakers inmersos en una profunda crisis.
A los pupilos de Doc Rivers les bastó con el regreso de J.J. Redick (19 puntos), con un Blake Griffin inconmensurable que vive un estado de gracia absoluta (33 puntos, 12 rebotes, cuatro asistencias y un juego tan espectacular que es difícil no rendirse a sus pies), con un Darren Collison que convirtió 19 puntos, un sólido DeAndre Jordan (13 puntos y 10 rebotes) y el resto de un equipo que se empeñó no solo en ningunear a sus vecinos a base de buen juego, sino en caminar con paso firme hacia la postemporada de una liga en la que quieren ser merecidos protagonistas.
"Nos concentramos en ser un mejor equipo", afirmó Doc Rivers al concluir la cita. "De eso es de lo que hablo con los chicos, no de los otros equipos o los dilemas de los contrarios. Nuestro trabajo es el de mejorar cada día para que cuando llegue el final de la temporada seamos un mejor equipo. Noches como la de hoy son una alegría", apuntó el coach.
La alegría llegó comenzó a dibujarse con un comienzo arrollador en el primer cuarto, en el que los Clippers ya mostraron los colmillos a un rival que vio cómo les anotaban 43 puntos que encarrilaron la cita. El remate llegó en el tercer periodo (31-8).
"Jugamos bien, presionamos sus salidas y creo que eso cambio el partido", continuó Doc. "Creo que en los primeros cinco minutos, los dos equipos tuvimos altibajos. A partir de ahí, nuestra presión cambió el partido".
El genio y figura del encuentro fue Griffin, que volvió a dejar su sello con jugadas de libro que sirvieron para vengar la derrota en el primer partido de la temporada ante los Lakers, algo que fue un espejismo después de la abrumadora victoria del viernes.
"No es que haya sido hace mucho tiempo", comentó sobre la cita anterior. "Ahora los dos equipos están en posiciones diferentes, pero sí nos acordamos de eso en este juego. En aquel partido nos metieron 14 triples, su banca nos anotó 76 puntos. No jugamos bien y eso nos ayudó a concentrarnos más y no llegar a este juego relajados", afirmó la estrella, quien también mencionó que no fue casualidad la energía inicial para agarrar ventaja.
"Hablamos de ello después del último partido", apuntó. "Comenzamos bien ante Boston pero al final les dejamos que se volvieran a meter en el partido. Esta noche se trataba de ejecutar bien nuestro plan defensivo y ofensivo, e hicimos un gran trabajo", afirmó.
Y en esa ejecución tuvo mucho que ver Redick, que regresó a las canchas como titular luego de cinco semanas de baja y dejó muy buenas sensaciones con una efectividad de 8-15 en tiros de campo.
"Me sorprendió ser titular", confesó. "Sabía que estaba en buena forma. Trabajé duro durante la semana y me sentí confiado".
Los Clippers se colocan con un récord de 26-13 y se mantienen como el cuarto mejor plantel de la Conferencia Oeste. El próximo compromiso será el próximo miércoles ante Dallas Mavericks en el Staples Center.