LOS ÁNGELES -- El encuentro entre Los Angeles Clippers y Dallas Mavericks (129-127 a favor de los californianos) fue de locos, de infarto, de auténtico delirio y de un frenesí deportivo capaz de cautivar hasta al menos aficionado al básquetbol. Definan a este juego como deseen, porque en definitiva se trató de un partidazo con mayúsculas, es decir, PARTIDAZO.
"Qué lucha defensiva, ¿eh? 129-127 sin tiempo extra", esgrimió Doc Rivers en su primera intervención durante la rueda de prensa. "Lo que les he dicho a los chicos ahora ha sido, 'no es el juego que planeas, pero sí el que ganas, y habéis encontrado la manera de vencer el partido'. Nos desmotivamos cada vez que nos anotaban y perdimos la concentración. Pero cambiamos las alineaciones, le dimos la vuelta a todo, encontramos el camino y los chicos sacaron el partido adelante. Estoy muy orgullosos de ellos", señaló.
Resumamos. Del equilibrio inicial en el primer cuarto (32-30 a favor de Dallas) se pasó al ligero desequilibrio en el segundo (42-30 a favor de Clippers), y de ahí al comienzo de la vuelta de tuerca en el tercero (36-28 a favor de Mavs) y a la exaltación de un cuarto periodo igualado (empate a 29), pero marcado por la heroica.
Deshilemos. Después de que los Clippers adoptaran una ventaja de 10 puntos en el descanso gracias a la finura en los lanzamientos de JJ Redick (33 puntos), a la solidez creciente de Blake Griffin (23 puntos, ocho asistencias y siete rebotes), al acierto defensivo de DeAndre Jordan (13 rebotes) y los primeros coletazos de Matt Barnes (25 puntos y siete rebotes) desde la banca; tras el intermedio, Dallas optó por emplearse a fondo de la mano de Dirk Nowitzki (27 puntos y ocho rebotes), José Calderón (16 puntos), Monta Ellis (13 puntos y 13 asistencias) y Samuel Dalembert (20 puntos y siete rebotes) .
Los visitantes remontaron e incluso fueron más allá al reducir una máxima ventaja de los Clippers de 12 puntos (con racha de 11-0 incluida) y convertirla en una ventaja texana de 17 puntos a falta de poco menos de cinco minutos para la bocina final. Para ello, lograron sacar una diferencia de 29 puntos en casi 18 minutos. Hasta el momento la historia parecía prácticamente definida cuando el luminoso marcaba 106-123 a favor de Mavs, a falta de 4.49 minutos.
"En aquel momento necesitábamos frenarles, lo conseguimos, cambiamos las marcas, algo que nunca hacemos, y nos fue bien. Mi asistente me decía: 'probemos esto, hagamos lo otro'. Llegó un momento en el que le decía a todo que sí, porque nada estaba funcionando", declaró Rivers, que llegó a colocar a Redick como marca de Nowitzki en una jugada.
Entonces el abusivo básquetbol de Clippers volvió a salir a escena y no existió la palabra piedad cuando en menos de cinco minutos lograron un balance de 23-4 para que lograran su cuarta victoria al hilo y la sexta en siete juegos.
"No puedo explicar este partido", continuó el coach de los Clippers. "Fue uno de esos juegos en los que tiras todo por el desagüe de la cocina y pruebas de todo. Convertimos lanzamientos y al final logramos lo suficiente para ganar", apuntó.
Y en medio de la jungla de anotaciones hubo un hombre que brilló sobre el resto. Redick anotó 33 puntos (10/14 en tiros de campo; 7/9 triples) y no le tembló el pulso cuando convirtió un lanzamiento de tres a falta de 34 segundos que alentó la remontada (Clippers se pusieron a un solo punto de sus rivales). Y todo ello recién recuperado de una fractura en la muñeca.
"Me encuentro cómodo jugando. No estaría ahí si no estuviera convencido de que mi cardio, mis habilidades y mi muñeca están bien. Me ayudó que entraran los lanzamientos desde temprano. Seguí afinado en el segundo cuarto. Fue una combinación de muchas cosas, el jugar con energía y el que salieran algunas jugadas locas. Fue una noche salvaje", afirmó el jugador.
Los Clippers encararán la gira de los Grammy de siete juegos en la carretera con el buen sabor de boca de la victoria ante los Mavs.
"Sienta bien. Es algo de lo que hablamos en el vestuario. Tenemos un viaje muy largo por delante. El hecho de lograr una victoria como esta hace que comencemos con buen pie", comentó Darren Collison (13 puntos y 10 asistencias).