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LOS ÁNGELES -- A Mike D´Antoni le está pasando factura la difícil temporada que está teniendo en su segundo año en Los Angeles Lakers. Aunque su actitud siempre es cordial con la prensa, se percibe cierto desánimo cuando se planta delante de los micrófonos. Su voz estuvo quebrada justo antes de la cita ante Indiana Pacers del martes pasado y después de una gira de siete partidos en los que tan solo logró dos victorias. Obviamente no corren buenos tiempos para D´Antoni, que no ha podido evitar la caída libre de un plantel mermado por las lesiones que acumula 17 derrotas en los últimos 20 encuentros. Las críticas le han perseguido desde el momento en que ocupó el cargo para sustituir a Mike Brown. A la afición siempre le pareció que su presencia en la franquicia fue metida con calzador después de que la directiva desestimara la que parecía una opción de más envergadura: Phil Jackson. El exentrenador de los Lakers quedó afectado tras la decisión de la familia Buss y Mitch Kupchak, mientras que su nombre sonaba con fuerza desde la grada en los primeros encuentros que dirigió D´Antoni. El 'We want Phil' se convirtió casi en un himno en varios sectores del Staples Center y los complejos penetraban en el corazón de D´Antoni mientras trataba de poner buena cara al mal tiempo. Tampoco se doblegó ante los malentendidos con Pau Gasol (al que dejó en el banquillo en varias citas del año pasado) y Dwight Howard (quien nunca se sintió a gusto en su sistema). Ni siquiera cuando se le achacó la imposibilidad de gobernar a un Kobe Bryant cuyas ansias de victoria le llevaron a jugar más minutos de los que su tendón de Aquiles pudo aguantar. ¿Qué coach puede gobernar a la Mamba Negra? Pero su voz se desvaneció la semana pasada y sus ánimos parecen más tocados que nunca. A D´Antoni no le gustaron nada las declaraciones de un Magic Johnson que desnudó y aireó las carencias del coach de los Lakers. "No puedo soportar ver a los Lakers jugar porque siempre les hacen la misma jugada: 'pick and roll' y el escolta entra para hacer una bandeja. Llevamos 40 partidos esta temporada y los equipos siempre hacen lo mismo. No los hemos parado todavía", afirmó en el programa de Jay Leno. D´Antoni se negó a comentar las palabras de Magic, pero no pudo esconder el rostro de quien recibe una dolorosa puñalada en el orgullo. El coach ha tenido los ánimos más controlados durante los días previos a la cita ante Charlotte Bobcats, pero se percibe una cierta sensación de desaliento en su carácter. Sin embargo, a pesar de la tormenta deportiva en la que se encuentra, D´Antoni trata de apegarse a un positivismo insuficiente. "Está siendo un año difícil", confesó por enésima vez antes del juego ante Bobcats. "Los los jugadores siempre quieren mejorar para avanzar en sus carreras o consolidarse. Tienen voluntad y hacen lo que pide el coach, están haciendo todo lo posible para ganar y mejorar como jugadores. Se disfruta viniendo a trabajar porque te rodeas de buena gente. Mientras lo sigamos intentando y queramos mejorar es satisfactorio como coach", afirmó. Aunque D´Antoni siempre esté capacitado para encontrar el lado positivo a las situaciones más complejas, lo cierto es que la suya es una historia cuya conclusión podría estar más cerca de lo que él mismo imagina.
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