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Momentos que Gasol no olvidará

Una vez Laker, ¿siempre un Laker? No parece ser así, y Pau Gasol parece encaminado a salir de Los Ángeles AP Photo/Damian Dovarganes

LOS ÁNGELES -- Un futuro cuestionado de forma permanente curte hasta al profesional más comedido y el caso de Pau Gasol no podía ser menos. Los constantes rumores de los últimos años han colocado al internacional español en la puerta de salida de Los Angeles Lakers en varias ocasiones, pero nunca antes su adiós había estado tan cerca como el de ahora.

Gasol finaliza contrato este verano y todo lo que le envuelve suena a despedida: sus publicaciones en redes sociales, su actitud con los periodistas, hasta el tímido homenaje que recibió en el Staples Center el domingo, compuesto por una corta aparición en la pantalla gigante durante el último cuarto ante Memphis Grizzlies, aderezada por los aplausos del respetable.

Se trata de la primera ocasión en la que se convertirá en agente libre en sus 13 temporadas en la NBA y aunque su probada fidelidad púrpura y oro siga vigente, sus deseos de competir por un anillo en el que podría ser el último gran contrato de su carrera le llevarán a escuchar ofertas y, por qué no, cambiar de aires.

No pudo participar en los últimos ocho encuentros de su equipo debido a ataques de vértigo. El último partido que jugó ante su afición fue el disputado el uno de abril ante Portland Trail Blazers. Aquella pudo tratarse de la última cita de seis años y medio de estadía en Los Ángeles, un tiempo en el que Gasol ha sonreído hasta la saciedad gracias a muchos momentos que quedarán grabados en su memoria de por vida. Repasemos algunos de ellos.

SU FICHAJE POR LOS LAKERS

Fue catalogado por el propio Gasol como el momento más feliz de su estadía en la franquicia cuando los rumores sobre su salida ganaron en intensidad poco antes de la ventana de febrero.

Arribó al equipo que le haría doble campeón de la NBA envuelto en un halo de niño grande, era febrero de 2008 y de la noche a la mañana tuvo que despedirse de una ciudad y una franquicia como Memphis Grizzlies en la que había pegado su estirón deportivo. Allí se erigió como Novato del Año en 2002 y allí se le comenzó a respetar.

Pau llegó acompañado de una primera ronda de draft, mientras que Memphis Grizzlies recibió a Kwame Brown, Javaris Crittenton, Aaron Mackie, los derechos de Marc Gasol y dos rondas de draft.

Aquel año se convirtió en el primer español en disputar unas Finales de la NBA, pero no pudo erigirse campeón después de que los Lakers fueran superados por Boston Celtics. Sin embargo sus éxitos no tardarían en llegar.

LA GLORIA DE DOS ANILLOS

La relación de Gasol con críticos y aficionados a la NBA siempre fue de amor-odio. Fue adorado por muchos gracias a su presencia ofensiva de reversos rápidos y penetraciones sin complejos solventando muros de contención, asistencias sin mirar o alley oops brillantes; pero también fue defenestrado por otros que clamaban a los cuatro vientos su blandura defensiva. Sin embargo, Gasol supo brillar y aportar para que los Lakers se hicieran con el campeonato en 2009 y 2010.

La primera gloria la tocó en las Finales ante Orlando Magic (4-1) en una campaña en la fue All Star por segunda vez en su carrera, Jugador del Mes en el Oeste (febrero) y en la que promedió 18.9 puntos, 9.6 rebotes, 3.5 asistencias y un bloqueo por juego. En aquella exultante celebración lejos de Los Ángeles, Pau cumplió un sueño que repetiría en 2010.

Aquella fue la final de la revancha contra un eterno rival como Boston Celtics, que fueron capaces de amargar el dulce de las Finales de 2008 a Gasol y los Lakers. Vencieron 4-3 con un último juego en el Staples Center que guardó altas dosis de éxtasis por partida doble.


PRIMER PARTIDO CONTRA MARC

Gasol también guarda un grato recuerdo del primer enfrentamiento contra su hermano Marc, quien recaló en la NBA después de brillar en la ACB española. Los Grizzies tenían los derechos del menor de los Gasol y ambos se vieron las caras en la que fue la casa de Pau durante casi siete años. Ambos jugadores guardan un grato recuerdo de aquel enfrentamiento que marcará un hito en la historia del básquetbol español al tratarse de la primera ocasión en la que dos hermanos ibéricos se ven las caras en la NBA. La veteranía se impuso en el primero de muchos duelos. Pau convirtió 15 puntos, siete rebotes y seis asistencias; Marc, logró ocho puntos, siete rebotes y dos asistencias.


RENOVACIÓN CON LAKERS

Se trató de un salto profesional para Pau, que renovó por tres años y 64.7 millones de dólares el 24 de diciembre de 2009, durante el periodo en entre-anillos. Aquel contrato confirmó la importancia del jugador en una franquicia que apostaba por él a largo plazo.

Aquel año Pau siguió encumbrando su figura gracias a su tercera aparición en el Juego de las Estrellas y a unos números de lujo (18.3 ppj, 11.3 rpj, 3.4 apj y 1.7 bloqueos).


AMISTAD CON BRYANT

Tanto Kobe como Pau hablan de hermandad más que de amistad cuando definen su relación. Fue de menos a más y los éxitos de los laguneros fueron clave para que ambos sellaran su fidelidad mutua. Tal y como el propio Kobe relata, en Pau encontró aun tipo "humilde, inteligente, equilibrado en sus acciones, y sabio en su forma de entender"; a un "jugador elegante pero a la vez duro".

Y es que si hay un defensor acérrimo de Pau, ése es Bryant. Su mano en la gerencia y la influencia del jugador franquicia de los Lakers ha sido clave para que Pau continúe en Los Ángeles. La predilección del uno con el otro es innegable y su relación se extiende más allá de las canchas.

Ambos jugadores se encuentran en el ocaso de sus carreras. Aunque mientras Kobe renovó por dos años más (48.5 millones de dólares), el futuro de Pau es más incierto que nunca. Su continuidad en la franquicia depende de la reconstrucción que Mitch Kupchak y los propietarios, Jeanie Buss y Jim Buss sean capaces de llevar a cabo. Si se decidiera contar con Gasol, el propio jugador tendría que valorar otras ofertas y las capacidades reales de los nuevos Lakers. La bajada salarial sería una realidad y habría que comprobar la capacidad de sacrificio de un Pau al que todavía le queda mucho que decir sobre la duela.