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LOS ÁNGELES -- Dicen que un tropezón no es caída y el lunes Los Angeles Clippers lo dejaron bien en claro. El conjunto dirigido por Doc Rivers se anotó una victoria por 40 puntos y le dejó la moral golpeada a los Golden State Warriors. El trámite fue una verdadera paliza y tuvo todos los ingredientes del potencial que han sabido exponer los angelinos durante pasajes de la temporada, particularmente en los confines del STAPLES Center. Los de rojo, blanco y azul no dejaron dudas, se encargaron de erradicar los errores mentales del primer juego y le subieron un par de niveles a su intensidad en ambos lados de la cancha. Sin dudas es algo que son capaces de hacer, y de mantenerlo los visitantes tendrán pocas chances de avanzar. "Me gusta como encaramos el partido y salimos y jugamos de la manera correcta esta noche en ambos lados de la cancha", indicó Rivers. La actuación fue casi perfecta, evidenciado por el 57.1 por ciento desde el campo, 45.5 en triples y 90.1 (28-31) en tiros libres. La banca aportó 46 puntos e hizo que los Warriors nunca tuvieran chance de reinsertarse en el juego. Danny Granger y Hedo Turkoglu sacaron a relucir sus versiones circa 2009 y el resto fue historia. El ex alero de Indiana Pacers explicó la mentalidad. "Nos enfocamos en jugar con más intensidad", aseguró. Darren Collison dijo que recuperaron la identidad. "Fuimos más como nosotros", indicó. "Jugamos nuestro estilo defensívamente y ofensivamente". La pauta la marcó Griffin, al ritmo de 35 puntos en 30 minutos. Lo más importante: cero faltas. "Pareció que no me necesitó", dijo Chris Paul. "Vieron esta noche lo dominante que es. Cuando jugamos con esa fuerza es difícil marcarnos". El delantero opinó que la agresividad fue lo que los mantuvo sin problemas de faltas. "Fuimos agresivos en defensa pero muchas veces cuando juegas agresivo te alejas de los problemas de faltas", avisó. Griffin también agradeció el apoyo y la confianza que le han depositado. "Significa mucho", confesó. "Lo crean o no todos los jugadores NBA lidian con problemas de confianza y antes de cada juego escuchar a CP3, a Jamal [Crawford], a DJ [DeAndre Jordan], Matt [Barnes], Darren [Collison] y a todos los entrenadores decirme que vaya y ataque es algo que construye confianza, aún cuando estoy fallando tiros". CP3 también hizo hincapié en la actitud. "Mostramos toda la temporada que nos recuperamos bien", señaló. "Mostramos lo que somos capaces cuando jugamos juntos". Los Clippers nunca sacaron el pie del acelerador, y aunque Mark Jackson dijo que no lo vio como una falta de respeto, pareció por momentos que el objetivo era enviar un mensaje. "Les dije antes del partido que jueguen hasta la línea de meta sin importar el resultado", contó Rivers. Luego del juego el mensaje fue de calma, sabiendo que el negocio por ahora lo están haciendo los Warriors y que lo que se viene no será fácil. "Cuando estás en la carretera, especialmente allí, no esperas ver nada de rojo en la grada", dijo Paul. "Fue emocionante jugar en Navidad ahí y Matt jugó para ellos y nos ha contado a todos lo emocionante y ruidoso que será". Después de todo, la serie está solamente empatada. "Hay una regla en la NBA", dijo Granger. "Nunca te emocionas demasiado luego de una victoria ni te deprimes luego de una derrota. Es solo un juego. Por más que hayamos ganado el juego por muchos puntos, igual sigue siendo un juego. Esos puntos no se transfieren al próximo".
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