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Pagan caro sus errores

LOS ÁNGELES -- Pareciera que $238 millones no le alcanzaron a Los Angeles Dodgers para comprar una defensiva confiable.

Los angelinos acumulan 23 errores en 21 partidos (marca más alta de la Gran Carpa) y el martes cayeron derrotados precisamente por un infortunio de esa índole.

En la parte alta de la décima entrada el panameño Carlos Ruiz conectó un elevado de rutina entre la tercera base y el jardín izquierdo pero llegó a salvo en la inicial gracias a una increíble falla entre Hanley Ramirez y Carl Crawford.

El receptor eventualmente anotó la carrera ganadora tras un doblete del jardinero Domonic Brown.

Crawford describió la situacion.

“Los dos fuimos por la bola”, apuntó. “No pensé que era claramente mi bola. Fue una larga carrera para mí pero igual llegué pero no la agarré. Ninguno de los dos la pidió”.

Don Mattingly confesó que las fallas en el fildeo se están convirtiendo en un problema serio.

“La parte defensiva se ha convertido en una frustración para nosotros”, dijo. “Lo hemos hablado antes de los juegos y tenemos que ser mejores. Ha habido un número de bolas que deberíamos haber atrapado”.

El mánager, bastante fastidiado, dejó en claro que en esas jugadas no hay excusas válidas.

“Es una bola que tenemos que atrapar”, opinó. “No importa que pasó a esta altura. Es así de simple, es un elevado”.

Mattingly agregó que si bien no siempre definen partidos, esos errores suelen tener su precio.

“Siempre te cuesta algo”, apuntó. “Más picheos, usar más jugadores desde el bullpen... siempre te cuesta algo. Para llegar donde queremos llegar no puede continuar”.

Los deslices los hacen quedar aún más en evidencia ahora que los bates no están produciendo como se podría esperar.

Los Dodgers anotaron más de dos carreras en solo 2 de sus últimos 8 juegos, y en esa seguidilla su récord ha sido de 4-4.

“Es difícil porque no estamos bateando como quisiéramos y la defensa es algo que tenemos que hacer todos los días para ayudar a los lanzadores”, reconoció Crawford. “Definitivamente lo hace verse más obvio”.

Un Ramírez bastante más solemne de lo común repitió que deben ser mejores.

“Tenemos que seguir trabajando”, dijo. “Nuestros píchers lo están haciendo bien y cometimos un error mental. Es algo que estamos atravesando”.

La temporada es joven pero este tipo de desatenciones suelen ser las que definen partidos en la postemporada, y si se trata de corregirlas, cuanto antes, mejor.