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Se apagan los bates de Angelinos

ANAHEIM -- Los Angelinos de Los Ángeles volvieron a sufrir el pitcheo de los Orioles de Baltimore y cayeron en días consecutivos por primera vez en más de un mes.

Hay que remontarse hasta el 15 y 16 de junio (ante Bravos de Atlanta e Indios de Cleveland) para encontrar la última seguidilla de reveses. Por si fuera poco, los serafines no perdían una serie en casa desde principios de mayo. En aquella ocasión fueron los Yankees de Nueva York quienes les arrebataron dos de tres en Anaheim.

La razón principal volvió a ser una sorpresiva anemia ofensiva. Miguel González estuvo a un pitcheo de completar 8.0 sin carreras antes de que Mike Trout le conectara un vuelacercas en la parte baja del octavo episodio. Eso hizo poco para empañar la noche del mexicano, que en total permitió solo tres inatrapables en 7.2 innings de trabajo.

"No quedan dudas que [Bud] Norris y González lanzaron bien pero hemos enfrentados grandes lanzadores en esta racha y nos ha ido bien", explicó Mike Scioscia. "No estamos muy sincronizados ofensivamente".

Los rojiblancos generaron muy poca ofensiva, y solo siete corredores llegaron a base, tres de ellos producto de pasaportes de González (5-5).

"Volvimos a poner la bola en juego duro de nuevo, más de lo que mostrará el marcador", dijo el timonel. "El lunes Norris no cometió demasiados errores con corredores en base. No siempre encontrarás un hueco y nos pasó estas últimas dos noches".

Pese a eso el marcador no se quebró hasta la sexta entrada, en gran parte gracias al trabajo de Héctor Santiago. El boricua, quien lanzó desde el bullpen el viernes ante los Marieros de Seattle, también debió dejar un resfrío atrás antes de completar cinco capítulos inmaculados.

"Está con solo tres días de descanso tras lanzar en la serie con Seattle", recalcó Scioscia. "Estaba un poco enfermo pero realmente fue una actuación valiente. Caminó a un par de bateadores y eso le costó 12 o 15 pitcheos que lo podrían haber ayudado a lanzar uno más, pero haber colgado cinco ceros fue una buena actuación. En cualquier otra noche hubiéramos estado con tratando de mantener una ventaja".

El zurdo reconoció el cansancio (no pudo correr desde el viernes) pero aseguró que estaba en condiciones de salir al montículo.

"Estaba un poco fatigado", dijo. "Me sentía normal, pero el primer inning fue duro tras estar enfermo los últimos días. Luego traté de mantenerme y controlar para hacer cuatro o cinco innings. Estoy feliz de haber podido mantenernos en el juego, porque nuestro bullpen ha sido sólido. Estos muchachos hacen el trabajo todos los días".

El bullpen, uno de los puntos fuertes del equipo, fue el villano el martes por la noche.

Mike Morin, de los mejores del equipo, acabó permitiendo tres carreras y se adjudicó la derrota.

"Dejó una recta en el corazón del plato que Hardy mandó al jardín", dijo el timonel. "Hasta ahí con Adam Jones y Nelson Cruz había hecho un gran trabajo. Cometió un par de errores pero está lanzando muy bien para nosotros y se recuperará".

El derecho, quien sufrió un tirón en el isquiotibial durante su estadía en el montículo, permitió hits consecutivos y acabó sufriendo el jonrón del intermedista Jonathan Schoop.

"Estoy obviamente frustrado", aclaró. "Fue un mal pitcheo y les pagan para sacarla del parque en malos pitcheos".

Morin se lamentó por el vuelacercas que extendió la ventaja a tres rayitas, y reconoció que el inning se le fue un poco de las manos.

"Era solo una carrera y estuve a un lanzamiento", apuntó. "Era solo el sexto inning y había tiempo. Lo más frustrante fue el jonrón".

El torpedero J.J. Hardy luego empujaría la cuarta carrera ante el también mexicano Fernando Salas en el octavo episodio.

Con esto Baltimore lleva ganados 12 de sus últimos 17 y se sigue afianzando al tope de la División Este de la Liga Americana.

Por su parte, con la derrota de los Atléticos de Oakland ante Astros de Houston, los serafines siguen a 2.0 juegos de la cima en el Oeste.