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Sterling: Hasta la ley le dio la espalda

LOS ÁNGELES -- Ya ni en las cortes puede Donald Sterling exhibir su supuesta supremacía.

El suspendido dueño de Los Angeles Clippers sufrió una nueva derrota, esta vez en el hábitat natural de toda su vida, cuando el juez Michael Levanas declaró que la venta de la institución a Steve Ballmer puede seguir su curso.

Recordemos que Shelly Sterling, aún esposa de Donald, negoció la transacción con el ex magnate de Microsoft por un valor de $2 billones, y que la única traba legal estaba situada alrededor del fideicomiso de la familia Sterling. En su momento Shelly utilizó una serie de exámenes médicos para erigirse como única titular, y de esa forma ejecutó la venta, con la bendición de Adam Silver y la NBA.

El lunes, el juzgado de sucesiones le dio una nueva bofetada a Sterling, quien ya perdió hace muchísimos años la batalla de la opinión pública debido a actos y dichos racistas tan repudiables como dañinos para todas las partes envueltas en el asunto, incluyendo el público en general.

El final habría llegado, allí en el mismo ambiente donde Sterling se ganó un nombre y una reputación de invensible. Como abogado, el todavía propietario de los Clippers se jactó por llevar a medio mundo al terreno de batalla de la ley, y destrozarlos mediante la dolorosa y temible encrucijada de los reglamentos y los magistrados. Tantas veces este fue capaz de salirse con la suya que, en su pelea más importante, la Señora de la Justicia lo puso en su lugar.

Esto, más allá de alguna otra escaramuza por daños y perjuicios, debería ser el final de Donald Sterling. Levanas invocó la cláusula 1310b, que permitirá a Shelly Sterling proceder con la venta como si no hubiera una apelación de por medio. Esta sería la estocada final, ya que por más que Donald Sterling decida seguir luchando con más mociones y abogados, eso no interrumpiría la venta.

"Estamos complacidos que la corte haya afirmado el derecho de Shelly Sterling de vender a Los Angeles Clippers a Steve Ballmer", dijo la NBA mediante un comunicado. "Esperemos que la transacción se cierre lo antes posible".

Que algo quede claro: Donald Sterling no parará nunca de pelear. Ramona Shelburne reportó que este les urgió a sus abogados seguir luchando tras enterarse del veredicto.

Su única opción (una con pocas probabilidades), es apelar a una orden, que serviría como una apelación a la decisión del lunes. Shelburne contó también que los abogados de Donald se jugarán esa carta dentro de 10 días, además de una suerte de orden de restricción en el caso corporativo, uno paralelo al dirimido el lunes.

Los expertos, en esta ocasión, parecen estar todos del lado de Shelly y Ballmer. Michael McCann, escritor de SI.com, confirmó que Sterling parece haberse quedado sin recursos, ya que desde ahora lo único que podrá hacer es juicios por dinero. Levanas le dio luz verde a la venta, y por si fuera poco, Shelly tiene un acuerdo con Ballmer para indemnizarlo en caso de perder cualquier decisión legal. Pasando en limpio, esto quiere decir que cualquier victoria de Sterling sería pagada con el dinero del fideicomiso, su propio dinero.

Arash Markazi, también de ESPNLA.com, reportó que los abogados de Shelly y de Ballmer dijeron que esperan que el proceso de la venta esté sellado antes del 15 de agosto. Ese plazo de un máximo de dos semanas indica que la resolución del tema sería rápida, algo sensato teniendo en cuenta las declaraciones de Doc Rivers y Chris Paul, quienes dieron a entender que podrían declararse en huelga si Sterling continúa siendo el dueño de los Clippers al comienzo de la próxima temporada.

Los próximos pasos, y los detalles específicos del caso, irán surgiendo a lo largo de los próximos días, pero el concepto está claro.

Se terminó una era, y se le terminó la influencia a un hombro de valores detestables, que deberían desaparecer para siempre. Que sirva como un mensaje para los que compartan esas opiniones, ya que tanto los juzgados como la corte de opinión pública ya no permitirán ese tipo de sentimientos en el mercado de las opiniones.

Ballmer podrá ahora escribir su historia, algo que no será demasiado difícil, ya que llega a una situación imposible de empeorar.

Los Clippers, la NBA y la sociedad se merecían un desenlace así.