ESPN Los Angeles
Gonzalo Aguirregomezcorta 10y

Derek Jeter, Kobe Bryant y viceversa

LOS ÁNGELES -- Derek Jeter pone fin a su dilatada carrera en los Yankees de Nueva York dejando tras de sí un rastro de excelencia deportiva comparable al de muy pocos deportistas de élite. Pero hay un atleta en activo que ha llegado a su altura, o viceversa, porque Kobe Bryant es en el básquetbol lo que Jeter en el béisbol. La historia ha unido a estos ases del deporte en un momento tan apropiado que jamás pasará desapercibido y quedará grabado en la memoria colectiva de una manera perenne.

Probablemente ninguno de los dos hubiera imaginado qué les depararía el futuro cuando oficializaron sus respectivos debuts en las mejores ligas de sus disciplinas. Jeter fue el primero en dar el gran salto tras jugar su primer partido con los Yankees en la MLB el 29 de mayo de 1995. Algo más de un año y medio después, Kobe hacía lo propio con los Lakers. Eran jóvenes y ansiaban unos éxitos que acabaron por llegar.

Kobe se convirtió en aquel momento en el jugador más joven en debutar en la NBA con 18 años y 72 días, también en salir de titular en un juego (18 años y 158 días). Jeter contaba con tres años de edad más cuando comenzó su andadura, pero el tiempo pondría a cada uno en su sitio y a los dos en la cima de sus disciplinas.

CINCO ANILLOS POR BARBA
Cuando Kobe logró su primer anillo de campeón en el año 2000, Jeter ya llevaba tres Series Mundiales en su haber. Los dos celebraron el nuevo milenio con un campeonato. Mientras el palmarés colectivo del pelotero se estancó hasta 2009, el del lagunero creció en 2001 y 2002. Siete años después, ambos volvieron a compartir éxitos con sus respectivos equipos. Sería el último trofeo de Jeter y a Kobe aún le quedaba uno, el logrado en 2010 que serviría para igualar la marca del natural de Nueva Jersey. En sus vitrinas colectivas aúnan un total de cinco campeonatos por cabeza.

Sin embargo, los éxitos compartidos también cuentan con algunos reveses que también son coincidentes. El haber ganado cinco campeonatos también trajo consigo dos finales en las que se quedaron con la miel en los labios. Jeter no pudo cantar victoria con los Yankees en 2001 (cuando perdieron contra Arizona Diamondbacks 4-3) y 2003 (cuando cayeron ante Florida Marlins 4-2). En el caso de Kobe, los dos momentos más duros en unas Finales de la NBA llegaron en 2004 (4-1 ante Detroit Pistons) y 2008 (4-2 ante Boston Celtics). Cada uno de ellos ha disputado siete finales durante sus carreras, la ya finalizada de Jeter y la todavía activa de Bryant.

BRILLOS INDIVIDUALES
En el aspecto individual también son varias las similitudes. El brillo de sus actuaciones les han valido varios reconocimientos que han premiado el peso de su juego para las franquicias que defendieron. Jeter logró ser Novato del Año en 1996 y alcanzó un galardón a Jugador Más Valioso en la Serie Mundial del 2000, algo que Kobe logró en las Finales de 2009 y 2010. A este premio del lagunero, también se le suma un Jugador Más Valioso en el 2008.

El éxito de sus carreras también fue recompensado con 14 All Star del pelotero y 16 de Kobe, que unido al porcentaje de postemporada coincidente del 61.4 por ciento hace que las similitudes entre ambos sean aún más notorias. Más allá de los números, los dos han demostrado una lealtad difícil de llevar a cabo en el mundo del deporte, se han mantenido en la misma franquicia durante sus dilatadas carreras, han contado con una determinación en los momentos clave que han resultado definitorias para los intereses de sus equipos y han sido ejemplos a seguir como deportistas de élite, con sus patinazos y rectificaciones.

Jeter pone punto y final a su carrera en 2014, tras 20 años deslumbrando a los aficionados con su juego. Kobe afronta su decimonovena campaña como profesional y aún le resta otra más con los Lakers. Con 36 años de edad, la que viene podría ser última temporada de la carrera de la Mamba Negra, la veinteava, la que cumpliría otra de las premisas que podrían de relieve la grandeza de dos trayectorias coincidentes con visos de perdurar en el tiempo. Porque la grandeza del uno es la del otro, y viceversa.

^ Al Inicio ^