ESPN Los Angeles
Gonzalo Aguirregomezcorta 9y

La delgada línea del riesgo para Clips

LOS ÁNGELES -- Una delgada línea separa el triunfo de la derrota en Los Ángeles Clippers. Tras cuatro juegos (3-1) en la primera semana de competición y con una pretemporada que dejó muchísimo que desear (2-6), el plantel dirigido por Doc Rivers está sufriendo más de lo esperado para concretar sus encuentros. La frase del 'vencen pero no convencen' les viene como anillo al dedo y las primeras conclusiones no dejan lugar a dudas.

Si los Clippers han salido victoriosos en tres de sus cuatro encuentros ha sido gracias a sus individualidades. No se le puede poner ningún 'pero' a Blake Griffin (27.5 ppj y 7.8 rpj), cuyo balance en lanzamientos de media distancia está siendo demoledor, Chris Paul (15.8 ppj, 10.0 apj, 1.8 robos y 5.3 rpj) que sigue siendo el cerebro del plantel, DeAndre Jordan (9.3 rpj, 1.8 bloqueos y 7.8 ppj) dueño y señor en la pintura. Sin embargo, el juego colectivo continúa careciendo de la fluidez defensiva que busca Rivers.

El apartado de los rebotes continúa siendo un calco de lo que sucedió el año pasado, una parcela que unida a otros elementos acabó pasando factura a los Clippers en la postemporada. Tras cuatro encuentros, los angelinos vuelven a estar en el último puesto de la NBA en capacidad reboteadora. Individualmente los jugadores que deben llevar a cabo esa función cumplen con su cometido, pero eso no es suficiente.

Con 34.8 rpj, los Clippers vuelven a ser colistas en la clasificación de rebotes. DeAndre Jordan continúa marcando la diferencia en este sentido y la labor de Griffin y Paul le da buenos aires a su equipo, sin embargo, el resto de los jugadores no lucen concentrados en este sentido. A excepción de Steve Hawes (3.5 rpj), ninguno de los miembros de la plantilla superan los dos rebotes por juego.

Ofensivamente el colectivo está dependiendo en exceso del buen hacer de Griffin y Paul. Si ellos desaparecen, no hay alternativas de garantía para agarrar al toro por loc cuernos. Los tres encuentros que han vencido ante Utah Jazz, Los Angeles Lakers y Oklahoma City Thunder fueron victorias in extremis definidas por sus individualidades en el tramo final. El lunes, ante el Jazz, vencieron por una diferencia de tres puntos. La presencia de Griffin (31 puntos) y Paul (primer triple doble de la temporada con 13 puntos, 12 asistencias y 10 rebotes) fue clave.

Lo mismo sucedió frente a los Lakers, a quienes vencieron por una diferencia de siete puntos, y contra los que llegaron a perder una ventaja máxima de 15 puntos para incluso regalarles siete puntos de diferencia en el marcador. Un Kobe Bryant más afinado en los últimos instantes podría haber complicado mucho las cosas a sus vecinos. Ante el Thunder, en el juego inaugural, las ausencias de Kevin Durant y Russell Westbrook desde el segundo cuarto dieron alas a sus rivales. Sucedió lo mismo que ante Lakers, si Serge Ibaka hubiera metido su triple en el último suspiro las tornas se hubieran cambiado.

La dependencia en sus estrellas es demasiada para los Clippers. Su única derrota llegó ante Sacramento Kings por una diferencia de seis puntos. En este caso la balanza cayó del lado contrario y todo coincidió con el peor juego de Griffin. Anotó 17 puntos y obtuvo su peor registro en tiros de campo (30 por ciento, 6/20). Paul mantuvo su línea (16 puntos, 11 asistencias y cuatro robos), pero ni siquiera eso fue suficiente. Cuando Griffin no se muestra agresivo y entonado, el equipo lo nota.

Antes del juego ante el Jazz, el pívot alcanzó un 50 por ciento de efectividad en lanzamientos de 17 pies (9-18), había intentado 43.9 por ciento de tiros de campo (18/41) casi el doble de la media de su carrera (22 por ciento), según datos de ESPN Stats and Info. Ante el Jazz, los números tocaron la cima (14/21 en tiros de campo, es decir, un 66.7 por ciento de efectividad).

Rivers necesita que el resto del equipo muestre su garra, sobre todo a la hora de contener los ataques rivales. Después de cuatro juegos, los Clippers reciben 100.0 ppj, y les anotan un 47.9 por ciento de los tiros de campo que intentan sus rivales. El ritmo defensivo ha de ser más alto. Sólo así lograrán maquillar unas cifras de alto riesgo para lograr la ansiada ventaja de campo de cara a la postemporada de la más que demandante Conferencia Oeste. Queda mucho tiempo para eso, pero los ajustes son más que necesarios para ver una evolución de los Clippers con respecto al año pasado.

^ Al Inicio ^