LOS ÁNGELES -- Se complementan, disfrutan con su presencia y sufren sus ausencias. Viven sus vidas bajo la atenta mirada de los demás. Algunos les observan envidiosos, otros lo hacen desde la admiración. Hay dúos que son dinámicos y parejas capaces de pasar desapercibidas. Y si no que le pregunten a Los Angeles Clippers (40-21) y Portland Trail Blazers (39-19), quienes se medirán este miércoles con cuatro jugadores, dos por plantel, que son capaces de brillar más juntos que separados: Chris Paul-DeAndre Jordan y Damian Lillard-LaMarcus Aldridge.
La ausencia de Blake Griffin, quien se ha perdido 10 citas con su equipo por una infección en el hombro (7-3), ha obligado a Paul y Jordan a dar un paso al frente; al unísono, de la mano de un éxito que les está llevando a liderar a uno de los equipos más consolidados de la Conferencia Oeste. Cuando se confirmó que Griffin se perdería un periodo considerable de partidos, los vaticinios colocaron a los Clippers en una situación complicada de cara a los playoffs. Error.
Además de haber alcanzado un balance de 7-3 desde que cayó en el dique seco, están empatados con Golden State Warriors como el equipo con mejor récord de los que están en puestos de playoffs en el Oeste, justo por detrás de Oklahoma City Thunder, plantel que les venció en el primer juego en que faltó Griffin. En aquel momento, los Clippers descansaban en la sexta plaza con cinco juegos y medio de ventaja sobre los Pelicans de Nueva Orleans -noveno puesto- ahora, son quintos y llevan una diferencia de siete juegos y medio a los todavía novenos Pelicans.
¿Quién ha tenido gran parte de la culpa de ello? Paul y Jordan, que acumulan 21.2 ppj/15.8 ppj, 4.6 rpj/19.2 rpj, 12.6 apj/1.0 apj, nueve y siete dobles- dobles respectivamente en estos 10 partidos.
El que está brillando sobremanera es el centro del equipo californiano cuya productividad está siendo más notoria que cuando Griffin estaba disponible. Acumula 15 o más rebotes en nueve partidos al hilo, el récord de la franquicia en este sentido. Pero más allá de la ausencia de Griffin, Jordan está registrando unos números brillantes esta temporada, y es que es el jugador de la liga que mejor porcentaje de tiros de campo acumula (71.7 por ciento), el que más rebotes agarra (14.4 rpj) y el que más clavadas realiza (186).
Paul, por su parte, también está teniendo unos números de lo más destacados gracias a las 10.0 apj esta temporada que le colocan como el segundo máximo asistente de la liga detrás de John Wall (10.1 apj). Al armador se le están dando bastante bien los enfrentamientos directos contra Lillard y h ganado cinco de los seis enfrentamientos que ha tenido contra el base de los Trail-Blazers (2-0 esta temporada). La supremacía es incuestionable en sus cara a cara gracias a las 11.0 apj y 1.7 pérdidas de balón del jugador de la franquicia californiana con respecto a su homólogo: 5.5 apj y 4.2 pérdidas.
Lillard y Aldridge se están encargando de alimentar las esperanzas de los suyos. Actualmente Portland se encuentra en la cuarta posición del Oeste y el equipo llega tras encadenar tres victorias al hilo. Antes de este buen ritmo habían alcanzado 11 derrotas en 17 juegos tras un comienzo de temporada formidable de 30-8.
En el caso de Aldridge, el jugador es el máximo realizador del equipo con 23.3 ppj (46 por ciento de acierto) y 10.5 rpj. Viene en sintonía ascendente con un balance de 27.5 ppj y 15.5 rpj en los últimos dos partidos y está firmando una campaña en la que está demostrando que su periplo en el All Star no por casualidad. Junto a él viajó a Nueva York Lillard, con quien comparte dos Juegos de las Estrellas al hilo erigiéndose como los dos primeros jugadores en lograr la gesta en la historia de la franquicia.
El que faltó a la cita estelar fue, justa o injustamente, Jordan, sin embargo su presencia en el encuentro de esta noche, aderezada con la de Paul y Aldridge es uno de los duelos a pares más atractivos de la NBA.