LOS ÁNGELES -- Antes de que Minnesota Timberwolves salieran derrotados en el Staples Center ante Los Angeles Clippers (89-76), el plantel dirigido por Flip Saunders ya había quedado matemáticamente fuera de los playoffs. Se trata del tercer peor equipo de la liga en la actualidad con un récord de 14-48 y es el primer conjunto que se queda sin opciones reales de llegar a la postemporada.
El armador Ricky Rubio (12 asistencias y dos puntos en 1-8 intentos) apeló tras el encuentro al proceso de construcción que está viviendo la franquicia y en la que él es parte importante después de renovar el pasado 31 de octubre por cuatro años (56 millones de dólares).
Tanto él como Nikola Pekovic son las apuestas que ha realizado la franquicia a largo plazo (firmó en agosto de 2013 por cinco años y 60 millones de dólares). En el tintero está el saber si serán capaces de retener a los más jóvenes: el lesionado Anthony Bennett (número uno en el draft de 2013), Andrew Wiggins (número uno en el draft de 2014) y Zach LaVine (primera ronda del draft de 2014)
"Es muy importante porque tenemos a gente joven con mucho futuro pero tienen que mostrarlo y algunos lo están haciendo. Confiamos en ellos, somos una franquicia joven y queremos ir para arriba. Hay muchas cosas que no puedes controlar, como las lesiones. Este año nos han afectado muchísimo", afirmó. "Pero tenemos talento aquí, tenemos futuro y queremos ir a por ello. No podemos esperar para al año que viene, tenemos que empezar ahora a ganar partidos y tener esa filosofía de ganar cada partido".
La temporada está siendo aciaga para el equipo y ante la pregunta de dónde se saca la motivación para seguir adelante a sabiendas de que no hay opciones este año, el internacional español sacó su lado más competitivo sin mencionar la posibilidad de que el equipo haga 'tanking' (tratar de lograr quedar en peores posiciones para tener más opciones en la lotería del draft).
"Cuando eres un ganador siempre piensas en ganar, no importa el récord que lleves. Quieres ganar a cualquier cosa. Creo que estamos construyendo algo para el futuro pero empieza ahora, empieza ganando partidos ahora", esgrimió.
A punto de finalizar su cuarta temporada en los T-Wolves, Rubio hizo un balance en el que no pudo dejar de lado las lesiones que le han perseguido durante este tiempo. Una rotura colateral de ligamentos de la rodilla en marzo de 2012 que le obligó a perderse el tramo final de la temporada y el inicio de la siguiente (2012-13), y un esguince severo de tobillo han hecho que se perdiera un 39 por ciento de los encuentros que debería haber disputado (128 de 328).
En 19 partidos de esta temporada, promedia 11.2 puntos, 9.2 asistencias y 5.8 rebotes por juego con 35.7 por ciento de campo. En los últimos 10 partidos, promedia 11.9 puntos, 7.1 rebotes, 10.2 asistencias y 2.3 robos por noche. Los Timberwolves tuvieron marca de 7-36 en partidos en los que Rubio no jugó; tienen 7-12 con él en la duela.
"Las lesiones no me han respetado como quería, ha sido una pena, pero estoy en un equipo donde confían en mí, donde tengo confianza en el entrenador y con mis compañeros. Me siento cómodo. Siempre dices que la temporada que viene va a ser mejor, pero con las lesiones nunca se sabe, tienes que estar preparado para todo, pero bueno estoy contento", declaró.
La llegada de Kevin Garnett al equipo fue acogida con ilusión por Rubio, quien confesó que el tenerle todos los días en las prácticas y juegos es un sueño hecho realidad.
"Nos ayuda mucho en la experiencia. Tiene muchos años en la liga con muy buen récord, muy ganador. Lleva esa experiencia para ganar y ayudar a los jóvenes. Es emocionante. Es un jugador que ha hecho y está haciendo una gran carrera en la NBA, un ídolo, y jugar con él es casi un sueño. La verdad es que estoy atento a todo lo que dice, todo lo que hace porque ha tenido una carrera muy buena y quiero seguir sus pasos", confesó.