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A despejar el panorama en L.A.

LOS ÁNGELES -- Afrontamos el quinto partido de la serie entre Los Angeles Clippers y San Antonio Spurs. El empate a dos vuelve a dejar todas las posibilidades abiertas. Los angelinos mantienen la ventaja de campo y los ideólogos Gregg Popovich y Doc Rivers continúan rascándose la cabeza para que la intensidad sea la de la urgencia. Un apuro volátil, que viene y va. La prisa y ese sentimiento de necesidad ha dejado las mejores versiones de ambos equipos.

Desde el Juego 1 en Los Ángeles, cuando los Clippers sorprendieron con una intensidad abrumadora a los Spurs; el Juego 2, también en el sur de California, donde los texanos decidieron que era inviable marchar a su tierra con un 2-0 en contra; el Juego 3, donde los Spurs se hicieron fuertes y ningunearon a unos angelinos tocados por la prórroga del partido anterior; al Juego 4 en San Antonio, el momento en el que los Spurs bajaron pistones y los Clippers recuperaron la consciencia tras el nocaut anterior.

Ambos coaches están sabiendo levantarse ante las adversidades al tiempo en que buscan las cosquillas a sus rivales. La serie está siendo espectacular, sin duda la más atractiva de los playoffs. Las estrellas de ambos equipos parpadean, pero al tratarse de dos de las plantillas más completas de la NBA, hay otros astros que dan un paso al frente.

Lo de Kawhi Leonard asomando en un universo de tres cuerpos celestes como los de Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili no es ninguna novedad. En el Jugador Defensivo del Año y Jugador Más Valioso de las Finales de 2014 estamos viendo a la piedra angular sobre la que girarán los Spurs cuando su trío de ases se apague. Se trata de uno de los activos que los Clippers tienen que controlar para seguir adelante en la senda de la postemporada.

Sus 25 puntos de media y 60 por ciento en tiros de campo en esta serie le colocan como un valor con muchas opciones de marcar la diferencia en esta eliminatoria. Los Clippers están sufriendo para frenar su mordiente ofensiva, e incluso su versión defensiva está haciéndoles daño. Desde luego que su versatilidad puede encumbrar como Jugador Más Valioso de la temporada pronto, muy pronto.

En los Clippers, dos secundarios -uno de lujo y otro aún en la sombra de su padre- brillaron sobremanera. Jamal Crawford y Austin Rivers se pusieron el mono de trabajo y completaron un combinado de 31 puntos clave para la victoria de los angelinos. No les tembló el pulso en sus lanzamientos a canasta y fueron capaces de hacer todavía más buenos los números de sus jugadores más prolíficos: Blake Griffin, Chris Paul y J.J. Redick.

Los Spurs necesitaron a tres suplentes para superar por tres puntos lo que lograron Rivers y Crawford. Patty Mills, Ginóbili y Boris Diaw alcanzaron los 34 puntos. Los banquillos serán clave en una guerra abierta de choques estelares y será ahí donde se marque parte de la diferencia que está destinada a recalar en los jugadores más importantes de ambos equipos.

Llamados a ser protagonistas

Griffin está mostrando una versión muy regular durante la serie. Aunque el equipo pierda, sus números siguen siendo altos y sólo se le puede achacar tomas de decisiones discutibles en momentos clave (véase el Juego 2), en el tercer enfrentamiento bajó su intensidad, quizás tocado todavía por los sucedido dos días antes. En la primera derrota ante los Spurs de esta eliminatoria alcanzó un triple-doble con un máximo de temporada de 19 rebotes.

No ha sido la mejor temporada regular de Griffin por culpa de las lesiones. En la campaña anterior logró 20 puntos y 10 rebotes en 36 partidos, mientras que este año lo ha conseguido en 10 ocasiones en la regular. En lo que va de serie ya lo ha logrado en tres de los cuatro juegos.

Lo de Duncan es una bizarra regularidad. Capacitado para completar partidos espectaculares, su buen hacer no se traduce en victoria asegurada. De hecho puede suceder todo lo contrario. Si en la victoria en el Juego 2, el ala-pívot fue clave gracias a sus 28 puntos y 11 rebotes, en el Juego 3, que también alzó a los Spurs, no fue tan definitorio (cuatro puntos y siete rebotes), sin embargo, en el cuarto encuentro, el que se llevaron los Clippers, su actuación fue brillante con 22 puntos y 14 rebotes. El que sí mejoró sustancialmente fue Parker, que en el último partido hizo lo mismo que en los tres anteriores.

Chris Paul, relativamente aliviado con la presencia de Rivers en el Juego 4, será sin duda uno de los catalizadores en este quinto enfrentamiento. Cuando es él quien se encarga de engrasar el juego de los angelinos, la maquinaria funciona. Viene de lograr 34 puntos y siete asistencias, y sus ansias por llegar a lo más alto en la liga con 29 años de edad puede hacer que su juego explote en los partido que restan.

El Staples Center será una olla a presión esta noche, veremos en qué se traduce este ambiente, si una oportunidad para que los Clippers hagan valer su localía o si esa presión le da alas a unos visitantes que llegan a la cita conscientes de que si ganan hoy lograrían un 'break point' clave, que en términos tenísticos acercaría el 'match point' a San Antonio.