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Barcelona inició con el pie derecho su gira por Estados Unidos

PASADENA, California -- El Barcelona ha iniciado con el pie derecho su pretemporada en territorio estadounidense, superando al Galaxy de Los Angeles, por marcador de 2-1, antes de verse las caras con el Manchester United y el Chelsea, de la Liga Premier inglesa.

Fue una victoria que no tuvo nada de sorprendente, a no ser por lo corto del marcador que, de acuerdo a lo observado en el césped del Rose Bowl de Pasadena, en cuanto al desempeño futbolístico de ambos equipos, debió ser, mínimo, un 4-1.

Y aunque a Luis Enrique le agradó el rendimiento de sus jugadores en el encuentro frente a la oncena de Bruce Arena, está consciente de que aún le queda mucho camino por recorrer, para que su equipo esté a punto de cara a la próxima temporada.

“Barcelona tiene que mejorar en todo. Es el único camino que tenemos, porque, sin duda alguna, vamos a ser el equipo a batir”, destacó el técnico de los azulgrana, quien durante la última campaña, en la que terminó ganando el triplete: Champions, Liga de España y Copa del Rey, tuvo algunos momentos de crisis, cuando se cuestionó su capacidad para conducir a un equipo plagado de estrellas, lo mismo que su autoridad sobre jugadores como Messi, con quien la prensa española y más en particular la de Cataluña, aseguraba que la relación entre Luis Enrique y el astro argentino estaba rota.

Este martes, Luis Enrique destacó la importancia de Messi en las pretensiones del Barça de alcanzar un insólito sextete:

“Es el jugador número uno del mundo y su aporte es muy grande para el equipo. En este momento, no podemos contar con él porque disfruta de unas vacaciones que se tiene bien merecidas, junto a otros jugadores internacionales. Ese hecho, sin embargo, nos da la posibilidad de que otros jugadores del plantel de veinte y pico elementos con el que contamos ahora, tambíen tengan oportunidad de mostrarse en el campo de juego”.

Dos de esos jóvenes que tuvieron importantes minutos en el choque frente al Galaxy, fueron el lateral derecho Douglas, y el defensa central Thomas Vermaelen.

“Lo de Douglas y Vermaelen dependerá de su nivel. En función de lo que vea, de su rendimiento, haré las selecciones que considere oportunas”, apuntó Luis Enrique, al referirse al talento jóven del equipo y de sus poibilidades reales de jugar en la próxima temporada.

El técnico del Barcelona dejó en claro, desde que pisó tierras californianas, su preferencia por una pretemporada cerca de casa, en lugar de cruzar el Atlántico, para realizar parte de su proceso de acondicionamiento para la próxima campaña, con 6 y hasta 9 usos horarios de distancia de Cataluña.

Aunque, al mismo tiempo, aceptó que esta clase de giras forman parte de los compromisos internacionales de una institución cuya marca, junto a su reconocido estilo de juego, se proyectan por todo el mundo.

Es decir, Luis Enrique tiene claro que su sueldo y los millones de euros que devengan toda esa constelación de estrellas que forman parte de un plantel a su disposición llegan a las arcas del Barcelona como producto de acuerdos y sociedades comerciales con firmas de todo el mundo.

Durante estos días, en los que la delegación blaugrana ha pasado por el sur de California, en su hotel de Marina del Rey o en sus sesiones de entrenamiento realizadas en las instalaciones del StubHub Center, en Carson, estuvo permanentemente cobijado por una cauda de seguidores que hablaban toda clase de idiomas, incluyendo orientales, árabes, francés, portugués, españoles, y muchos etecéteras.

Hubo, por cierto, algunos inconformes por la cuota de 100 dólares impuesta por los organizadores de la gira, para los aficionados que deseaban presenciar los entrenamientos del Barça, a un lado de la cancha.

La explicación fue la siguiente: el Galaxy y el Barça acordaron permitir hasta un límite de 600 aficionados en los entrenamientos, que pagarían los famosos 100 dólares por el ingreso.

Lo que deja un producto de 60 mil kilos para repartir entre las Fundaciones de ambas instituciones.

Y durante el último entrenamiento de Luis Enrique y los suyos, además de los afortunados que lograron acceder al entrenamiento, varios cientos se quedaron afuera, apostados detrás del alambrado que circula las tres canchas asignadas a las selecciones estadounidenses.

Algunos otros, siguieron la sesión de los azulgrana, trepados en las copas de los árboles.

Al final del entrenamiento, varios jugadores del Barça caminaron hasta donde se encontraban los seguidores del equipo que habían desembolsado los 100 dólares, para firmar autógrafos y tomarse fotos con ellos.

Pedro fue uno de esos futbolistas que se acercaron a los aficionados. Además, el delantero azulgrana fue más allá, ya que se saltó una de las vallas que rodeaban el campo y fue hasta el alambrado, para saludar a aquellos segudiores del equipo que se habían quedado afuera, desatando una locura.

El Barcelona, como institución, también realizó una serie de actos de buena voluntad, que hablan muy bien del club catalán.

Antes del inicio de sus entrenamiento, toda la delegación posó junto a una representación de atletas que tomarán parte en los Juegos Olímpicos Especiales que se celebran en Los Ángeles, a partir del próximo 26 de julio.

También posaron, detrás de sus tres enormes y vistosos trofeos ganados en la última temporada, con los miembros de un club que opera con equipos juveniles, en el área de Long Beach.

Y por si todo eso no fuera suficiente, este mismo club se dio el lujo de recibir una sesión de adiestramiento por parte del cuerpo técnico del Barcelona.

Ni más ni menos.

Sin duda, el Barcelona es grande, en la cancha, y fuera de ella.