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El termómetro beisbolero de L.A.

La marca de 120 juegos consumidos en el calendario de la temporada de grandes ligas, encuentra a los Dodgers y a los Angelinos de Los Angeles peleando palmo a palmo en la búsqueda de una regularidad que mantenga intactas sus apiraciones de acceder a los playoffs.

Los de Chávez Ravine parecen dispuestos a lograrlo, cueste lo que cueste. Sus propietarios tienen una chequera bien gorda y la utilizan, cuantas veces sea necesario, para intentar tapar los agujeros que se van abriendo en la coraza de la embarcación azul, al mando de Don Mattingly.

La más reciente adición, ha sido el veterano de 36 años, Chase Utley, quien llegó de Filadelfia para cubrir la intermedia, un paño caliente, que intenta sofocar la herida que dejó abierta Howie Kendrick, con su ingreso a la lista de lesionados.

Un costoso parche que hace que la nómina del equipo esté a punto de hacer erupción, en los 300 millones de dólares en esta temporada.

Aunque, de acuerdo a los que más saben, el dinero no es todo en la vida y se suponía que el nuevo jefe de personal, leáse Presidente Deportivo, Andrew Freeman, llagaba para bajarle ceros al presupuesto y para rejuvenecer el plantel.

También valdría recordar que, aunque este jueguito de la pelota se nutre del talento individual que aporta cada jugador, al final del día, todos forman parte de un equipo. Y si no se logra la comunión, la cohesión, si todas esas delicadas, finas y caras piezas de un todo, no logran hacer click, o producir el acompasado tic-tac que genera la maquinaria, el engranaje de un reloj, los resultados no van a llegar.

En la semana pasada, los Dodgers tuvieron marca de 3-3, luego de ganar una serie de cuatro desafíos a los Rojos de Cincinnati, en casa, para luego salir a sufrir a la carretera, especialmente, al área de la Bahía, donde los de Don Mattingly todavía no saben lo que es ganar un juego en el 2015, ya que han perdido 6 ante los Gigantes de San Francisco y ahora fueron barridos en una corta tanda de 2 duelos, por los Atléticos de Oakland, uno de los peores equipos del beisbol, en este momento.

Los de azul acumulan marca de temporada de 67-56, y para su fortuna, los Gigantes también tropezaron en sus últimas salidas y eso les permite conservar su ventaja de 2 y medio juegos en el oeste de la Liga Nacional.

En esta semana, el inicialista mexicano Adrián González produjo 4 carreras, con 2 cuadrangulares.

Misma cantidad de anotaciones impulsadas por parte de Jimmy Rollins, quien se fue para la calle en una oportunidad.

En el bateo, también aparece el lanzador Zack Greinke, con un garrotazo de cuatro esquinas, además de que sumó también un triunfo a sus totales de temporada, que ya muestran marca de 13-2, con efectividad de 1.58.

Los otros lanzadores abridores que salieron con la mano en alto en esta semana, fueron Brett Anderson y Alex Wood.

ANGELINOS EN LA PELEA

Por su parte, los Angelinos presentan marca de 63-57 en la temporada y siguen a 2 y medio de distancia de los Astros de Houston, luego de que en la más reciente semana tuvieran una cosecha de 4-3.

Y como ya es costumbre, uno de los elementos más destacados, con el bate, en este lapso, ha sido el estelar primera base Albert Pujols, quien disparó tercia de cuadrangulares, todos en solitario.

El guardabosques derecho Kole Calhoun, también se fue en dos ocasiones fuera del parque, para impulsar 3 carreras.

También CJ Cron tuvo una semana productiva, con 2 batazos de vuelta entera e igual número de carreras empujadas.

En cuanto a la rotación de abridores de Mike Scioscia, Jered Weaver y Garrett Richards lograron sendos triunfos, con lo que el primero alcanzó marca de 5-9, con efectividad de 4.34.

Por lo que corresponde a Richards, sus totales lucen ahora con 12-9, y una efectividad de 3.50.

Otro ganador en este período, fue el relevista mexicano Fernando Salas, quien avanzó sus números de temporada a 3-2, con una efectividad de 3.99.

Mientras tanto, los Dodgers han viajado a la Ciudad Espacial, para celebrar una serie de fin de semana, con los Astros. Una contienda para la que contarán con los mejores deseos de parte de sus vecinos de patio, los Angelinos, a quienes les vendría muy bien que la tropa de Don Mattingly lograra sumar, al menos, un par de trunfos sobre los de Houston.