A principios de este año, Kobe Bryant dijo que “ser un gran amigo es algo que yo jamás seré¨. El jugador estrella de los Los Ángeles Lakers explicó que quiso decir con eso durante un evento este sábado.
“Quise decir que los amigos van y vienen, pero los banderines de campeón permanecen colgados para siempre”.
Bryant, pentacampeón de la NBA, hizo esas declaraciones durante una entrevista con la reportera de ESPN Jemele Hill en la Experiencia BET que se llevó a cabo en el Teatro Nokia de Los Ángeles.
La pregunta de Hill aludía a los comentarios hechos por Bryant en una nota de la revista GQ que salió publicada en marzo.
“¿Es una locura, verdad?”, Bryant opinó el sábado sobre su mentalidad. “Es como que, ‘Este tipo está loco’. Pero cuando uno crece, yo amaba tanto a este deporte que no era un mal amigo o no tan bueno como debería a propósito. Toma tiempo ser un amigo. Toma mucho desgaste de energía.
“Conscientemente, toda mi energía estaba concentrada en una sola cosa. Yo tengo amigos que me conocen desde los 11 años y saben que así es como soy, pero nueve de cada 10 veces, así es como ellos también son ya que ellos son tan ambiciosos en lo que hacen como yo, funciona”.
Hill le preguntó a Bryant que lecciones aprendió de sus relaciones ásperas con sus compañeros durante sus 19 años de trayectoria.
“No seas un cretino”, Bryant dijo riéndose. “No, lo que quiero decir que yo nunca he sido la persona más paciente del mundo, y una de las cosas que me irrita es la vagancia o la gente que pone excusas. No lo aguanto. Haber trabajado junto a Shaq, el tipo es un fenómeno de la naturaleza. Él es hostil cuando juega, y yo me identifico con eso.
“Sin embargo, había otras cosas con las que yo simplemente no me podía identificar. Cosas específicas que eran fortalezas suyas como poner el brazo alrededor de sus compañeros y ayudarlos a levantar su ánimo apoyándolos. Yo no era muy bueno con eso.
“Pero mis fortalezas eran mi concentración y mi dedicación al deporte. Yo tenía que reflexionar y decir ‘Nosotros tenemos estos distintos puntos de vista, ¿pero que puedo aprender yo de él? ¿Qué es lo que hace bien?¨ Y una vez que yo me mire al espejo y dije 'OK, ¿quizás tú estás siendo un cretino?' Tú debes autoevaluarte. Todas estas cosas no salen de la [nada]. No es algo inventado. Así que una vez que yo aprendí eso creo que elevamos nuestro nivel como equipo¨.
¿Acaso Bryant se olvidó como no ser, en sus propias palabras “un cretino”?
"Existen dos maneras de hacer eso”, él opinó. “La primera es que puedes parar de hacerlo. La segunda es que tú puedes ser extremadamente consistente y la gente se acostumbrará. Así que cuando yo dije que 'deje de ser un cretino' lo que estoy diciendo en realidad es que la gente simplemente se acostumbró a que yo sea un cretino. Luego era como que ‘OK, esa es simplemente su forma de ser’”.
Bryant luego contó una anécdota sobre un momento particularmente memorable con uno de sus ex compañeros en los Lakers.
“Honestamente, yo me acuerdo de cuando Rick Fox dijo algo en una reunión que me quedó grabado para siempre”, dijo Bryant. “Debido al hecho de que estábamos discutiendo y él dijo, ‘Kobe, nosotros solo queremos sentir como que eres parte de nosotros”. Yo nunca lo pensé de esa manera. Yo pensaba, ‘¿Qué quieres decir? Yo lo soy. Yo practico con todo cada día¨.
“Pero eso no es lo que él quiso decir. Para mí, el dejar de ser un cretino en realidad significaba que tú debes empezar a ver al deporte desde una perspectiva humana y entender que somos humanos y que debemos forjar esa conexión en vez de estar permanentemente revolucionados. Ya que no importa que tan habilidoso seas, este es un deporte emocional. Si tú no cuentas con esa capacidad de conectar emocionalmente con alguien individualmente o con un grupo, tú no vas a llegar a tu máximo potencial”.
Bryant dijo que es muy amigo de varios sus ex compañeros, como Lamar Odom, Derek Fisher, Ronny Turiaf y Shannon Brown.
“Ahora, si les preguntas a ellos, ellos se sentarían aquí mismo y te dirían, ‘No, él no es un cretino”, dijo Bryant. “Pero si tú vas a preguntarle a algunos de los otros jugadores que van a la práctica una hora después. ¿Entiendes lo que quiero decir? Tú los conoces, son fácilmente identificables. Esos tipos dirán ‘Sí, él es un gran cretino”.
Kobe prosiguió. “Tu trabajo es sellar un ADN en tu equipo. Debes poner ciertas cosas a prueba. La cosa es saber cuándo y cómo ejecutarlas, tú debes hacer eso”.
¿Qué es lo peor que ha dicho Bryant a uno de sus compañeros?
“Déjame pensar”, mencionó con una sonrisa. “No estoy seguro si el hecho de estar pensando en lo peor que he dicho, quizás significa que no lo he mencionado en muchas ocasiones o quizás si lo dije en varias ocasiones. Estoy repasando en mi mente como si fuera una iPod.
“Yo he hecho llorar a alguien antes”.
¿Quién?
“Hay algunos jugadores que he hecho llorar”, dijo Bryant. “Si puedo hacerte llorar por ser sarcástico, realmente no quiero jugar contigo en los playoffs, si eso te hace llorar.
“Pero veamos. Había un compañero que era muy malo y no era Kwame Brown. De hecho Kwame no era tan malo. Me mofaba de Kwame y tan poco era Smush Parker. Es un jugador que quizás ustedes no se acuerdan, si digo quien es. De hecho ni siquiera puedo pronunciar su nombre, era un jugador europeo.
“Pero realmente era muy, muy malo. Le dije, “Amigo, creo que debes de reconsiderar cual es el propósito de tu vida, quizás este no es”. Vino de esa manera. Yo tenía veinte algo de años, realmente no me acuerdo que edad tenia, pero yo era joven.
“Tú sabes cuando tienes pensado en decir algo y piensas que va a sonar de una forma, pero una vez que lo dices suena de otra manera y dices oh mí----. No es como tú pensabas que iba a sonar. Pero realmente lo que quise decir, que cuando no has alcanzado tu máximo potencial por jugar al baloncesto, quizás es algo más”.
Se le preguntó a Bryant si podía explicar la percepción que le rodea, el cual consiste que es difícil jugar con él y eso ha hecho que varios jugadores en la agencia libre no se han animado por jugar con los Lakers.
“Gente que quiere tener un camino fácil en esta profesión”, dijo Bryant. “¿Quieres venir?, ¿quieres jugar, dar tu máximo y ganar?, entonces no tendremos problemas. Y las personas que solo hablan, no vienen a entrenar, no trabajan duro y no están comprometidos, entonces no tenemos nada en común. No tengo problemas con eso, sólo es que no tengo nada que hablar con ellos”.
Bryant también mencionó, que crecer en Italia influenció no solo su estilo de juego, pero también su relación con las personas.
“Me moldeo mucho”, mencionó. “En esa situación de pasar mucho tiempo aislado, entonces tienes tiempo para pensar. Gravite en el baloncesto y mucho más en la falta de estar en un territorio en donde me sentía identificado. Así que termine jugando mucho para mí, imaginando, soñando y visionando.
“Pero también en el otro lado te hace jugar con más pasión. Quizás es por eso que me siento más cómodo en tirar al aro cuando tengo doble marca, en vez de pasar la pelota a alguien más para conseguir el tiro de la victoria. No es broma. Porque realmente uno creció dependiendo en uno mismo. Entonces tuve que aprender que estaba bien en confiar en mis compañeros. Pero cuando uno crece en una forma de aislamiento y te encuentras en momentos decisivos, como que uno regresa a su naturaleza.