ESPNdeportes.com 13y

Sufrir para saber gozar

BUENOS AIRES -- Campeón histórico. Claro, porque fue su primera vez. Y final histórica. Es que por segunda vez en los más de 100 años de la Copa Davis el equipo que estuvo dos veces en desventaja (0-1 y 1-2) terminó dando vuelta el marcador y siendo el ganador. Por eso Serbia festeja una hazaña deportiva heroica, como pocas veces se vio, ante una Francia que dio pelea pero que se quedó sin reacción en la jornada decisiva.

Cuántas cosas dejó esta definición que, ya de antemano, se presumía muy pareja y apasionante. Y vaya si lo fue. Resultó muy equilibrada la lucha en Belgrado, donde el local tuvo en Novak Djokovic no sólo al jugador que ostenta el 3° puesto del ránking mundial, sino a su líder natural, un hombre que logró dos triunfos claros en singles para igualar en ambas ocasiones el marcador global, y luego a Viktor Troicki consiguiendo la victoria de su vida, la más soñada, justo en el cierre.

El último campeón que había llegado en desventaja de 1-2 al día definitorio y lo revirtió ganando ambos singles fue Rusia, cuando en 2002 venció 3-2 a Francia, de visitante, en París-Bercy. Pero había empezado la serie 1-0 arriba. Por eso, apenas en una oportunidad se había podido registrar una recuperación tan memorable como esta hecha realidad por los serbios y databa de 1964.

Sí, pasaron 46 años para que el equipo que estuvo 0-1 y 1-2 pudiera gritar campeón. Aquella vez, Australia superó a Estados Unidos como visitante, en Cleveland, gracias a la remontada de los legendarios Fred Stolle y Roy Emerson, ante Dennis Ralston y Chuck McKinley, respectivamente. Igualmente, en esa ocasión los vencedores lo hicieron ganando en cinco y cuatro sets. Por lo tanto, lo hecho por Djokovic y Troicki no tiene antecedentes ya que ambos se impusieron en tres parciales.

El otro conjunto que obtuvo la mítica Copa Davis remontando una doble desventaja, aunque en ese caso de 0-2, fue también Australia y nuevamente contra Estados Unidos, fuera de casa, en Haverford, allá por 1939. Por eso, la vuelta que los serbios concretaron en esta final adquiere el rótulo de proeza, aún más sabiendo que los franceses habían ganado 55 de las 66 series en las que habían terminado el sábado con ventaja de 2-1.

Por primera vez, Serbia y Francia se cruzaron en este torneo, el más importante del tenis por equipos, y justo lo hicieron en una final. Y vaya si el local aprovechó su primera definición en la Davis. Hasta 2003, los serbios actuaron bajo la bandera de Yugoslavia y, entre 2004 y 2006, como Serbia y Montenegro. Desde entonces, habían ganado las cinco series de locales. Este año obtuvieron finalmente las tres eliminatorias en casa y en todas terminó Djokovic invicto en singles y perdió el dobles.

Ese espíritu de lucha y sacrificio marcó al nuevo campeón, una nación con sufrimientos de todo tipo, que supo ganarse un lugar entre los grandes y lo coronó con una categoría y una convicción tremendas. Esta remontada, idéntica, ya que vino de un 0-1 y luego de un 1-2 parcial, para imponerse por 3-2, la había vivido en la instancia anterior, cuando también venció como local a República Checa en las semifinales.

Esta vez, la recuperación también tuvo un plus en la forma abultada que logró los dos últimos puntos, en comparación con lo hecho ante Tomas Berdych y Radek Stepanek. En esa ocasión, con la misma formación, cambiaron los roles, ya que Janko Tipsarevic derrotó a ambos rivales y el otro single lo aportó Djokovic, quien había cedido el dobles en compañía del gran especialista Nenad Zimonjic y no había disputado un individual en la apertura por su cansancio tras ser finalista del US Open.

Cuando en la previa de esta definición copera se habló de que se calculaba que iba a ser parejísima, también se dijo que el factor público no siempre era decisivo pero que contar con Djokovic podía otorgarle una leve ventaja al dueño de casa. Además, si bien en cinco de las siete últimas finales el anfitrión salió campeón, también se recordaba que en los 20 duelos previos por el título hubo 10 campeones locales y 10 visitantes.

Y la racha que se cortó, de alguna manera, fue la que traían los galos, ya que en los 30 últimos años Francia obtuvo una vez el título en casa y en su territorio perdió tres finales, mientras que había celebrado en las dos ocasiones como visitante. Claro que estuvo cerca en el marcador, porque arribó 2-1 al domingo, pero en la cancha Gael Monfils fue superado claramente por Djokovic y finalmente Michael Llodra fue aplastado por Troicki.

Esas dos derrotas privaron a Francia de conquistar por décima vez la tradicional ensaladera de plata y la primera desde 2001. En tanto, se dio otra versión más de una formación gala que terminó siendo criticada por ciertas fragilidades mentales en duelos definitorios en la Copa Davis. Sus hombres dejaron una huella en esta temporada, con claros triunfos, pero con un saldo negativo en el momento más importante y dramático de todos.

Por el contrario, Serbia salió a "copar la parada" y por eso fue el merecido nuevo campeón, el 13° país que obtiene este codiciado trofeo. Tipsarevic (49° del mundo) arrancó con dudas y fue presa fácil de Monfils (12°). Pero enseguida apareció en escena Djokovic para superar, también en tres sets, a Gilles Simon (42°), otro ex top-ten francés, que poco pudo mostrar.

Así las cosas, el dobles del sábado iba a inclinar la balanza para algún lado y a darle cierta ventaja al ganador. Troicki y Zimonjic (integra la segunda mejor dupla del circuito) se adelantaron 2-0 en sets ante la pareja más aceitada formada por Llodra y Arnaud Clement, pero la regularidad del primero y la enorme levantada de éste último le permitieron a Francia imponerse en cinco durísimos sets.

Más allá de lo que finalmente podía pasar, desde este espacio se creyó que los serbios, por nivel, convicción y ser locales, podrían revertir la historia. Así fue, nomás. Y de qué manera. El cuarto punto, que el reglamento copero indica que debe enfrentar a los líderes de cada formación para no correr el riesgo de dejarlos para el final y que la serie ya esté definida, resultó claramente favorable a Djokovic sobre Monfils.

Esa inyección anímica, con casi un paseo de Djokovic, levantó la moral del vestuario serbio y golpeó duro al galo, en especial porque se esperaba una mayor resistencia de Monfils, quien no soportó la presión ejercida por el N° 3 del mundo en todas las facetas. Y allí llegó la hora de las durísimas decisiones de los capitanes, cuando pasan a ser realmente protagonistas, en este caso por partida doble, ya que ambos cambiaron a los elegidos para los singles del primer día.

Primero, Bogdan Obradovic optó por Troicki (30°) en lugar de un Tipsarevic sin respuestas en la apertura. Igual, el que fue el héroe final había jugado muy bien el dobles pero luego se había derrumbado y por lo tanto era un duro desafío. Y Guy Forget, el coach galo, eligió al zurdo Llodra (23°), de quien esperó muchísimo más por experiencia, juego ofensivo y el invicto copero individual de este año.

Troicki, con marca personal de 5-5 en singles coperos y 1-3 en 2010, no parecía ser, para muchos, la mejor alternativa. Pero también era cierto que Tipsarevic había dejado enormes dudas en el arranque ante Monfils. En tanto, Llodra (3-3 en individuales en este certamen y 2-0 este año), también cansado tras un dobles extenuante pero a priori mejor anímicamente por ese triunfo, daba la impresión de poder otorgar más garantías que un Simon paciente pero a la vez dubitativo.

Como suele pasar, con "el diario del lunes", varios felicitarán y aplaudirán a Obradovic y otros se opondrán a la decisión de Forget, pero lo cierto fue que Troicki estuvo muchísimo más preciso, frío (en la medida de lo posible) y sólido, con su tenis agresivo, contra un Llodra muy errático, devaluado en lo mental y lo físico, que vivió su peor día, llorando como un niño desconsolado. Así, Troicki se puso la ropa de nueva figura copera y toda Serbia disfruta con una hazaña inolvidable. Felicitaciones.

^ Al Inicio ^