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Todos para uno

MAR DEL PLATA -- Las lágrimas de los jugadores dominicanos, entre ellos Jack Michael Martínez y Charlie Villanueva, decían todo el lunes al mediodía. Edgar Sosa, base armador dominicano, cayó de manera aparatosa en el juego ante Panamá y sufrió una de las lesiones más duras que puede padecer un deportista: fractura expuesta de tibia y peroné en la pierna derecha.

Los gritos desgarradores del jugador, tirado en la cancha, empujaron a que los jugadores de Panamá y Dominicana se unieran en un abrazo, conversaran, uniéndose ante la tragedia y decidiendo matar los 37 segundos que quedaban en el reloj. El público, entendiendo el mensaje, coronó ese gesto de caballerosidad deportiva con un aplauso desde los cuatro puntos cardinales del Polideportivo.

"El vestuario está destrozado. Lo que ha pasado con Edgar ha sido monstruoso para el grupo. Deberemos trabajar sobre la moral y la cabeza de los jugadores. Lo han sentido mucho, porque es un gran chico", señaló minutos después del episodio Leo López, uno de los coordinadores de la delegación dominicana.

El jugador fue trasladado al Hospital Privado Comunidad para limpiar la herida y luego sí pasar por el quirófano. Los periodistas, jugadores y entrenadores se preocuparon en grande por la salud de Sosa en estos días. Tan es así que Danilo Pinnock, escolta de Panamá, le hizo llegar su teléfono al armador dominicano para apoyarlo desde lo anímico, tratando de superar el momento más duro de su carrera.

Esta tarde, luego de la victoria ante Uruguay, los jugadores de Dominicana, incluyendo el cuerpo técnico encabezado por John Calipari, visitaron al jugador en su habitación. Durante el juego, el equipo dominicano colocó la camiseta número 4 de Sosa en el banco de suplentes, exhibiéndola para todos a modo de homenaje.

ESPNdeportes.com, en exclusiva, se acercó al hospital para acompañar al plantel en su visita.

"Está de excelente ánimo, nos pone muy contento poder verlo. Está progresando y eso es muy bueno", señaló Del Harris, asistente de Calipari, al ser consultado.

Sosa se encuentra en la sala de cuidados intensivos del hospital marplatense. En el segundo piso del edificio, los familiares de los jugadores se acercaron para visitarlo y darle su apoyo.

"Estoy muy bien desde lo anímico, sé que la recuperación será muy dura, pero este gesto de mis compañeros ha sido muy importante para mí. Soy positivo, me recuperaré y volveré a jugar. Siento el apoyo de todos en esto y deseo que el equipo alcance la meta de llegar a Londres 2012", dijo Sosa, quien tendrá al menos seis meses de recuperación.

La familia del jugador, que no se encuentra aún en Argentina, llegará el jueves para darle todo su aliento.

"Los animos están bien altos para Edgar, fue muy bueno poder verlo así. Despues de vivir algo inesperado y muy feo, verlo con los ánimos altos es importante. Esperamos que se recupere pronto", dijo Al Horford, centro estrella del equipo, al ser consultado. "El espíritu grupal está un poco mejor porque lo pudimos ver. Nos dijeron que lo operarán y esperamos que esa intervención sea exitosa", completó.

Sosa es un hombre alegre. Vive todos los días con una sonrisa en el rostro y siempre está abierto para bromas. Es por eso que verlo bien significó una caricia para el grupo dominicano, que sintió mucho el golpe de esta lesión.

"Se estuvo riendo con nosotros, nos divertimos mucho. Esperamos que se recupere pronto. Es un valor increíble, tiene mucha alegría, siempre está arriba. Fue importante venir a verlo hoy, nos da mucha energía para lo que viene", dijo Francisco García.

República Dominicana, ya clasificada a semifinales, tendrá partidos ante Puerto Rico y Argentina, en lo que serán dos pruebas de fuego para un equipo que necesita ganar un partido de los llamados importantes.

"Como grupo nos fortalece mucho verlo bien a Edgar. No hemos hablado de la clasificación, sino que sólo hablamos del juego de hoy. Nos pone felices verlo de esta manera", agregó el alero de los Sacramento Kings.

La disciplina de Calipari se conoce en la cancha y se traslada fuera. La idea del básquetbol del bien común, de hacer del juego un todos para uno y no un cúmulo de individualidades, traspasa las fronteras del Polideportivo Islas Malvinas. Todavía le queda mucho por crecer a este equipo, uno de los más talentosos del torneo, pero este tipo de actitudes fortalecen desde la moral y conspiran en la idea de crecimiento como grupo.

Edgar Sosa, y todos los que lo siguen, entienden a fondo el valor de este gesto.

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