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Y así le damos cierre...

LOS ANGELES -- Los atletas podrán envejecer, los nombres y rostros podrán cambiar, pero las historias de los X Games nunca pasan de moda. Giran en torno a los colores (oro, plata, negro y azul) y los números (seis veces, de 12 años de edad, 900s), pero más que nada, durante 18 años han girado en torno a cualidades abstractas, como las agallas. Todos sabemos que no se puede medir el coraje.

Pero se puede medir la altura de un barra desde el suelo, y el viernes por la noche en el Staples Center, un duelo anual entre dos envejecidos y temerarios pilotos de Moto X nos recordó lo que significa tener agallas.

Al entrar en la noche, el record de los X Games de altura en moto era de 37 pies. Matt Buyten lo fijó el año pasado al derrotar a su antiguo rival, Ronnie Renner, y Renner quería recuperar la medalla de oro que había ganado en el 2009. Se deshicieron del resto del grupo después de los cinco saltos, quedando sólo ellos y una barra -- una barra que sólo parecía tener chances de subir más.

Mientras que el evento se desarrollaba, cada hombre soportó golpe tras golpe después de cada impacto, haciendo muecas de una manera que nos hizo temblar. Pero ninguno estaba dispuesto a ceder. Mientras tanto, la barra subió a 42 pies, y luego a 43, 44, 45, 46 y, en última instancia, a 47. Tanto Renner como Buyten parecieron sufrir mucho dolor. Algo que evidentemente preocupó mucho a sus esposas. Sin embargo, ninguno cedió.

Por último, en un regalo de Dios misericordioso, Buyten falló dos intentos consecutivos y ganó Renner. "Yo lo quería más que nunca" dijo Renner. Esperábamos que Buyten quedara destruido por la derrota. En su lugar, sonrió y dijo: "Miré a mi alrededor en un momento dado, y todo el Staples Center estaba de pie. Realmente me hizo apreciar la razón por la que hago esto".

La sensación, por supuesto, es mutua. Miramos los X Games para ver hazañas espectaculares, que desafíen la gravedad, realizadas rozando el borde de lo posible. Pero por encima de todo, los miramos porque sabemos que siempre recibiremos lo mejor de parte de estos atletas.

Esta semana tuvo su cuota de historia, incluyendo dinastías extendidas por un par de sabios técnicos de BMX. El piloto de Vert, Jamie Bestwick, ha hecho una carrera siendo un objetivo, y llegó a Los Ángeles con el mismo título del que ha sido dueño durante los últimos cinco años: el campeón reinante. No importa todas las razones que nos llevaron a creer que este podría ser el año en que alguien lo desafiaría; Bestwick no se inmutó. Ganó su sexta medalla de oro consecutiva -- sólo la segunda vez que alguien lo logra seis consecutivas en la historia de los XG, uniéndose a Tony Hawk y Andy Macdonald en la ahora extinta categoría Vert Skate Doubles -- por un margen difícil de comprender de 14 puntos.

"Todo el mundo viene aquí para acabar con el campeón", dijo Bestwick, dejando al descubierto los colmillos de un campeón. "Hubo rumores de que he pasado los últimos seis meses encerrado en algún campo de entrenamiento especial en las colinas de Pennsylvania, y pensé que si eso es lo que creen, pueden tener uno de mis viejos trucos y voy a empezar a repartir los nuevos después de eso".

Garrett Reynolds tendrá su oportunidad de igualar los seis campeonatos de Bestwick el próximo año después de ganar el oro por quinta vez consecutiva en BMX Street el viernes, dejando atrás a la futura estrella, Chad Kerley.

"Chad estuvo increíble", dijo Reynolds en una entrevista con clase después de su victoria. Si hubiese sido por mí, se lo hubiese dado a él".

El choque de lo joven y lo viejo está siempre a la vanguardia cuando se trata de los X Games, y en la final de Skateboard Big Air, sólo puedes esperar que los jóvenes hayan visto a Bob Burnquist. El eterno showman, Burnquist -- uno de los cuatro atletas que han competido en los 18 X Games -- cojeó debido a una dolorosa lesión en la espalda para superar a cuatro jóvenes menores de 16 años y defender su medalla de oro. Si fue la última que gana aquí, puede haber sido la más memorable. Por supuesto, conociendo a Burnquist, es probable que él lea estas palabras y las use como motivación para ganar otros cinco más.

La redención fue otro tema común alrededor de la aldea X. A pesar de que la decisión del campeón reinante de Skate Vert, Shaun White, de no presentarse dejó mucho que desear en el regreso de Pierre-Luc Gagnon a lo más alto del podio, PLG ha luchado valientemente por todas las medallas que ha ganado en X. Verlo chocar los cinco con sus compañeros leyendas de skate y medallistas de 2012, Bucky Lasek y Andy Macdonald, en el fondo de la rampa vert fue un momento especial entre los muchos de este año.

Al igual que Gagnon, la manera en la que Scotty Cranmer, Pedro Barros, Paul Rodríguez y Alexis Sablone lucharon para recuperar lo que una vez fue suyo -- medallas de oro en BMX Park, y Skate Street masculino y femenino, respectivamente -- demostró lo que todos en la tierra siempre quieren creer: que el hecho de ser derribado no significa que debas permanecer allí.

Ser un campeón también provoca emociones deliciosamente sinceras, y la más memorable de esta semana perteneció al primera vez medallista de oro de Moto X Freestyle, Taka Higashino.

"¡Es una locura!", exclamó. "¡He estado trabajando duro todos los días durante cinco años, pensando: 'Quiero esto, quiero esto, quiero esto", y he pasado toda mi vida trabajando en este sueño de X Games!". Higashino estaba tan emocionado, de hecho, que se le olvidó de que había planeado proponerle matrimonio a su novia si ganaba. (Lo compensó haciéndole la pregunta después de ganar la medalla de plata al mejor truco la noche siguiente).

Por supuesto, ningún X Games estaría completo sin algún tipo de drama con la participación de Travis Pastrana, y el RallyCross del domingo fue el momento. Por desgracia para Pastrana, por segundo año consecutivo, el drama fue más parecido a "Die Hard" que a "Rudy". Su carrera terminó momentos después de que comenzó cuando un pescador de 58 años lo estrelló contra la pared y destruyó su coche nuevo. Mientras se sentó al costado del camino, el mejor piloto del mundo, el novato de X Games, Sebastien Loeb -- que sólo entró después de Pastrana lo desafió en un vídeo de YouTube - dominó la carrera y terminó ganando.

El único consuelo, para Pastrana y todos los fanáticos de X Games, es que TP estará de regreso el próximo año, más hambriento que nunca. Tal como todos sus seguidores.

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