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Por el sueño olímpico

Federer debuta ante Falla, como en Wimbledon 2010 Getty Images

BUENOS AIRES -- Apenas pasaron tres semanas y las puertas de Wimbledon se vuelven a abrir. El césped del tercer Grand Slam del año es ahora protagonista de los Juegos Olímpicos. Tan histórico como llamativo. Sí, cambiaron los colores de las lonas de fondo, no todo es blanco sagrado y el sueño pasa por colgarse una medalla. Allí, Roger Federer es el gran favorito para añadir otra hazaña a su serie de récords y llevarse su pendiente oro individual, mientras que los latinoamericanos tienen un panorama muy difícil en busca del podio.

Ambos cuadros de singles, tanto de los varones como de las mujeres, son de 64 jugadores, es decir, una rueda que los Grand Slam, por lo que hace falta ganar seis partidos consecutivos para consagrarse campeón. Igualmente, ganando cinco encuentros un tenista obtiene una soñada medalla de bronce, ya que debe conseguir cuatro victorias para acceder a las semifinales y, si pierde allí y luego se impone en el desempate, se alza con el tercer puesto.

Ese es un detalle a tener muy en cuenta en esta competencia, ya que habitualmente el tenis tiene un sistema de eliminación directa, con la única excepción del Masters de cada sexo, en el cierre del calendario. Y un ítem para destacar es que los hombres juegan al mejor de tres sets, igual que ellas, ya no como lo hacen en los 'Majors' y la Copa Davis. Esa es una ventaja para cualquiera que enfrenta a una figura y se potencia en césped, lo que le abre la chance de algún batacazo a un gran sacador.

No hay dudas de que, en partidos al mejor de cinco parciales, suele imponerse el mejor, debiendo lograr tres sets. En cambio, "sacarle" dos a un rival de elite ya no es tan complicado para algunos y por eso todos deben estar bien atentos. Si bien el pasto de Wimbledon viene siendo más lento, es la superficie más veloz y eso es un riesgo para muchos, ya que así hay menos margen para una recuperación en un partido, como ocurre en la mayoría de los certámenes de cada circuito.

Esta vez, por el presente, además de los pergaminos en dicho escenario y en su carrera, es Federer el candidato indiscutido. A pocos días de cumplir 31 años, el talentoso, completo y versátil tenista suizo goza como pocas veces -y eso que está acostumbrado a ganar y lograr proezas- ya que viene de igualar el récord de siete títulos en Wimbledon, de ampliar su foja a 17 coronas de Grand Slam y de recuperar el Nº 1 del mundo con marca inusual de 288 semanas en la cima.

Uno de sus grandes enemigos es el escocés Andy Murray, tercer favorito ante la ausencia por lesión del español Rafael Nadal, 3º en el ránking y que no podrá tratar de retener el oro conseguido en Beijing 2008. Habrá un nuevo campeón olímpico en el single masculino y ese honor se lo quiere quitar a Federer el anterior rey, el serbio Novak Djokovic (2º). Igual, Murray, que perdió con el suizo en la final de Wimbledon, está en el sector inferior de la llave y recién puede medirse con Federer en la definición, igual que Djokovic y el francés Jo-Wilfried Tsonga (5º).

Por eso, parece que el camino para Federer debería ser un poco más sencillo, al no tener a especialistas de primera línea en césped, ya que podría cruzarse en semi con el español David Ferrer (4º) o bien el argentino Juan Martín del Potro (8º), debutante absoluto en Juegos Olímpicos. El suizo arranca contra un conocido: el colombiano Alejandro Falla. Esto se debe a que, más allá de estar 5-0 en los choques entre sí, Federer lo venció dos veces en Wimbledon.

La primera vez lo aplastó y en la segunda casi se consuma un golpe terrible, que hubiera sido el máximo triunfo de su vida para Falla. Es que el zurdo colombiano superaba 2-0 en sets a Federer en la primera rueda de 2010, levantó el europeo y recién pudo definirlo fácil en el quinto capítulo. Este antecedente sirve claramente para mostrar la diferencia de juego con esta cita olímpica, por el hecho de que aquella ventaja ya hubiera desembocado en una victoria para Falla.

Lo particular del sorteo fue que, de ganar en el debut, Federer tendrá un rival repetido del Wimbledon reciente, ya que jugaría en la segunda ronda con el francés Julien Benneteau o el ruso Mikhail Youzhny. Con el galo sufrió muchísimo, al estar 0-2 en sets y superarlo en el quinto, mientras que al ruso volvió a ganarle con facilidad, en este caso en los cuartos de final. Y podría enfrentar al español Fernando Verdasco (14º) o el duro sacador luxemburgués Gilles Muller en los octavos.

En cuartos, a Federer puede tocarle el serbio Janko Tipsarevic (7º), quien tiene un exigente debut ante el argentino David Nalbandian, finalista de Wimbledon hace 10 años. Otra opción es el gigante y peligroso sacador estadounidense John Isner (10º). Así las cosas, si está firme y no sufre picos de irregularidad, se presume que el genio suizo se abrirá camino y estará en la lucha en lo más alto del podio. Igual, no debe fiarse, sobre todo por tratarse de partidos más cortos.

En el sector bajo de la llave, la suma de figuras como Djokovic, Murray y Tsonga, más el checo Tomas Berdych (6º), ex finalista en La Catedral, hace pensar que allí la lucha será más dura para instalarse en los cuartos y las semifinales. De hecho, a Murray, por ejemplo, le toca debutar frente al suizo Stanislas Wawrinka, ex top-ten, abanderado de su país y dueño del oro en dobles junto con Federer en Beijing, hace cuatro años.

Entre los representantes de América Latina, una vez más, es Del Potro el que abre más esperanzas, aún siendo conscientes de que es la superficie que menos le sienta a su tenis. Su clave será sacar muy bien y no entrar en extensos intercambios. El argentino se presenta ante el croata Ivan Dodig, le tocaría luego el italiano Andreas Seppi y después ya el francés Gilles Simon (12º) o el ascendente búlgaro Grigor Dimitrov. Y en cuartos aparecería en su horizonte Ferrer, quien eliminó justamente fácil a Del Potro en el reciente Wimbledon, en los octavos.

El caso de Nalbandian es muy exigente, por tener a Tipsarevic en la apertura. Si lo derrotara, le tocaría el croata Ivo Karlovic, letal sacador, duro en pasto, y más adelante Isner. En tanto, otro argentino, Juan Mónaco estrena su condición de top-ten, siendo el 9º cabeza de serie. Y su cuadro también es de riesgo: hace su debut frente al ascendente belga David Goffin y, de ganarle, luego jugaría con el español Feliciano López. Y en octavos ya aparecería Tsonga, quien arranca ante el brasileño Thomaz Bellucci.

Son siete los varones latinoamericanos y dos mujeres, de escasa experiencia, los que tienen el placer de ser de la partida en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En líneas generales, el tenis es un deporte lógico, aunque suelen darse sorpresas y eso puede ser más viable con este sistema de disputa general, al mejor de tres sets. Del Potro, sin ir más lejos, repite que en esta competencia hay batacazos y quiere que sea él u otro sudamericano el que se abra paso nada menos que en este Wimbledon especial.

El certamen femenino muestra a Serena Williams, cuarta preclasificada, como máxima candidata. La estadounidense busca también su primer oro olímpico y llega con su quinto título en Wimbledon como mejor carta de presentación, al obtener su 14º Grand Slam. Debuta contra otra ex Nº 1, como la serbia Jelena Jankovic, pero da la impresión de que avanzaría sin problemas y su probable rival en semifinales sería la bielorrusa Victoria Azarenka, actual líder del ránking. Si se concretara ese choque, se repetiría la semi de Wimbledon de hace tres semanas.

En la zona inferior están la polaca Agnieszka Radwanska (2ª), reciente finalista en Londres, y dos ex campeonas en ese Grand Slam, como la rusa Maria Sharapova (3ª) y la checa Petra Kvitova (6ª). Sólo entre las mujeres puede haber una campeona olímpica repetida, ya que participa Venus, la mayor de las Williams, quien se llevó el oro en Sydney 2000. Igualmente, está muy lejos de su mejor nivel. Ya es hora de salir a la cancha, con una meta enorme con forma de medalla. Y vaya si vale la pena dejar todo por ese sueño supremo.