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MÉXICO -- ¿Hasta dónde resisten el orgullo y la dignidad? Es una pregunta muy complicada y que sólo Mario Carrillo podrá responder. Lo que vimos a su ingreso a la cancha del estadio Olímpico México 68 fue una imagen inédita en la historia del balompié mexicano, que se comentó a lo largo y ancho del territorio nacional, pero la duda está en el aire. La mayoría de los seguidores de nuestro sitio, espndeportes.com cree que Pumas no calificará a la Liguilla del brazo de Carrillo, es más nadie le recuerda como asesor de Hugo Sánchez, ni mucho menos le ven como uno de los forjadores de aquel preciado bicampeonato, por el contrario, se sienten con el enemigo en casa, traicionados y los más radicales, hasta ofendidos. Mario Carrillo lo sabía y mucho lo manejó la prensa antes de ese momento tan difícil para cualquiera, pero no es lo mismo saberlo, que vivirlo, experimentar un rechazo siempre resulta traumático y el Profe mas allá de técnico, es un ser humano. Ni siquiera el beneficio de la duda... ¡El abucheo fue total! Si a eso le añadimos el resultado, el panorama es mas que gris, negro para unos Pumas que no se resignan a perder protagonismo en la Liga y que, tienen unos códigos muy especiales, diferentes a otros equipos, porque jugadores han ido y venido de América a Chivas y viceversa y nunca se les despreció como a Carrillo, y se suponen los equipos de mayor rivalidad en territorio nacional. Pero sólo en Pumas, al parecer, existe esa pasión tan desenfrenada que no perdonan, ni olvidan una traición, o lo que al menos ellos consideran lo es. Ya lo experimentó hace algunos años Salinas que provenía de América, Kikín que se fue con Cruz Azul. Carrillo jamas creyó que sería para tanto, o al menos pensó que podría manejarlo, pero si el rechazo es terrible, en público se magnifica y destroza, es despiadado. Ahora enfrentan nada menos que a Chivas, otra prueba de fuego, porque además de la creciente rivalidad, hay un sector de esas porras radicales que viajan por todo el país detrás de los universitarios y estarán haciendo un marcaje personal al técnico. Y si ya Pumas tiene encima la presión del resultado, sumar este factor no hace una ecuación favorable al equipo. Y buscar culpables no será más importante que encontrar soluciones... ¿Acaso sacrificarán a Carrillo? Es muy temprano para decirlo, pero si ya Alberto García Aspe aceptó que fue un error su primer decisión, es decir traer a Joaquín del Olmo, que se quedó como coloquialmente reza el refrán "como el perrito de las dos tortas" es decir sin ningún equipo al cual dirigir, ¿Quién va a pagar por el error de contratar a Carrillo? Y ojo, hay que aclarar que no estamos evaluando el trabajo de Mario Carrillo, de hecho 90 minutos no bastan, aquí el tema es la decisión de contratar a un técnico que perdió identidad con la afición puma, que es muy quisquillosa, muy celosa como hoy lo documenta estupendamente en su crónica, nuestra compañera Mac Resendiz . ¿No lo dimensionó Alberto García Aspe o la decisión viene de más arriba? Tal vez pensaron que dejando pasar el primer partido y el descanso por fecha FIFA, la afición se acostumbraría a verlo como DT y llegarían a Ciudad Universitaria con la noticia digerida... Pero no, si una porra es extremadamente apasionada y no olvida, esa es la de Pumas. Por si les quedaba alguna duda, ahí quedo la estampa del domingo en CU... No se si me estoy adelantando, pero Mario Carrillo lleva sobre sus hombros un pesado lastre que tal vez, no lo deje avanzar, y de acuerdo a la información que se generó en el campamento universitario, hubo pláticas a puerta cerrada con el técnico. Y no hay que ser muy inteligente para saber que ante todo, la directiva lo sacrificará en aras de lograr resultados favorables o quitarse la presión, a menos que Carrillo logre por encima de todo, resultados tan impresionantes, que no les deje mas opción que respetarlo y respaldarlo. Y entonces habría que preguntar, ¿Cuál es el verdadero enemigo en casa para Pumas?
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