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Café espresso

ROMA - Otra vez más, Italia perdió un amistoso. Es la séptima vez en doce encuentros de esta tipología desde el agosto del 2010, es decir desde que Prandelli tomó el mando. Una estadística totalmente contraria al andamiento de la Azzurra en partidos "serios", es decir es esos en los que hay puntos en palio o algo más: en esos, la Nazionale fue derrotada apenas una vez, en la final de la Eurocopa.

Estos números explican claramente la mentalidad del Comisario Técnico, quien utiliza evidentemente los amistosos para probar esquemas y nuevos jugadores, aprovechando así para estimular jugadores jóvenes o los que deben aún demostrar nivel internacional. Además, de esta manera el entrenador se demuestra "políticamente correcto", porque a turno les da descanso a los hombres que ya juegan bastante con sus respectivos clubes.

En este contexto, en el que Prandelli "nos enseñó" a perder sin mirar al resultado, sino a la performance y al proyecto al que se le está apuntando, ante Francia el pueblo italiano tragó un bocado que debía ser muy amargo pero que, en cambio, dejó una sensación casi dulce en la boca, como un buen café "espresso", fuerte y delicado al mismo tiempo. Veremos en detalle lo que convenció en este partido y lo que no e intentaremos explicar porque una derrota puede ser recibida con una sonrisa, hasta en un país extremadamente crítico y duro como Italia.

EL EQUIPO DEL FUTURO
Los ojos de Prandelli ya están en Brasil 2014. Faltan casi dos años y unos cuantos partidos de eliminatorias, aún, pero el entrenador, como los buenos jugadores de ajedrez, mueve sus piezas pensando a lo que va a pasar en tres, cuatro o hasta cinco movidas después.

Así, pensando en el equipo del futuro, el "cittí" (que en Italia está por Comisario Técnico) otra vez más convocó una serie de jóvenes promesas del Calcio, que en realidad habría que considerar ya actuales puesto lo bien que están haciendo todos. La misión más importante era la de evaluarlo a Verratti, muchacho que llegaba de una experiencia en Serie B pero que se está luciendo en el fútbol francés.

Bajo la sabia guía de uno como Ancelotti, el pequeño "cinco" está creciendo con pasos de gigante y mostró todas sus potencialidades ante los Blues, en un partido en el que tuvo la personalidad de hacerse cargo del balón y hasta de pretender que las jugadas pasaras por sus pies,tal y como hace Pirlo.

Así, la Azzurra no sintió mucho la ausencia de su fenomenal volante y pudo desarrollar un juego bello, rápido e inteligente como le gusta a su entrenador. Por encima, el chico tuvo tanto aporte en el medio también sobre el plano defensivo que Montolivo pudo desprenderse un poquito y pararse bastante alto sobre la cancha, factor que determinó el 1 a 0.

A propósito del gol, fue anotado por el otro jovencito de esta selección, que es uno de los jugadores que sin duda alguna (suerte a parte) formará parte del grupo azzurro que viajará a Brasil. El Shaarawy, en efecto, está luciendo la piel del campeón, de la grande estrella, con un periodo brillante en el que ya anotó 10 goles, y por ahora es el único sostén que tuvo Milan para salvarse de un fracaso total y vergonzoso.

Es increíble que un muchacho de apenas 20 años (recién cumplidos), por encima a su segunda temporada en la máxima categoría, tenga la capacidad técnica y mental de ponerse un club del peso del Diávolo al hombro. Como si no alcanzara, metió un gol contra Francia en su segundo desafío con la selección. Más allá de todas las opiniones posibles, la simple verdad es que este chico es un predestinado. Es muy probable que sea uno de los protagonistas del próximo mundial.

A parte las performances de estos dos chicos, convenció el experimento del 4-3-3, gustó mucho Balotelli, especialmente por los movimientos junto a El Shaarawy, y Prandelli ahora sabe que tiene otra alternativa de juego sin tener que tocar la sólida base del trío sobre el círculo central.

DEFENSA DÍA NO
Italia no concedió mucho, pero tampoco convenció en defensa. Eso es bastante preocupante, porque esa fue la única línea teóricamente titular, en la que se pararon cuatro expertos "veteranos" como Maggio, Barzagli, Chiellini y Balzaretti.

Es cierto que el equipo se relajó un poco, consciente de los experimentos, pero jugadores de ese calibre saben que cada experimento sale aún mejor con la alegría de un triunfo, por lo que debían hacer más.

Como ya es costumbre, el punto débil fue la derecha, por donde Maggio otra vez más demostró todas sus dificultades a la hora de jugar marcador de punta, con toda la cancha adelante. Hay que considerar que el alero de Nápoli está jugando algo mal también en campeonato, en la posición que prefiere, pero sea como sea los hechos nos cuentan de otra ocasión en la que el jugador falló.

En eso equivocó un poco también Prandelli, tal vez, porque hubiese sido el caso de darle descanso a Barzagli, quien se vio algo trabado y poco lúcido. Fue una lástima que la retaguardia no jugara como sabe, porque hubiese alcanzado poco para ganar. En efecto, con toda probabilidad, si la Azzurra hubiese aguantado el resultado por un poco, en cambio de sufrir el empate enseguida, el triunfo hubiese estado casi asegurado.

Ese relajamiento es otro factor que preocupó un poco y es uno de esos detalles en los que el técnico azzurro deberá trabajar con mayor atención. Porque más allá de la actitud general por un partido que para Italia fue amistoso en todos los sentidos, ese tipo de episodios son como una alarma que suelen marcar actitudes y comportamientos generales de los jugadores: la manera en la que se reacciona a un gol, hecho o sufrido, suele ser siempre la misma, hasta en un entrenamiento.

Por el resto, desilusionó un poco Candreva, porque jugó demasiado nervioso y la remera le pesó un poco. Son cosas que pasan y que a menudo pasan un poco desapercibidas, en jugadores con poca experiencia internacional, pero que todos notan más (y por eso se hacen más pesadas) si en la cancha hay dos chicos de veinte años que la rompen y juegan como si siempre hubiesen vestido la Azzurra.

Veremos si Prandelli sabrá administrarlo a este jugador muy interesante especialmente sobre el plano táctico, porque capaz de jugar en casi todas las posiciones desde la línea de volantes para adelante.