Martín Ignacio Campana 11y

Un 2012 con 59 Pumas en la mira

BUENOS AIRES -- Tras el cierre de la ventana internacional en Dublín, Los Pumas concluyeron la temporada 2012, que será recordada por siempre como un punto de inflexión para el rugby argentino. Con el debut en el Rugby Championship y los distintos tests en junio y noviembre, la nueva era quedó establecida. La recurrente lucha por un drástico cambio en el calendario tuvo sus frutos y el 2012 será para todos el año en que Argentina comenzó a tener los deseados doce partidos anuales.

El trabajo de Santiago Phelan, con su staff técnico y la dirigencia de la UAR, fue enfocado para una etapa distinta, única e impredecible. Doce partidos en la más alta competencia, un desafío para la estructura de nuestro rugby. Planificación, desarrollo y ejecución, tres puntos fundamentales para adaptarse al nuevo proyecto.

La ecuación era previsible. A mayor cantidad de partidos, mayor convocatorias de jugadores. Al trabajo realizado por la UAR en los últimos años, le llegaba su prueba de fuego. El Plan de Alto Rendimiento fue una herramienta fundamental para la conformación de los distintos planteles. También, los jugadores contratados por la UAR tenían la posibilidad de aprovechar su oportunidad, con metas cercanas y tangibles.

En el global, Santiago Phelan convocó alrededor de sesenta jugadores para afrontar el Rugby Championship y las ventanas internacionales de junio y noviembre. Muchos de ellos confirmaron su proyección, algunos se adueñaron de la titularidad en puestos claves y otros todavía buscan su camino.

El plantel citado para junio -partidos con Italia y Francia (2)-, no podía contar con jugadores de clubes europeos que luego serían convocados al Rugby Championship. Por tal motivo, sólo nueve apellidos estuvieron en las tres etapas de esta temporada. Estos fueron: Julio Farías Cabello, Tomás Leonardi, Leonardo Senatore, Martín Landajo, Manuel Montero, Tomás De la Vega, Tomás Cubelli, Bruno Postiglioni -todos contratados por la UAR- y Eusebio Guiñazú, sin club.

En este primer grupo se basan algunas de las mayores expectativas a futuro. Aunque, sin duda, dos de estos se destacaron por encima del resto: Martín Landajo y Eusebio Guiñazú. El primero, en principio, estaba por detrás de Nicolás Vergallo y Agustín Figuerola, pero terminó siendo el medio scrum titular del equipo, afianzándose en pleno Rugby Championship. En cuanto al hooker, tras la partida de Mario Ledesma, todo indicaba que Agustín Creevy sería el dueño de la vacante. Pero la ventana de junio y la inoportuna lesión del platense -previo al RC- jugó a favor del mendocino, que nunca soltó la número dos. Otro, con minutos y buena performance, fue Tomás Leonardi, quien se dio el gusto de marcar tries frente a Australia e Irlanda.

Parte de la base del seleccionado, en la RWC 2011, aún perdura y rinde cuando le toca saltar al campo. Es el caso de Marcelo Bosch y Santiago Fernández en el centro de la cancha, y de Manuel Carizza y Patricio Albacete en la segunda línea. Puestos puntuales, para un análisis mayor.

Con Felipe Contepomi anunciando que no participaría del Rugby Championship, pero confirmando presencia en junio, el centro de la cancha quedó, casi exclusivamente, en manos de Santiago Fernández y Marcelo Bosch. Más allá de alguna prueba sin éxito con Rodríguez Gurruchaga, el esquema sólo se modificó en noviembre. La vuelta de Felipe y Gonzalo Tiesi -tras su lesión en el Mundial-, posibilitó la rotación del doce y el trece del equipo, al menos momentáneamente.

En la segunda línea, el buen desempeño de Albacete y Carizza, quizás escondió algún inconveniente mayor en lo que a recambio se refiere. Ante la ausencia de alguno de ellos -en noviembre, Albacete no participó por lesión- existió un comodín llamado Julio Farías, y también Tomás Vallejos. Este último, sin tanto rodaje en el seleccionado. Los inconvenientes en el line se acrecentaron en las últimas presentaciones, y deberá ser un punto clave a solucionar para lo que viene. Pensando en el futuro Tati llamó al joven Juan Cruz Guillemain para la última gira, y si bien no sumó minutos, es una apuesta que seguramente en 2013 sí tendrá roce. Mariano Galarza, lesionado en la Vodacom, no pudo ser parte del plantel estable este año y buscará revancha en el próximo. Esteban Lozada regresó a la mira del head coach, luego de una ausencia de dos temporadas, jugó en junio y estuvo convocado para la gira por Europa, aunque una lesión lo marginó. El que ya no estará en el horizonte Puma es Santiago Guzmán, quien no seguirá jugando al rugby por una nueva lesión grave en la cervical.

Tal vez, el sector en donde Los Pumas han sufrido, recientemente, las bajas más importantes es en la primera línea. El retiro de Rodrigo Roncero, sumado al alejamiento en 2011 de Mario Ledesma, han renovado los nombres en esa posición. El experimentado Marcos Ayerza tomó sin problemas el hueco que dejó Rorro post Championship y Juan Figallo siguió firme en el equipo, con el anteriormente mencionado Guiñazú. Con algo de roce en cancha, Francisco Gómez Kodela, Juan Pablo Orlandi, Nahuel Lobo, Maximiliano Bustos y Bruno Postiglioni, aparecen como el posible recambio. También Juan Gómez, con presente en el PlAR y llamado de urgencia para cubrir bajas en noviembre. Otros que estuvieron en nóminas fueron Andrés Bordoy y Pablo Henn.

En cuanto al estratega del equipo, es probablemente el punto a confirmar. La vuelta de Juan Martín Hernández para el Rugby Championship –no participaba desde 2009 en Los Pumas- generó grandes expectativas. Lo cierto es que le costó encontrar su nivel, tuvo algunos problemas físicos y terminó siendo full back en los duelos de noviembre. Por su parte, Nicolás Sánchez –campeón de la Vodacom Cup en 2011- se abrió camino, fue el apertura en el empate ante Sudáfrica, en Mendoza, y se apoderó de la titularidad en la ventana de noviembre, con una aceptable labor y alta eficacia a los postes. En junio, Phelan también probó a Benjamín Urdapilleta e Ignacio Mieres, con presentes prometedores en las ligas europeas.

El panorama se completa con una tercera línea de gran trabajo defensivo y con las mejores variantes del seleccionado. Juan Martín Fernández Lobbe, Juan Manuel Leguizamón y Julio Farías, como titulares, tienen el respaldo de Leonardo Senatore, Tomás Leonardi y Tomás De la Vega, preparados para estar cuando se los precisa. También estuvo Álvaro Galindo, aunque las lesiones otra vez le complicaron la continuidad. Con proyección aparece el mendocino Rodrigo Báez, que jugó en la ventana de invierno.

Para 2013, la intriga quedará instalada en el fondo de la cancha, donde nadie parece poder hacerse dueño del lugar. Mientras Gonzalo Camacho y Horacio Agulla alternan con Juan Imhoff en las puntas, la número quince continúa en pugna. Lucas González Amorosino pareció ganarse el lugar en el Mundial, pero un mal comienzo en el Championship le brindó la plaza a Martín Rodríguez Gurruchaga. El rendimiento de ambos fue irregular, luego Gurruchaga se lesionó, y en noviembre, el puesto volvió a ser de Amorosino. Aunque, en el último test, quedó en manos de Hernández, precisamente, en el partido con peor desempeño defensivo de Argentina en el año. Joaquín Tuculet, con mucha participación en junio y en noviembre, pocos minutos pero efectivos, se perfila como una opción muy interesante. También, como pasó con Guillemain en la segunda línea, el DT se dio el gusto de tener bien cerca a Santiago Cordero -18 años-, quien brilló en Los Pumitas y en Pumas 7´s y pinta para crack.

Phelan probó, como la situación ameritaba. Vio a cincuenta y nueve jugadores en acción, y si a eso se le suma el trabajo de Daniel Hourcade con Pampas y Jaguares, como así también lo que se hizo con Los Pumitas que rápidamente dio jugadores a los seleccionados mayores, la base se amplió enormemente. El 2013 traerá nuevos desafíos: la consolidación del sistema de juego, un Rugby Championship que promete ser mucho más duro y los tests de junio y noviembre, que volverán a dar la chance de ver más opciones. La nueva era comenzó y el 2012 fue el fiel reflejo.

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