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Camino al 10

BUENOS AIRES -- El 13 de diciembre próximo la Asociación Argentina de Polo (AAP) comenzará el estudio de las nuevas modificaciones de hándicap, que saldrán a la luz un par de jornadas más tarde.

El verdadero proceso comenzó con el año calendario, sin embargo con un sistema tan subjetivo como el de los hándicap del polo, son solo cinco las fechas que dividen al cielo de la tierra.

Más allá que para el común de los polistas el proceso de ascenso y descenso de valorización comienza en sus clubes y finaliza en una comisión de la AAP; para esa elite de jugadores que participa de la Triple Corona, más la clasificación y, el "Abierto Argentino B", llamado Cámara de Diputados, la historia es distinta.

Allí ya no hay clubes que pidan modificaciones de hándicap, y nadie de las actuales y pasadas Comisiones de la AAP, quiere o ha querido a lo largo de su historia ser parte de algo tan subjetivo como votar a criterio personal si algún jugador deberá alcanzar la gloria máxima de este deporte o volver a ser mortal.

Más allá de subcomisiones y encuestas a ex y actuales jugadores, lo que queda en las retinas de la Comisión son las definiciones de zonas y la final de Palermo, y como un recuerdo emotivo las finales de Tortugas y Hurlingham.

Hoy se dirá que no. Pero ganar Palermo le representará a La Dolfina mantener los 40 goles de hándicap; tanto como a Pilará, llegar a la final le redituará en ascender.

Así sigue la lista y el juego en el cual por ejemplo Ellerstina se quedará en 38 goles o en caso de éxito, Mariano Aguerre volverá a tener 10.
Y Nicolás Pieres, ¿llegará a 10?, o será el nuevo Benjamín Araya, aquel que en una misma temporada ganó el Intercolegial y Palermo, pero como tenía 17 años quedó en 9. Total tendrá tiempo para llegar. El tiempo pasó y nunca llegó.

Una y otra vez ese es el camino que han recorrido los cientos, en realidad miles de jugadores desde que en la Argentina la River Plate Polo Association decidió adoptar el sistema de hándicap.

Desde entonces 43 fueron los jugadores que en la Argentina llegaron a ese logró personal tan especial como tener el hándicap perfecto.
Las etapas fueron bien distintas y así se atravesaron momentos de Comisiones pro alcistas, a otras casi reñidas con la injusticia para con algunos jugadores.

Aún hoy se escuchan las anécdotas que indican que Manuel Andrada, "el paísano", ganador de seis Abiertos de Palermo con cinco equipos distintos e integrante de la Selección Argentina, no llegó a 10 goles porque no hablaba ingles.

Casi del mismo modo, el "conde" Andrés Gazzotti, oriundo de Trenque Lauquen, prolífera zona polera, sólo llego a 9, aunque fue considerado durante años el mejor polista argentino.

Ya más cerca en el tiempo se recuerda el clásico entre Coronel Suárez y Santa Ana.

Todos los coroneles, Harriott y Heguy llegaron a la cima, y de hecho fueron el primero de los equipos en la historia de este deporte en llegar a sumar 40 goles de hándicap.

Por el lado de Santa Ana, ha su tiempo fueron llegando a 10 Francisco y Gastón Dorignac, Daniel González, integrante de la primera etapa, y hasta el mexicano Guillermo "Memo" Gracida; sin embargo y a pesar de ganar Palermo, y ser parte del hasta aquí mayor clásico del polo mundial, Héctor "Cacho" Merlos nunca fue 10.

Casi como una retribución histórica, el menor de los hijos de "Cacho", Agustín Merlos, si llegó 10, sin haber alcanzado una final de Palermo.

Claro que aquí se tomo en cuenta sus dotes de goleador implacable; así como en su momento se juzgó el gran talento de Gonzalo Tanoira, el otro 10, que nunca conquistó el Abierto Argentino.

Palermo entra en cuenta final pero no sólo se busca a un campeón, también cual emperador en el Coliseo la AAP será la dueña del pulgar que marcará el cielo o el infierno.

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