<
>

Más vale tarde que nunca

LAS VEGAS -- A Juan Manuel Márquez por le "hizo justicia la revolución".

Después de tres intentos fallidos por derrotar a Manny Pacquiao, por el sábado el boxeador mexicano se quitó una de las más grandes jetaturas en la historia del boxeo.

Y los hizo de manera contundente, con un nocaut que quedará marcado para la posteridad, como una de las más victorias más elusivas y sorpresivas de la historia.

"Mas vale tarde que nunca", afirmó Márquez. "Me siento feliz, por mi equipo, por todos los mexicanos. Este es el resultado del trabajo duro de toda una vida".

Sorpresiva no porque haya ganado, sino por la forma en que se consiguió: Con un golpe fulminante contra un boxeador cuyo anterior nocaut había sido en 1999 y que jamás cayó por la boca por delante de la manera tan contundente.

"Manny estaba tirando golpes", dijo Márquez. "Contragolpé cuando Manny me tiró, lo conecte y terminó la pelea. Lo agarré… Gracias al trabajo, esfuerzo y estar picando piedra aquí están los resultados".

Ahora para Márquez el abanico de posibilidades es amplio, como señaló su promotor Fernando Beltrán horas después de la pelea.

Pero está claro que el retiro para Márquez ni siquiera es opción. Tiene que aprovechar la explosión que tendrá, ya sea mediática, económica y deportiva.

Uno de los planes futuros podría incluir un enfrentamiento contra Brandon Ríos, a quien se supone debió enfrentar el pasado 14 de junio en el Cowboys Stadium.

Otro será buscar un rival que sea de prestigio, porque al mismo tiempo que el cronómetro marcaba 2.59 segundos del sexto asalto cuando conectó a Pacquiao, también comenzaba la cuenta regresiva para un boxeador que en el 2013 tendrá 40 años de edad.

"Está en perfectas condiciones físicas y anínimicas", dijo el entrenador Ignacio Beristain. "Juan Ma va al gimnasio todos los días con la misma ilusión que un 'novatito'. Está bien y sabe lo que quiere".

Un quinto combate contra Pacquiao sigue como posibilidad, aunque lejana, de acuerdo a algunos de sus allegados.

Pero quizá sería justo si el ex campeón mundial filipino pide una oportunidad de revancha. Él se la dio a Márquez en tres ocasiones.

"Vamos a descansar, a platicar con la familia y vamos a ver qué viene", apuntó Márquez. "Por ahora no pensamos en otra pelea…".

Márquez rechazó adelantar su futuro, incluso tampoco descartó el retiro, algo que para algunos involucrados con el deporte de los puños tampoco sería mal visto.

Pero que es poco probable tras la demostración que dio el 8 de diciembre, una fecha que quedará marca como histórica para muchos aficionados la boxeo, sin importar la nacionalidad.

El mexicano demostró que el boxeo es más cerebral que físico. Dio una cátedra técnica, de valor y de pundonor.

Sacó el golpe preciso en el momento más adecuado, cuando muchos pensaban que Márquez tendría suerte si la pelea seguía al menos un par de rounds más; cuando era claro que estaba lastimado, con una nariz fracturada y que la sangre fluía por su cara.

Muchos en la arena, incluidos periodistas, temían que el combate, la batalla, como dijo Márquez que sería, podría ser detenida en su contra.

"Estábamos trabajando esta mano", explicó. "Yo dije que el cambio por mínimo que fuera seria importante y así fue".

"En este tipo de peleas la inteligencia es importante", agregó. "La inteligencia fue la que nos saco adelante".

Por lo pronto, Márquez será recibido como un héroe nacional en su país; es muy probable que el miércoles, cuando regrese, sea recibido con los honores casi de un jefe de estado hasta por el presidente.

"Mas vale tarde que nunca", manifestó. "Me da mucha emocion. Hicimos un trabajo excepcional durante cuatro meses y medio y la verdad es que trabajamos para esto".

"Ahora veremos qué sigue…".