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Ofensiva en serie

BRISTOL -- La Semana 15 prometía mucho. Seis partidos incluirían equipos ya campeones de división, u otros que todavía tenían posibilidades de serlo. No quiero decir que la jornada defraudó, pero sólo tuvimos dos partidos que cumplieron con las expectativas: Pittsburgh vs Dallas y San Francisco contra Nueva Inglaterra. En estos encuentros vimos grandes jugadas ofensivas y defensivas, pero fueron jugadas en equipos especiales las que definieron ambas justas.

Pittsburgh-Dallas no tiene el matiz de los años '70s, cuando ambos equipos dominaban sus conferencias. En esa década Dallas llegó al Super Bowl cinco veces ganando dos, mientras que Pittsburgh se coronó campeón cuatro veces, dos de ellas venciendo a los Vaqueros. Se enfrentaron una vez más en el Super Bowl XXX después de la temporada 1995, en el que por fin Dallas pudo ganar el partido final ante su "coco".

A pesar de que estas franquicias representan once títulos de la NFL, seis de Pittsburgh y cinco de Dallas, la rivalidad ha venido a menos en los últimos quince años. Para que una rivalidad exista y vibre ambos equipos tienen que ser protagonistas. Desde 1997, Pittsburgh ha cumplido con su parte habiendo llegado al campeonato de conferencia seis veces y al Super Bowl tres, coronándose campeón en dos ocasiones. Dallas tiene sólo una victoria en postemporada desde entonces.

Recientemente, la rivalidad de Pittsburgh ha sido contra Baltimore, y la de Dallas los Gigantes de Nueva York, aunque Washington amenaza con retomar el puesto que tuvo en los '70s. De cualquier manera, el partido del domingo evocó los clásicos de antaño.

Ambos equipos llegaron cojeando con bajas importantes, sobre todo en sus defensivas. La defensiva de Dick LeBeau no ha sido la misma desde que sufrieron la baja de Ike Taylor. James Harrison, LaMarr Woodley y Troy Polamalu son sólo una sombra de lo que pueden ser. Por su parte Dallas extraña a Jay Ratliff, Sean Lee y Bruce Carter. DeMarcus Ware no es tan efectivo jugando con un hombro lesionado. Ofensivamente, Pittsburgh no puede establecer un ataque terrestre consistente ni proteger a Ben Roethlisberger con una línea parchada. Dez Bryant, jugando con un dedo índice fracturado, soltó muchos pases, pero anotó un TD.

Todo parecía indicar que Pittsburgh, a pesar de no estar jugando al nivel que espera Mike Tomlin, tomaría el control del partido. Adelante en el marcador 24-17 después de anotar dos TDs consecutivos, recibían un despeje para lo que sería una serie ofensiva para buscar cerrar el partido. Cuando parecía que se escapaba Antonio Brown, Victor Butler forzó un balón suelto que Dallas recuperó en la yarda 44 de Pittsburgh y aprovechó la oportunidad para empatar. Dudo que este partido hubiera alcanzado la prórroga sin este cambio de dirección.

¿Qué les depara a estos equipos? Pittsburgh recibe a Cincinnati en un partido de vida o muerte para ellos. Sin Ike Taylor, un esquinero que neutraliza al mejor receptor del rival, la defensiva de Pittsburgh pierde agresividad. Keenan Lewis ha jugado bien, pero no al nivel de Taylor.

No estoy seguro tampoco que Troy Polamalu esté ayudando o perjudicando a su equipo. La defensiva de pase ha venido a menos con él en la alineación.

Esto no incluye tacleadas que está fallando Polamalu.

Aclaro que los números de la defensiva con Polamalu están influenciados por la ausencia de Ike Taylor. Me pregunto cómo serían estas cifras con Will Allen jugando en lugar de Polamalu, quien es un fuera de serie cuando está en plenitud de facultades, pero en este momento no está al 100 por ciento.

Es desconcertante escuchar las críticas de Ben Roethlisberger a la selección de jugadas de Todd Haley. Este tipo de comentarios públicos dividen a equipos. Mike Tomlin es un entrenador que no permite distracciones de esta índole. Anticipo que Tomlin va a retomar el control de su equipo como lo hizo hace dos semanas antes del partido en Baltimore. Cincinnati es un duro rival, pero que todavía le falta creer que puede competir con los grandes. El domingo tienen su oportunidad.

Dallas va a tener que depender de su ofensiva, en particular de Tony Romo. Después del partido contra Washington, Romo ha lanzado seis TDs y sólo una intercepción en un pase sin consecuencias contra Cincinnati. Este domingo enfrentan a una de las ofensivas más potentes de la liga en Nueva Orleans en lo que seguramente será un duelo ofensivo. Romo tendrá el apoyo de una línea que parece haber encontrado la combinación ideal. Doug Free, quien había tenido un año pésimo como tackle derecho, fue substituido por Jermey Parnell durante el partido contra Cincinnati. Tan pronto ingresó, Romo tuvo tiempo para completar pases y remontar un marcador adverso de nueve puntos. Contra Pittsburgh, Romo sufrió sólo una captura y pudo completar 30 de 42 pases para 328 yardas ante la mejor defensiva de pase de la liga. Al que le gusten los duelos a la ofensiva, que sintonice los siguientes dos juegos de Dallas.

San Francisco continuó con su tendencia esquizofrénica esta temporada. No concibo cómo un equipo que dominó ofensiva y defensivamente a Nueva Inglaterra durante 50 minutos no le haya podido ganar a un equipo tan inconsistente como San Luis. Pero esa es la realidad de los '49s del 2012. El potencial que tienen es para convertirse en un equipo de dinastía y dominar la NFL en los próximos cinco años, pero por el momento, es tan sólo potencial.

Nueva Inglaterra cometió muchos errores y tuvo varias entregas de balón. Decir que San Francisco ganó este partido debido a los errores de los Pats sería una GRAN injusticia hacia los '49s Hay mucha diferencia entre los errores que se cometen por falta mala ejecución, falta de disciplina o por errores mentales. Eso no le pasa a los Patriotas. Los errores que cometieron fueron FORZADOS por la defensiva de San Francisco, hoy en día, la más férrea de la NFL. Durante dos cuartos y medio marcaron de manera individual a los receptores de los Pats y presionaron constantemente a Tom Brady.

Ofensivamente confundieron constantemente a la defensiva de Bill Belichick. Usaron formaciones que indicaban acarreo para completar pases profundos. Utilizaron la velocidad de Colin Kaepernick para usar optativas y para lanzar pases que sólo un número limitado de QBs tienen la potencia y el toque para completar.

Lo desconcertante de este equipo fue el cambio de mentalidad cuando estaban 28 puntos adelante en el marcador. Dejaron de presionar a Brady y a sus receptores buscando administrar el partido. Contra Tom Brady y la ofensiva de los Pats esto es un gran error que permitió que se esfumara la ventaja que tenían. De no ser por el regreso de kickoff de LaMichael James después que Nueva Inglaterra empató el partido, los '49s estarían peleando el título de su división contra Seattle el próximo domingo.

Respecto a Kaepernick, es evidente el nivel de talento que tiene. Tuvo un gran partido por 50 minutos. Después se le vio nervioso. El TD de la victoria fue más bien una gran jugada de Michael Crabtree que un gran pase de Kap. Se notó inseguro e impreciso bajo presión cuando Nueva Inglaterra empezó a presionar y San Francisco no pudo controlar ofensivamente el ritmo del partido. Perdió cuatro veces el balón en el intercambio con el centro. Esto se debe a que en Nevada nunca jugó bajo centro, y es algo que si no corrige, será costoso en postemporada.

A Kaepernick le falta demostrar que puede jugar bajo presión y remontar en situaciones adversas. Alex Smith lo hizo cinco veces en 2011. Sigo pensando que Smith les da la mejor posibilidad de ganar el Super Bowl ESTE AÑO. La diferencia es que con Smith podrían ganar quizás sólo un campeonato. Con Kaepernick se pueden convertir en dinastía y ganar varios, y eso, asumo, es lo que ve Jim Harbaugh.

Un comentario final respecto al Washington vs Cleveland. Debió haber sido desconcertante para Jimmy Haslam III, el nuevo dueño de los Cafés, ver como Washington derrotó a su equipo en casa con un QB seleccionado en la cuarta ronda que iniciaba por primera vez en su carrera, y con un corredor que llegó en la sexta. Brandon Weeden, seleccionado en la primera ronda, no pudo brillar ante una de las defensivas de pase más porosas de la liga. Por su parte, Kirk Cousins lanzó para 308 yardas y dos TDs contra una de las defensiva de pase más sólidas. Trent Richardson, el sexto jugador escogido en el draft de 2012, logró sólo 28 yardas en once acarreos comparadas con las 87 de Alfred Morris. Tanto Morris como Richardson anotaron dos TDs.

Por eso Mike Holmgren, quien nunca fue buen directivo, fue despedido.

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