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¿Big Ben perdió toque ganador?

PITTSBURGH -- En el Aniversario Nº 40 de la "Inmaculada Recepción", surgen interrogantes respecto a si la magia de Ben Roethlisberger en los momentos críticos de los partidos también ha pasado a la historia.

En dos jornadas consecutivas, Roethlisberger ha perdido el partido para los Pittsburgh Steelers al lanzar intercepciones. Lo hizo en tiempo suplementario ante los Dallas Cowboys hace una semana. Lo hizo este domingo ante los Cincinnati Bengals con 14 segundos por jugar en el partido.

"Deberíamos estar [encaminados a los playoffs] si no fuera por mí", declaró Roethlisberger después de la derrota del domingo que eliminó a los Steelers de la postemporada.

Así que, ¿dónde está el Roethlisberger que ha dirigido 29 series anotadoras para el triunfo? ¿Dónde está el mariscal de campo que ha entregado 22 remontadas en el último periodo?

Quizás Roethlisberger no ha perdido su magia. Quizás simplemente no ha recuperado su salud.

Antes de que sufriera una seria lesión en las costillas el 12 de noviembre, los Steelers se encontraban 6-3 y Roethlisberger estaba teniendo estadísticas de JMV. Había completado el 66 por ciento de sus pases con 22 touchdowns y apenas cuatro intercepciones. Su índice de pasador estaba en 105. De esos seis triunfos, Roethlisberger condujo dos remontadas de último cuarto, ante los Philadelphia Eagles y New York Giants.

Después de perderse tres encuentros a causa de la lesión, Roethlisberger no ha lucido igual, por lo cual los Steelers se han ido 0-3 desde su retorno. Ha completado el 54 por ciento de sus pases con seis touchdowns y cuatro intercepciones. Su índice de pasador descendió hasta 82.5.

Este domingo, esencialmente dio a los Bengals 10 puntos con los playoffs en disputa. Roethlisberger fue interceptado para touchdown en el primer periodo porque nunca vio al esquinero Leon Hall detrás de su ala cerrada Heath Miller. Luego voló un pase por encima de Mike Wallace y hasta los brazos del profundo Reggie Nelson cerca del medio campo, preparando el gol de campo de la victoria para Cincy.

"hicimos las cosas que nos dieron la oportunidad de ganar, pero yo lo estropeé", admitió Roethlisberger. "Necesitan mejor nivel de juego del mariscal de campo".

Después de la intercepción del domingo pasado en Dallas, Roethlisberger colocó parte de la culpa en las jugadas mandadas. Después de este domingo, supuestamente se acercó a varios de sus compañeros y se disculpó por defraudarlos.

Lo que Roethlisberger probablemente nunca admitiría es que la lesión está afectando su juego. Roethlisberger y el entrenador en jefe, Mike Tomlin, no inventan excusas. Solamente sabremos si Roethlisberger ha perdido su toque hasta la siguiente campaña, cuando el juego esté en la línea y sobre sus hombros.

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