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Agotan las entradas del Superclásico

MAR DEL PLATA -- Miles de hinchas de Boca y River hicieron filas de hasta ocho cuadras durante largas horas en cada uno de los dos puntos de venta de plateas para el superclásico Boca-River en Mar del Plata el sábado próximo hasta que por la tarde se agotaron, dejando a cientos de simpatizantes con las manos vacías y masticando bronca contra los organizadores.

Por más que sea un amistoso la vuelta de Carlos Bianchi y Ramón Díaz a la conducción de Boca y River, respectivamente, llevó a que gran cantidad de gente buscara una entrada para asitir a la cita.

A media tarde y a poco de agotarse las plateas el titular de la organización, Albino Valentini, salió a anunciar que se decidió televisar el partido también para Mar del Plata, con el objetivo también de atenuar el malestar de aquellos que se quedaban sin una entrada.

"En 35 años que organizamos los torneos de verano, nunca vimos tanta gente para comprar una entrada para el Superclásico. Para mi es porque estarán Bianchi y Ramón Díaz", evaluó Valentini desde la sede del club Kimberley, puesto de venta de 8 mil plateas para hinchas de Boca.

Otro tanto fueron vendidas en la sede de la Liga Marplatense, sobre la avenida Colón casi Independencia a los hinchas de River.
En total más de 31 mil entradas fueron vendidas para el clásico. Las populares se agotaron en un santiamén la semana pasada en la venta electrónica.

Entre ambos puntos de venta hubo más de quince cuadras de cola en busca de una platea.
La mañana nublada y templada ayudó para aguantar la espera de los hinchas en pos de conseguir las plateas y los palcos que se pusieron a la venta, ya que las populares volaron en cuestión de horas días atrás en venta electrónica.

No obstante una mujer sufrió una descompensación mientras realizaba la cola.ð Las plateas, a precios que van de 220 a 280 pesos y palcos a 500 pesos, comenzaron a venderse desde las 10 en dos puntos de la ciudad.

Frente a la sede de la Liga local se instaló el adelantado hincha de River a las 11 de la mañana del miércoles para pasar casi todo un día frente a la sede para asegurarse una de las plateas.

En tanto, gran parte de hinchas, sea de Boca como de River comenzaron a llegar por la tarde y noche del miércoles, con lo cual fueron varios cientos los que pasaron la noche a la intemperie.

Policías bonaerenses custodiaron las filas frente a ambas sedes, haciendo rondas constantes, pese a lo cual no pudieron hacer nada contra algún que otro colero, que, según dijeron en la fila, cobraban cien pesos para poner el cuerpo en la espera.

Las sospechas y los murmullos de bronca se daban cuando los compradores veían que una persona reemplazaba a otra.

Cerca de las 16 apareció Valentini ante la prensa avisando que quedaban plateas para los que esperaban en los primeros cien metros, cuando la hilera superaba tres cuadras. Muchos se fueron tras pasar casi diez horas en la fila en vano. Pasadas las 17.30 se agotaron las entradas para Boca y con el correr de los minutos pasaba lo mismo en River.

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