Rodrigo Azurmendi 11y

LeBron maravilla a todos por igual

LOS ÁNGELES -- En el mundo del deporte hay talentos que, justo cuando comenzamos a acostumbrarnos a admirarlos, de manera directa y sin pasar por la etapa del asombro, son capaces de redefinir los parámetros y dejarnos a todos anonadados.

LeBron James es uno de ellos, y esta semana fue un mero recordatorio de que nada es imposible y de que los límites se inventaron para ser superados.

El miércoles, en el marco de una imponente victoria sobre los Golden State Warriors en la siempre difícil Oakland, el alero se convirtió en el jugador más joven en la historia de la NBA en alcanzar la barrera de los 20,000 puntos.

Con apenas 28 años y 17 días, King James pulverizó la marca en menos de 10 temporadas completas y dejó boquiabiertos a propios y extraños.

"Obviamente es histórico", comentó Dwyane Wade. "Todo el crédito va para él por lo que consiguió y lo hubiera hecho antes si no hubiera decidido juntarse conmigo y con Chris [Bosh]. Es increíble y seguramente no durará mucho. Es un gran logro".

Udonis Haslem, un símbolo de la franquicia floridana, confesó que a pesar de haber compartido más de dos campañas con el estelar aún le cuesta creer sus proezas.

"Siempre me sorprendo", aseguró. "Cuando estoy sentado en el banco miro algunas de las cosas que hace y todavía me impresiona. No hay nada que no pueda hacer en la cancha y estoy feliz de que esté de nuestro lado".

Por si fuera poco, y casi como anécdota, James también alcanzó durante el mismo partido las 5,000 asistencias, que sumadas al mismo número de rebotes conseguido en noviembre lo convierte en solo uno de 12 jugadores en toda la historia en lograr dicha combinación.

Wade no escatimó elogios hacia su compañero de ruta.

"Muestra el tipo de jugador que es", resumió. "Tener todos esos puntos y asistencias y también rebotes. Es un jugador completo y de los mejores que ha visto este deporte".

HISTORIA EN VIVO

La noche del jueves, en el STAPLES Center de la ciudad de Los Ángeles tenía el marco de un gran encuentro, que enfrentaba la supremacía de los actuales campeones con las urgencias de la franquicia predilecta de la liga.

Sin embargo, casi desde el salto inicial quedó claro que no sería una noche más y que la velada ofrecería esa sensación única e impagable de presenciar un hecho histórico sucediendo en vivo y frente a tus ojos.

James tuvo un comienzo feroz, digno del actual Jugador Más Valioso, pero lo más particular fue que continuó elevando su nivel hasta un llegar a un desenlace salpicado de destellos mágicos.

El alero acabó con 39 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias, números estratosféricos para cualquier mortal pero terrenales cuando se los menciona en la misma oración con su elástica número 6.

"Oh, una actuación increíble, pero lo hace consistentemente", resumió el mismísimo Kobe Bryant. "Es un jugador fenomenal. Es uno de los mejores que hayamos visto".

Sin embargo, lo más resonante fueron los últimos minutos, justo cuando los Lakers culminaron su remontada.

A falta de 7:46, Pau Gasol decretó el empate en 78 unidades, pero acto seguido James, con la sangre caliente y la mente fría encestó un bombazo desde el tope del arco para silenciar un estadio a punto de explotar.

A partir de ahí, 'El Rey' anotó o asistió en 14 de los últimos 18 tantos de su equipo, incluyendo una maniobra en la que se arrojó al suelo para capturar un rebote largo para, segundos después, encontrar a Ray Allen solo en un triple en transición.

"La mejor jugada de toda la seguidilla fue esa del rebote largo que quedó suelto", concluyó el piloto del Heat Erik Spoelstra. "Esa es la epítome de lo que es LeBron. Lo que sea necesario para ganar un partido de baloncesto, eso es lo que está dispuesto a hacer".

Eso es precisamente lo que hizo y es lo que más miedo les genera a sus rivales.

Esto es porque James no es solo un anotador, un creador o un gran defensor. Es todos ellos, y en el mismo envoltorio.

Acostúmbrate, pero solo bajo tu propio riesgo.

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