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Clasicazo

MADRID -- Como viene ocurriendo últimamente Real Madrid y Barcelona ofrecieron un espectáculo único. El entretenimiento está asegurado con ambos. Al terminar el partido la gente se quedó con ganas de más.
Los 90 minutos pasaron volando. La intensidad, velocidad y el derroche físico fue descomunal. Cada uno en su estilo y con sus armas. El Barcelona desde la pelota y la posesión y el Real desde la fuerza y la fe.

Lo peor de todo fue el resultado. El 1-1 final no reflejó lo que se vio en el campo, porque ambos merecieron muchos más goles. El problema fue que en está ocasión ninguno estuvo acertado de cara a puerta por raro que parezca. El empate deja todo abierto para la vuelta el próximo 27 de febrero.

De inicio todo pintaba para que Cristiano Ronaldo y Messi fueran las estrellas del partido después de sus exhibiciones del pasado fin de semana. Sin embargo ni uno ni otro estuvieron finos. Pasaron más bien desapercibidos. Las figuras fueron otras. Por parte del Real Madrid el madridismo asistió al descubrimiento de Varane como un central colosal. El francés siempre que jugaba lo hacía bien. Nunca había fallado. Pero en este partido no sólo no falló sino que además se convirtió en el mejor jugador del Real, con diferencia.

El partidazo de Varane abre las puertas de salida en el próximo verano a Pepe. Con 30 años, seguramente, el Madrid intentará la venta del portugués. Ya no le necesita teniendo a este joven que apunta a ser un defensor de talla mundial.

La otra buena noticia del Real Madrid estuvo en Özil. El alemán atraviesa un momento de forma espléndido. El Barcelona se le suele dar bien y está vez no fue una excepción. Mesut ofreció un recital de técnica y precisión en los pases. Y lo mejor es que se echó el equipo a las espaldas. La frialdad de la que se le acusaba no está siendo tal desde que empezó el año. Está de dulce.

El Barcelona tuvo en Piqué a su futbolista más destacado en defensa. Su partido fue colosal, igual que el de Puyol. Este tándem estando bien físicamente pasa por ser el mejor del mundo. En ataque el actor principal fue Iniesta. El manchego ofreció un curso de técnica y precisión con la pelota. Lástima para el Barcelona que sus pases no los aprovechasen sus compañeros.

Este partido viene a confirmar el buen momento de forma en el que están los dos equipos. En esta línea ambos son aspirantes a todo. A partir de ahora es cuando empieza lo de verdad. Ya no vale fallar. El Real Madrid sin nada que hacer en la Liga basa su temporada en lo que pase en la Copa y la Champions. Para ello debe seguir el camino de las últimas semanas. Si continúa de esta manera es candidato a poder lograr la Copa de Europa y la Copa del Rey. El Barcelona, igual. En los momentos claves saca todo su potencial competitivo. A este nivel es favorito en todas las apuestas para lograr todos los títulos.