Gustavo Goitía 11y

Argentina ganó el dobles y sueña

BUENOS AIRES -- Para el recuerdo. Inolvidable victoria lograron David Nalbandian y Horacio Zeballos en dobles sobre Michael Llodra y Julien Benneteau y así Argentina se puso 2-1 ante Francia, por los cuartos de final de la Copa Davis. Las más de 6.000 personas que fueron al Parque Roca porteño terminaron con el corazón y la garganta calientes, desafiando al frío y el cielo en general gris, con escaso sol, para presenciar un triunfo histórico frente a una de las parejas más fuertes en esta competencia.

En tres horas y tres minutos de acción, Nalbandian y Zeballos se impusieron por 3-6, 7-6 (3), 7-5 y 6-3 para darle a Argentina la primera ventaja parcial de 2-1 frente a Francia en un choque copero. Hasta aquí, los albicelestes, en distintas décadas y escenarios, perdieron las cinco series jugadas ante los franceses y siempre quedaron en desventaja luego de la segunda jornada, ya sea 1-2 o bien perdiendo directamente la eliminatoria. Por eso, también, se trató de una hazaña memorable, en la serie N° 27 de Nalbandian en la formación argentina, quedando a dos del récord de Guillermo Vilas.

Fue un partido muy cambiante, con idas y vueltas realmente extraños por cómo se dieron algunas situaciones y con los dueños de casa siendo más oportunistas a la hora de aprovechar las posibilidades de quiebre. El arranque tuvo irregularidad por parte de ambas parejas, pero el único sólido, muy firme con su saque y en los cruces en la red, fue el más ofensivo Llodra. Marcó la diferencia, por oficio y experiencia, siendo el único de los cuatro jugadores que no sufrió ningún break-point en contra en el primer set. Es más: sólo él dispuso de tres games de servicio, contra dos de los demás. Ya Zeballos empezó padeciendo, con dos dobles faltas, levantando un chance de quiebre en el segundo juego del encuentro. Enseguida, Benneteau quedó 15-40 con el propio, cuando el zurdo local ya había conectado tres globos perfectos hasta ese tercer game del partido.

Siguió la paridad y llegaron manteniendo los servicios hasta el octavo. Allí la dupla gala le rompió el saque a Nalbandian -otra vez más estable y confiable con la devolución que con el saque- y acto seguido el zurdo francés retuvo el suyo sin ceder un solo punto para liquidar el primer capítulo en 42 minutos. Por entonces, se trataba de un golpe de autoridad de la dupla visitante, que por rodaje y antecedentes había llegado a este choque con el favoritismo sobre sus hombros. Estaban 4-2 como pareja y Llodra con récord de 19-7 en dobles coperos.

En el segundo parcial, Zeballos continuó bastante firme con su saque y la tendencia fue similar al primer set, con la única diferencia de que en general todos fueron más regulares en sus juegos de saque, manteniendo con relativa comodidad. Empezó a mostrarse un poco mejor Nalbandian, sin todavía la calidad que se le conoce y que sacó a relucir recién en el tercer capítulo de la tarde. En el 10° game no la pasó bien Llodra con su servicio por primera vez este sábado, pero supo ponerle el moño hasta que desembocaron en el tie-break.

Se pusieron 2-2 y después el dobles de los dueños de casa, con la mano prodigiosa de Nalbandian y algunas pinceladas oportunas de Zeballos se escapó hasta adelantarse 6-2. Luego Benneteau dejó una volea en la red y el set, tras 52 minutos, quedó en poder de los argentinos por 7-3 en la muerte súbita. Ese golpe se supuso que agrandaría a los locales y sería un sacudón para los europeos, más allá de que no hubo una distancia clara en el nivel de ambas parejas. Además, se produjo un envión anímico lógico para el público, que en la tarde fría sufría no sólo la baja temperatura sino también viendo a los franceses con cierto dominio de la situación.

Cambió Francia el orden de los sacadores, no empezando esta vez Llodra, como pasó en los dos primeros parciales y también lo hizo Argentina, ya que arrancó Nalbandian. Pero nada de lo pensado se reflejó en la cancha, porque en el cuarto game la dupla visitante rompió el servicio de Zeballos y llegó a ponerse 4-1 arriba. Salvó Nalbandian un break-point en contra en el sexto juego y el marcador quedó 2-4. Enseguida mantuvo Llodra y los galos se adelantaron 5-2. Y allí llegó el punto de inflexión del partidazo de dobles, porque se dio una circunstancia muy especial y creció anímicamente la pareja albiceleste, conducida a esa altura por un Nalbandian encendido, derrochando su talento y capacidad, dejando los errores previos para empezar a ser la manija.

Con el saque de Zeballos, los galos tuvieron dos set-points y, en el segundo, Nalbandian le pegó un pelotazo de smash a Llodra (pegado a la red) en la espalda y el galo ni se dio vuelta ante la palmada del cordobés y su intención de disculparse. Parecía set para la dupla visitante y el resultado quedó 3-5, ante la incredulidad de todos los espectadores, los locales y ni qué hablar de los visitantes. Luego fue a sacar Benneteau, él y su compañero fallaron en la red, y los argentinos consiguieron el primer quiebre de servicio del partido para descontar y estar 4-5. Ya suelto Nalbandian, sorprendiendo adelante, se cruzó muchísimo e hizo levantar a los hinchas de los asientos con sus voleas y toques. Otro break en el 11° game, por primera ocasión sobre Llodra, para que luego Zeballos lograra el propio y los locales ganaran el parcial en 56 minutos.

Entonces, se pasó, en pocos minutos, del 5-2 y dos chances de liquidar el set para los visitantes, para que los dueños de casa se adjudicaran cinco games al hilo y definieran 7-5. El estadio del Parque Roca se "venía abajo", la gente alentaba y se sacaba el frío de encima. Y por si algo le faltaba a Nalbandian para crecer más, tuvo la colaboración estupenda de Zeballos, que mejoró con apariciones muy oportunas, desatado, con una confianza enorme, para dejar inmóviles más de una vez a los galos. En el quinto juego del cuarto set los argentinos consiguieron otro rompimiento, en ese caso sobre el saque de Benneteau, y lo repitieron en el noveno para sellar un triunfo memorable, inolvidable, de esos que dejan una huella en la historia. Y para quedar la dupla local 3-0 en este certamen.

Ahora Argentina se puso a sólo un triunfo de avanzar por novena vez en los 12 últimos años a las semifinales. Si concreta el boleto, su rival sale entre Kazajistán y República Checa (el campeón está 2-1), en ambos casos como visitante. Primero Juan Mónaco debe enfrentar al único top-ten actual de este cruce, Jo-Wilfried Tsonga. En caso de que gane el francés, el pasaporte a semis se resolverá en el dramático quinto punto, con seguramente Carlos Berlocq por un lado y la gran duda sobre si Gilles Simon, con una molestia en la espalda, será de la partida o bien lo reemplazará Benneteau, a priori más regular en arcilla, o bien la experiencia y el tenis ofensivo de Llodra. Se viene un cierre de película, con mucha tensión a cuestas.

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