ESPN.com (Traducción) 11y

El dividendo por Greinke

Lorenzo Cain de Kansas City pinta una figura imponente en la caja de bateo y luce con gracia al buscar elevados en el jardín central, por lo que el gerente Dayton Moore le gusta referirse a él como un "planeador". Pero si los cazatalentos que llegan dos horas antes al estadio para un partido a las 7 pm quieren realmente ver un espectáculo, es mejor que le bajen un poco a sus expecativas. Cain produce demasiados batazos débiles cuando está en la jaula de bateo.

"Lorenzo tiene mucho talento para jugar béisbol, pero si lo observas en las prácticas de bateo, podrías terminar pensando, 'Whoa'", dijo el manager de los Reales Ned Yost. "No es un buen bateador en las prácticas. Todo lo contrario".

Alcides Escobar, el campocorto de Kansas City, es un defensor fluído con un brazo de Grandes Ligas. Además es el tipo de jugador cuyo impacto no se puede apreciar con apariciones esporádicas. El narrador de los Reales Jeff Montgomery, que también es el líder de todos los tiempos en la franquicia en salvamentos, llegó a esa conclusión desde la cabina de transmisión la pasada temporada. Mientras más Montgomery miraba a Escobar, más se encontraba pensando sobre su estable y poco apreciado ex compañero, Greg Gagne.

"Hasta que no llevas un tiempo en la liga, la gente no se da cuenta de lo bueno que eres. Pero al tener la oportunidad de verlo jugar tantos partidos, es evidente que es un torpedero de nivel superior", dijo Montgomery sobre Escobar. "Hace jugadas inteligentes. Tiene mucho instinto. No trata de forzar las cosas cuando no puede. Se ha convertido en un jugador completo".

Mientras los Reales siguen lidiando con altas expectativas de conseguir su primera temporada ganadora desde el 2003, el enfoque continúa estando sobre Eric Hosmer y Mike Moustakas, nombres estables en la franquicia como Alex Gordon y Billy Butler (también conocido como "Country Breakfast"), y el renovado, James Shields al frente de la rotación de lanzadores.

Pero si los Reales tienen planificado competir por un puesto en la postemporada, su fortaleza en la parte media podría ser un factor significativo. Todo comienza con el receptor venezolano Salvador Pérez, un pelotero con una combinación de brazo fuerte y bateo de poder, y que además tiene un entusiasmo por el juego que es contagioso. Coloquen en la ecuación un torpedero talentoso y un jardinero central con multiples herramientas, y el equipo de Yost tiene oportunidad de estar bien posicionado a largo plazo.

Los Reales le tienen que agradecer a su operación internacional de escuchas por tener a Pérez. Cain y Escobar son producto de sus cazatalentos, y Zack Greinke.


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Han pasado 28 meses desde que los Reales hicieron un cambio que alteró la dirección de la franquicia, enviando a Greinke y Yuniesky Betancourt a Milwaukee por Escobar, Cain y los lanzadores de liga menor Jeremy Jeffress y Jake Odorizzi. Los Reales vendieron a Jeffress a Toronto en noviembre, y los Azulejos lo colocaron en asignación la semana pasada. Odorizzi pasó un año en el sistema de fincas de los Reales antes de que Moore lo enviara a Tampa Bay con Wil Myers como parte de un cambio en temporada baja que trajo a Shields y Wade Davis a Kansas City.

Dado el potencial que Escobar y Cain han desplegado y el rol que Odorizzi jugó en ayudar a Kansas City a mejorar su pitcheo, Moore no tiene razones para arrpentirse del cambio. Por el contrario, él no podia esperar mucho más.

"Nosotros no ibamos a hacerun cambio que no hiciera sentido solo porque teníamos un jugador que quería irse de Kansas City", dijo Moore. "Nosotros queríamos estar seguros de que fuera un acuerdo justo. Somos muy consistentes con nuestras expectativas con cada equipo con el que hablamos. Queríamos enfocarnos en nuestros jugadores en el medio del diamante – receptores, torpederos, jardineros centrales. Esos son los jugadores que apreciamos".

Los abridores de élite son noticia cuando llegan al mercado de cambios, pero en raras ocasiones producen grandes dividendos. Desde finales del 2007, Johan Santana, CC Sabathia, Roy Halladay, Cliff Lee (tres veces), Dan Haren (dos), Jake Peavy, Roy Oswalt yd R.A. Dickey han sido cambiados por un total de 37 prospectos, Joe Saunders y J.A. Happ. Solo uno de esos prospectos, el jardinero de Colorado Carlos Gonzalez, se ha convertido en un Todos Estrellas. Brett Anderson, Michael Brantley y Carlos Gómez son jugadores buenos y productivos, y solo el tiempo díra en lo que se convertirán jugadores como Tyler Skaggs, Patrick Corbin, Anthony Gose, Travis D'Arnaud y Noah Syndergaard, por nombrar algunos.

Solo consideren el historial de cambios alrededor de Lee, uno de los mejores lanzadores de su generación. Ha sido cambiado tres veces, y los nombres que trajeron esas transacciones fueron Carlos Carrasco, Jason Donald, Lou Marson, Jason Knapp, J.C. Ramírez, Tyson Gillies, Phillippe Aumont, Matthew Lawson, Blake Beavan, Josh Lueke y Justin Smoak. Hagan una respiración profunda y piensan sobre esa lista de nombres por un momento.

En ese context desalentador, Moore tuvo que enfrentar algunos desafíos adicionales para tratar de obtener un valor justo por Greinke. Al entrar a la temporada 2011, Greinke no estaba lo suficientemente content en Kansas City por lo que decidió cambiar de agentes para ayudar a facilitar un cambio. Además él tenía una cláusula limitada de no cambio que le permitía bloquear transacciones a 15 equipos, así que los Reales se quedaron con un universo limitado de pretendientes.

Washington parecía un destino natural, con el lanzador Drew Storen, el jugador del cuadro Danny Espinosa y el receptor Derek Norris entre los nombres que se mencionaban en las especulaciones. Vigilantes, Dodgers y Azulejos expresaron interés en Greinke, y los Yankees también metieron un dedo en el agua a pesar de sus conocidas preocupaciones por los problemas de ansiedad del lanzador.

El gerente de Milwaukee Doug Melvin emergió rapidamente como el socio de cambios más motivado que pudo encontrar Moore, ya que Prince Fielder entraba a su último año de contrato, y el dueño Mark Attanasio estaba em modo de ir por todo en el 2011.

"Doug Melvin sabía lo que estaba entregando", dijo Moore. "Ellos tenían que hacer lo que tenían que hacer. Pienso que ese era un gran cambio de béisbol. Mirándolo desde aca, si fuese yo el que estaba en la posición de Milwaukee, habría intentado hacer el mismo tipo de acuerdo".


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Cain, 26, está intentando recuperar el tiempo perdido. Criado en el pequeño pueblo de Madison, Fla., pasó sus años formativos ayudando alrededor de la casa mientras su madre soltera, Patricia, tenía dos trabajos para ayudar a la familia. Nunca jugó béisbol organizado hasta su segundo año en la secundaria, y no se ganó un puesto como regular hasta su último año. Sin embargo, los Cerveceros vieron suficiente promesa en él como para seleccionarlo en la ronda 17 del sorteo del 2004. Lo firmaron con un bono de $100,000 en abril de 2005 luego de pasar un año en el Tallahassee Community College en Florida.

La gerencia de Milwaukee tuvo mucha paciencia con Cain, asegurándose de que jugara una temporada complete en cada parade de su cadena de desarrollo. Cain amasó grandes totales de ponches en las menores, pero también tuvo oportunidad de refinar su swing y de aprender la zona de strike. De acuerdo con FanGraphs, Cain le hizo swing a apenas el 19.4 por ciento de los pitcheos fuera de la zona de strike en sus primeros ocho juegos esta temporada. Si sigue trabajando con los conteos, podría ser peligroso.

"No tiene un swing excepcionalmente largo, y no puedes sacarlo de out solo haciéndole lanzamientos rompientes, lanzamientos rompientes, lanzamientos rompientes", dijo Yost. "Tienes que trabajar con él ahora para sacarlo de out.

"Realmente me acuerda a un Mike Cameron. Cuando Mike estaba caliente, destrozaba la pelota. Pero cuando estaba frío, le podías lanzar rectas por el medio del plato, y las fallaba. Lorenzo Cain no es así. Cuando está caliente, rayos, conecta las líneas más violentas que jamás verás".

Pero algo siempre parece llegar a detener el impulso de Cain. En 2011, los Reales bloquearon su ruya hacia las Mayores al conseguir en cambio a Melky Cabrera. El año pasado, Cain estaba impulsado por una gran primavera. Pero apenas cinco juegos después de comenzada la temporada, chocó con una pared al hacer una atrapada para salvar un partido y se lastimó la ingle izquierda. Además en septiembre se desgarró el flexor de la cadera izquierda y la corva derecha, por lo que las lesiones en las piernas lo limitaron a apenas 61 juegos.

Cain sabe que tiene reputación de fragilidad. Él encuentra eso un poco injusto dado el hecho de que pasó cuatro temporadas en las menores con 500 apariciones o más al plato. Pero trabajó tiempo adicional para enmendar eso en el invierno, viajando al menos una vez por mes a Kansas City desde su hogar en Florida para ejercitarse bajo la supervisión de los entrenadores de los Reales.
Cain también está más enfocado en la nutrición luego de casarse en octubre. Su novia, Jenny, participa en competencias de bikini, así que él no es el espécimen físico más impresionante en su propia casa.

"Tengo que mantenerme en forma para seguir a la par con ella", dijo riéndose Cain.


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Escobar, también de 26 años, ha recorrido un largo camino desde que firmó con los Cerveceros a los 17 años en su natal Venezuela. Medía 6 pies 1 pulgada y pesaba 155 libras en aquel momento – unas 40 libras menos de las que tiene ahora. "Los escuchas de Milwaukee comparan a Escobar con un joven Tony Fernández, con un físico esbelto y aptitud para hacer las jugadas en el terreno", según escribió la revista Baseball America en el 2005.

A Yost, quien era manager de Milwaukee cuando Escobar y Cain estaban subiendo en el sistema de fincas de los Cerveceros, siempre le gustó la forma de batear de Escobar porque "sus manos trabajaban y se mantenía atrás en la pelota". En Kansas City, Yost ayudó al crecimiento de Escobar al mostrar fe en él al final de los partidos, cuando habría sido más fácil sacarlo por un bateador emergente. Los Reales estaban en modo de desarrollo, así que Yost se podia dar el lujo de dar un paso atrás y mirar al escenario completo.

Mientras llenaba su físico, Escobar se concientizaba más sobre sus fortalezas y sus limitaciones como bateador. Su promedio subió de .235 a .254 a .293 en las últimas tres temporadas. Una mirada más allá de los números en la superficie revela un alto porcentaje de rodados, menos elevados y un promedio más alto de pelotas en juego. Escobar ha trabajado para mejorar su toque de peloita, y tuvo éxito en el 87,5 por ciento (35 en 40) de sus intentos de robo de base en el 2012.

El trabajo con el guante le llega de forma natural. En el 2011, Escobar se ubicó tercero entre los torpederos en MLB en la estadística de carreras salvadas de la Biblia del Fildeo. Cuando sus compañeros lo observan jugar, ellos ven un sentido en la posición que no se puede capturar con estadísticas avanzadas.

"Cada día hace una jugada que te deja como, 'Wow'", dijo Butler. "Sabemos que lo puede hacer. Y pronto todo el mundo lo sabra también".

El tiempo sigue su marcha. En un periodo de cinco meses, Greinke dejó a Milwaukee por los Angelinos mediante cambio, y luego firmó contrato de $147 millones con los Dodgers como agente libre. Le estaba yendo bien hasta que Carlos Quentin de San Diego se enredó a pelear con él en el montículo y le rompió la clavícula.

Mientras tanto, Alcides Escobar y Lorenzo Cain siguen haciendo lo mejor que pueden para avivar la parte media de la alineación de los Reales. Si siguen progresando de la manera en que lo esperaban Moore y Yost, pronto dejarán de ser el pequeño secreto de Kansas City.

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