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Una década de amaños en El Salvador

EL SALVADOR -- Casi tres semanas atrás, Víctor Turcios habló en exclusiva con ESPN en Baltimore. Tras la eliminación de El Salvador en la Copa Oro, el capitán se convirtió en el primer jugador de 'la Selecta' que se expresó abiertamente sobre las versiones que relacionan desde hace tiempo al seleccionado salvadoreño con los amaños de partidos vinculados a las apuestas ilegales. La selección, en palabras de Turcios, "está implicada en este tipo de situaciones lamentables".

El año pasado el programa E:60 Deportes describió el accionar de un grupo mafioso con raíces en Singapur, dedicado al arreglo de resultados deportivos en el fútbol internacional. El empresario Wilson Raj Perumal era el 'cerebro' de esa banda que consiguió comprar la voluntad de varios futbolistas para arreglar el marcador final de al menos tres partidos de El Salvador entre 2010 y 2011.

A través de una de sus 'empresas-pantalla', Perumal consiguió firmar un contrato con la Federación Salvadoreña de Fútbol para organizar partidos amistosos para 'la Selecta'. A cambio de una suma de dinero en efectivo, la FESFUT cedió a la firma Exclusive Sports la posibilidad de elegir el rival, el escenario y el árbitro de los encuentros de fogueo. El fruto de ese acuerdo fue el duelo frente a Costa Rica, disputado en Ciudad Quesada el 12 de octubre de 2010.

En ese reportaje de E:60 Deportes Carlos Méndez Cabezas -presidente de la federación- admitió ante las cámaras de ESPN que esa fue la única vez en la que la selección salvadoreña estuvo bajo la órbita de los grupos criminales con raíz en Asia. Sin embargo, la presencia de los 'match-fixers' singapurenses puede detectarse en el amistoso que el equipo nacional perdió en Tampa frente a Estados Unidos en febrero de 2010 y en el partido de la Copa Oro 2011 en el que los cuscatlecos fueron derrotados por México por 5-0.

Lo sorprendente es que la relación entre Wilson Raj Perumal y El Salvador podría ir mucho más allá de los partidos amañados en los últimos tres años. Investigaciones llevadas a cabo por la FIFA demostrarían que esta historia en común comenzó hace casi diez años en el corazón de África.

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En 2003 Roger Barberena era el director de la FESFUT. A fines de ese año anunció que un "un combinado de varios equipos" del fútbol salvadoreño volaría a Zimbabue para disputar dos partidos frente a la selección de ese país, que se preparaba para la Copa Africana de Naciones de 2004. En documentos internos de la federación, ese conjunto fue denominado como Isidro Metapán reforzado, pese a que ningún jugador de los Jaguares integró el plantel que viajó hasta Harare. Bajo la dirección del técnico Ricardo Guardado, futbolistas de los clubes Luis Ángel Firpo, Chalatenango, FAS, Arcense y Alianza emprendieron el viaje a África. Entre ellos estaban Gilberto Murgas, Víctor Velásquez, Dagoberto Portillo, Guillermo García, Gerardo Burgos, Helman Monterrosa, Edwin Carranza y Ernesto Góchez, actual coordinador de selecciones de la federación salvadoreña.

Tras hacer escala en Miami y Londres, el Isidro Metapán reforzado llegó en las primeras horas de 2004 a Harare, donde fue recibido como 'la Selecta', porque la federación de Zimbabue creía que había contratado a la auténtica selección de El Salvador. El partido del 4 de enero en el National Sports Stadium iba a servir de ocasión para estrenar las nuevas camisetas del equipo africano, provistas por la firma ítalo-norteamericana L-Sporto. De la mano de Felix Sapao, un ex DJ nacido en Malawi, la empresa textil firmó un convenio con la federación de Zimbabue (ZIFA) para, además de fabricar su uniforme, organizar una serie de partidos amistosos y brindar asesoramiento técnico. Durante la pasada década L-Sporto firmó convenios similares con las federaciones de Ghana, Kenia, Zambia y Liberia.

En 2012 el periódico The Standard de Harare publicó que Chris Eaton, ex jefe de seguridad de FIFA, entregó un informe a la comisión que investigó una larga serie de ilícitos en la federación de Zimbabue. El documento estableció que Wilson Raj Perumal y sus colaboradores habían conseguido infiltrar y corromper el fútbol de ese país desde finales de la década de los noventa. Eaton, hoy director del Centro Internacional para la Seguridad Deportiva, sospecha que Perumal estuvo involucrado en la organización del amistoso entre los futbolistas salvadoreños y la selección africana. De acuerdo con la publicación, el nombre de la empresa Footy Media (una de las compañías usadas como pantalla por el sindicato mafioso singapurense en varias regiones del mundo, incluyendo a América Latina) figura en el contrato firmado entre L-Sporto y la ZIFA.

El 4 de enero de 2004 el Isidro Metapán reforzado salió a la cancha con una camiseta blanca con distintivos azules y la inscripción "ES" sobre el pecho, imitando el uniforme oficial de la selección de El Salvador. La prensa local, los 20.000 espectadores presentes, la ZIFA, la FIFA e incluso la BBC creyeron que Zimbabue se medía ante 'la Selecta'. Luego de que en el descanso los futbolistas cuscatlecos se amotinaran en su vestuario reclamando el pago de los 5.000 dólares que el federativo Roger Barberena y el promotor colombiano George González habían prometido antes de partir de San Salvador, el partido finalizó con un empate sin goles.

Ese fue el primer y único partido de la selección fantasma salvadoreña en Zimbabue. El segundo compromiso pactado nunca se disputó. Algunos periodistas de Harare, tras consultar la web de la FESFUT y hablar con sus colegas salvadoreños, pronto descubrieron la estafa perpetrada. Sin embargo, el falso El Salvador no fue el único seleccionado apócrifo que trabajó en beneficio de la mafia de los amaños. En 2009 el equipo de Monomotapa (campeón de la liga de Zimbabue) se presentó en Malasia como la selección nacional de su país para jugar dos amistosos organizados por un sindicato de apuestas. Y en 2010 un falso representativo de la federación de Togo llegó a Manama para jugar un partido de fogueo ante Baréin. Los tres partidos están llenos de indicios y pruebas que llevan a Wilson Raj Perumal y a dos de sus colaboradores más cercanos: Anthony Santia Raj y Gaye Alassane, dos fixers de intensa actividad en casos de amaños en el continente americano.

Desde 2011 en adelante, Perumal ha cumplido condenas en Finlandia y Hungría. En octubre del año pasado 15 personas fueron sancionadas de por vida por los casos de corrupción vinculados a la federación de Zimbabue. FIFA abrió hace al menos 24 meses una investigación sobre los partidos de la selección salvadoreña bajo sospecha. Pese a las pruebas acumuladas, ningún castigo concreto ha sido decretado desde Zurich hasta ahora. Así como en 2004 nada se hizo con el llamado 'Caso Zimbabue', los casos 'Tampa', 'Ciudad Quesada' y 'Copa Oro 2011'. y el muy reciente episodio del amistoso frente a Venezuela de mayo de este año -todos ellos marcados con el sello de la mayor organización de amaños en el fútbol internacional- continúan impunes.