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Un gran inicio de los Juegos

SOCHI - La espectacular Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno, en Sochi, será recordada porque uno de los cinco aros que forman la bandera olímpica no pudo brillar, pero esto no empañó el enorme evento.

El momento cumbre fue cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, se presentó: "Declaro inaugurados los XXII Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi", dijo, siguiendo la fórmula protocolaria establecida por el COI para los Jefes de Estado del país organizador.

La inauguración oficial llegó mediada la Ceremonia de Apertura de los Juegos, que se celebró en el nuevo estadio Fisht del Parque Olímpico de Sochi, a orillas del Mar Negro.

La vigésima segunda edición de los Juegos 'blancos' reúne a 6,000 deportistas de 88 países: 87 inscritos oficialmente, más los deportistas indios que compiten bajo bandera olímpica por estar suspendido su Comité Olímpico Nacional.

Vladímir Putin y el Presidente del COI, el alemán Thomas Bach, presencian la ceremonia acompañados en el palco por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y por 65 Jefes de Estado o de gobierno y responsables de organismos internacionales, una cifra récord, según los organizadores.

Entre los asistentes no figuraron, sin embargo, los presidentes estadounidense, Barack Obama, el francés Francois Hollande, o el alemán Joachim Gauck, ni el Primer Ministro Británico, David Cameron, en un gesto considerado como una protesta contra la política rusa en materia de derechos humanos, y en concreto en relación con el colectivo homosexual.

La inauguración comenzó con una niña que narró algunos pasajes de la impresionante historia de Rusia. De manera alfabética, la pequeña le expresó al mundo algunos de los pasajes más interesantes del país anfitrión, un momento que fue espectacular.

Luego se vivió uno de los momentos que más llamaron la atención. La niña apareció en el escenario volando una cometa en medio del estadio, algo hermoso de contemplar. Después recorrió los paisajes de Rusia a través del aire, amaneció, anocheció y las estrellas iluminaron el cielo del estadio Ficht.

Momentos después, unas estrellas formaron los aros olímpicos, sin embargo, faltó una por encender. Este pequeño incidente no opacó la sensacional ceremonia.

Tras concluir la inauguración, las delegaciones participantes comenzaron a desfilar y todos los atletas se mostraron contentos e ilusionados con ganar una medalla para su país.

En la parte musical, Tatu, un dúo de música pop que simuló ser lesvico, una famosa cantante de ópera y todo un repaso a la historia de Rusia fue parte de lo que la audiencia global vio el viernes en la ceremonia.

En una provocativa elección, las cantantes rusas se presentaron ante los 3,000 atletas que marcharon en el Estadio Fisht. Su presentación sorprendió por el contraste que refleja frente al revuelo causado por la ley rusa que prohíbe la "propaganda" gay dirigida a los menores de edad y que se usa para discriminar a los gays. Algunos mandatarios extranjeros y activistas han expresado su rechazo a la ley, con el Presidente estadounidense Barack Obama tomando la decisión de no asistir a la ceremonia y en cambio envió una delegación con varios prominentes atletas gays.

Para Rusia, la Ceremonia de Apertura ofreció la ocasión de exhibir al mundo su identidad post soviética: un país dueño de una compleja historia y que volteó la página a dos convulsas décadas y ahora puede montar una magna cita deportiva internacional.

La ceremonia se enfocó en Rusia y en los ideales olímpicos de deportividad y competencia.

Para la gente que no conoce mucho de Rusia, el director de la ceremonia, Konstantin Ernst, recurrió a "metáforas sencillas", nada como las enfermeras que en los Juegos de Londres representaron al sistema de salud pública. Según Ernst, eso fue uno de los momentos más incomprensibles en la historia olímpica.

Ernst dijo que "Not Gonna Get Us", el tema éxito de Tatu, fue seleccionada porque es una de las pocas canciones del pop ruso que han trascendido en el extranjero.

El grueso del acto dio relieve a la rica tradición de música clásica de Rusia, con presentaciones del pianista Denis Matsuev y la soprano Anna Netrebko a cargo de cantar el himno olímpico.

Ernst también dijo que la canción de Tatu motivará a los deportistas por ser un tema bailable y que estimula la competencia.

Con información de AP y EFE