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Jugar en España gracias a Internet

BUENOS AIRES -- Jordi Pascual, argentino, salteño, de 19 años, 1 metro 87 y 80 kilos, delantero centro goleador, anota su primer tanto con la camiseta del Girona. Es en un partido amistoso del filial, el Girona B, ante el Llagostera B. Se trata de la primera vez que viste la camiseta de su nuevo equipo, al que arribó por medio de uno de esos pequeños milagros tecnológicos de la era de Internet.

Es que Jordi, nacido el 17 de mayo de 1994, descendiente de catalanes, ganó un concurso organizado por la red social Fieldoo.com, una especie de Facebook para futbolistas, intermediarios y entrenadores, que organizó un desafío en asociación con una agencia de representación para llevar a un futbolista a una prueba europea.

Se lo llamó "Minguella Challenge", porque el representante involucrado fue Josep María Minguella, quien llevó a Lionel Messi a firmar su primer contrato con el Barcelona y quien, además, representó a jugadores de la talla de Romário, Rivaldo, Maradona o Guardiola.

"Un amigo me insistió para que me metiera en la red social. Yo al principio no sabía ni que existía pero entré, me hice una cuenta. Ahí ponés tus estadísticas y podés ver ofertas de mercado, representantes o clubes que buscan delanteros... En una de las pestañas vi que había un desafío para jugadores. Vi el nombre de Minguella, que era un nombre que yo conocía porque fue el que llevó a Messi a Europa, así que me anoté", cuenta Jordi, en diálogo con ESPN.com.

"Yo estaba jugando en Gimnasia y Tiro, y pasé una serie de etapas hasta llegar a la prueba en Europa. Eso sí: nunca me vieron jugar a la pelota. No tuve ni una prueba, nada. Fue todo a través de Internet", relata el joven, que hace apenas tres semanas arribó a Cataluña y que cuenta con pasaporte europeo.

"En total nos inscribimos unos 5 mil chicos que tuvimos que ir avanzando de a fases. Primero tuve que mandar mis números, unas fotos y un video. Era un compilado con mis mejores jugadas en Gimnasia de Jujuy, el club en el que estuve antes de volver a Salta. Eso lo estudiaban los de la página y los representantes involucrados en la elección del futbolista. Cuando pasé esa etapa me pidieron un partido completo, los 90 minutos. Les gustó y quisieron que mandara otros dos o tres paridos enteros", recuerda.

"Después de eso tenía que enviarles una entrevista. Un amigo me filmó diciendo cómo empecé en el fútbol, por dónde pasé y dónde me gustaría jugar, esas cosas. La última evaluación fue una charla con Skype con los 'jurados'. Me dijeron que estaban interesados y me dieron la oportunidad de dar una prueba en España. Me mandaron un pasaje y me probaron junto a otro chico, un defensor esloveno que también había llegado a esa misma fase. Me fue bien, y acá estoy", cuenta.

Su camino en el fútbol fue muy rápido en los últimos cuatro años. Dice que se lo empezó a tomar en serio cuando tenía 15. Después de hacer las inferiores en Central Norte, pasó un año en Francia como estudiante de intercambio. Allí terminó el colegio y jugó para el Villeneuve D'Asq y el Lille. "En un par de entrenamientos me enfrenté con Hazard, con Gervinho y con Ramis. Jugaban al 10 por ciento de su capacidad e igual te pintaban la cara", confiesa.

A su regreso, se probó en Boca y llegó a completar una pretemporada con la cuarta del Xeneize, donde se entrenó a la par de algunos juveniles que hoy pueblan el plantel de Bianchi como Francesco Celeste o Dylan Gabli. Lo llamaron desde Gimnasia de Jujuy, donde militó hasta quedar libre en 2013. De allí aterrizó en Gimnasia y Tiro. "Para no quedar parado", explica. Y ahora, llegó a España.

Además parece estar en la zona indicada del país ibérico. "Me gustaría jugar en Espanyol. Mi abuelo era hincha y sería un sueño para mí. En Argentina soy de San Lorenzo y también se lo debo a mi abuelo, que se hizo hincha cuando el Ciclón estuvo de gira por Portugal y España en los años '40. Se tuvo que ir con sus dos hermanos en la Guerra Civil, y se llevó el cariño por los colores".

La prueba fue en el club Llagostera y duró cinco días: del 7 al 11 de enero. "Pasó todo muy rápido. Entre navidad y año nuevo estaba en Argentina, me mandaron el pasaje, viajé el 2 de enero, el 3 estaba en Barcelona y estuve hasta el 6 recorriendo un poco la ciudad. El 7 arrancó la prueba. Les gustó mi rendimiento, pero no tenían plata para contratarme, así que la gente de Fieldoo, junto a la agencia, me dieron una ayuda económica para que me pudiera quedar", revela.

"Hasta final de temporada me voy a quedar en el club -dice-. Tengo la ficha para jugar en el club filial. Hace poco más de un mes que estoy en Europa y apenas dos semanas que llegué a Girona", cuenta. Lejos del glamour, está viviendo en un departamento compartido junto a otros tres estudiantes mientras se adapta a su nueva ciudad. "Es chiquita pero hay de todo. Y la gente habla más que nada catalán, voy a tener que aprender", se resigna.

Se define como un nueve goleador, al que también que disfruta de aguantar la pelota de espaldas para que lleguen los volantes pero también busca ir a cabecear. "Me gusta mucho el juego de Higuaín y mi ídolo es el gordo Ronaldo. De chico jugaba con los botines y la camiseta de él, me quedó marcada la imagen de ver los partidos de él con la camiseta del Madrid. Y también Zidane pero nunca tuve tanta clase como él".

Hasta ahora, el hombre de la red social parece estar cumpliendo: un partido, un gol. "Pero era un amistoso", se ataja. Y cierra con el discurso esperanzador que corresponde a una etapa que comienza: "Ahora me tengo que matar para ganarme un lugar. Hace tres meses que no me entreno seriamente y tengo que ponerme en forma. Ya conseguí la chance de mostrarme. Ahora depende de mí".

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