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Schaefer: La más esperada renuncia

La cercanía entre Floyd Mayweather y Richard Schaefer es de todos conocidos Getty Images

No por esperada, la renuncia de Richard Schaefer como CEO de Golden Boy Promotions ha dejado de sacudir al ambiente del boxeo de primer nivel y se ha transformado en la gran noticia del día. La noticia que muchos fanáticos esperaban y que necesariamente, marcará un antes y un después. Y ese después, debemos mirarlo como una gran esperanza de que muchas cosas que están mal, comiencen de una buena vez a estar bien.

Pero concentrémonos en el impacto de la noticia. ¿Por qué renunció? ¿Qué factores habrán incidido? ¿Qué ocurrirá a partir de ahora con Golden Boy Promotions, con su competidora Top Rank, con la cadena Showtime, con su competidora HBO? ¿Qué hará ahora Schaefer, un promotor influyente aún fuera de la conducción de Golden Boy Promotions?

Sobre la razón de la renuncia, muchos ya especulábamos con esa posibilidad teniendo en cuenta el abrazo de la paz que ya se han dado los principales de Golden Boy Promotions (Oscar de la Hoya) y de Top Rank (Bob Arum) Schaefer era una piedra en el zapato a ese acercamiento y esencialmente un obstáculo que impedía terminar con lo que las grandes promotoras ya no pueden soportar por más tiempo: el distanciamiento.

Ese divorcio que impide las grandes batallas que reclaman todos los fanáticos tenía en Schaefer a su mayor responsable. Algo por el mismo reconocido. Schaefer no quería saber de ningún acercamiento con Top Rank. Tozudamente insistía en que no lo necesitaban. Esa actitud era obvio que no tenía ni futuro ni asidero. ¿Pero habrá sido la razón única de la renuncia? No lo creo.

Considero que lo anterior empujó su liderazgo hacia el despeñadero, pero me juego los boletos a que los bajos números que en el PPV pudo haber logrado la pelea Mayweather-Maidana fueron la gota que desbordó el vaso. Llamativamente sobre lo recaudado en esa pelea hay un silencio total y absoluto, lo que hace crecer la presunción previa y posterior de que todo fue un fracaso. Y ante las enormes pérdidas, se hace insostenible el capricho de mantener este estado de cosas.

Las grandes cadenas de TV y en especial Showtime, necesitan peleas de cartel. En resumen, necesitan poner en pantalla las peleas que quiere la gente y no las que dictan los campeones de papel, "eligiendo a rivales ganables".

La salida de Schaefer despeja definitivamente el camino hacia ese ansiado escenario, pero también ayuda a que las promotoras mantengan su hegemonía frente al crecimiento del "factor Al Haymon". El enigmático, misterioso y millonario promotor ha sido el gran ganador de la pelea entre Top Rank y Golden Boy Promotions. Él interpretó a la perfección la frase "a río revuelto ganancia de pescadores" No solo incrementó su establo con boxeadores de las promotoras, también comenzó a decidir carteleras y establecer su influencia en el rumbo del boxeo actual.

Curiosamente, Schaefer nunca ocultó su cercanía con Haymon y en cierto modo ayudó a su crecimiento compartiendo promociones entre ambas empresas, como la última de Floyd Mayweather por ejemplo. No sabemos si el fracaso de esa cartelera haya operado como un cortocircuito entre bambalinas, pero sospecho que algo de ello ayudó a la renuncia de Schaefer.

¿Y el futuro? Por un lado es de esperar que Schaefer se aproxime al grupo de Haymon. Al menos es una posibilidad, sin embargo no creo que sea un paso inteligente hacerlo tan pronto. Lo que sí es algo seguro, es que el nuevo CEO de GBP será un dirigente con otro estilo de trabajo y en sintonía con los deseos de Oscar de la Hoya para romper las diferencias y trabajar con Top Rank.

En resumen, es imposible hacer futurología sobre lo que ocurrirá ahora con el boxeo de elite sin la influencia de Richard Schaefer, pero no tengo ninguna duda de que su salida, obligada o no, de la dirección de Golden Boy Promotions es un paso correcto en la dirección correcta. Y por sobre todas las cosas, está confirmando que Oscar de la Hoya no nos soltó un discurso vacío cuando aceptó que "hay que darle al fanático lo que el fanático quiere: las mejores peleas".

Gracias Oscar.