Jeffri Chadiha 10y

Los Pittsburgh Steelers trabajan para recuperar su personalidad ganadora

PITTSBURGH -- Los Pittsburgh Steelers están haciendo algo en este receso de temporada que debió suceder antes. El juego terrestre es más fuerte. La defensiva es más joven. Y lo más importante, la creencia de que su imagen obreril ha permanecido intacta a través de los años ha desaparecido. En lugar de depender sobre una reputación caduca, los Steelers lucen serios sobre recuperar su agresividad.

Es una visión bienvenida para un equipo que ha caído a la mediocridad a lo largo del último par de temporadas. Hay muchas razones por las cuales los Steelers no se han metido a los playoffs desde el 2011, pero la mayor es su personalidad: han perdido el elemento físico que siempre los hizo un equipo de temer. Un club que fue conocido por su habilidad de dominar a los rivales con un ataque terrestre incansable y una feroz defensiva se había convertido en un dependiente del brazo del mariscal de campo Ben Roethlisberger. También habían sucumbido ante lesiones y edad, y la inconsistencia se volvió demasiado común en la Ciudad del Acero.

La buena noticia aquí en la temporada baja de Pittsburgh es que quedó de manifiesto que la directiva no está cegada ante los hechos. El mismo equipo que invirtió una selección de segunda ronda en el imponente corredor Le'Veon Bell la temporada pasada firmó a otro corredor de características similares, LeGarrette Blount, en la agencia libre. El ex entrenador en jefe de los Tennessee Titans, Mike Munchak, fue firmado para dirigir a la línea ofensiva, un área donde ranquea entre los mejores de la liga. La defensiva también recibió su inyección de juventud, con el draft de este año redituando en el apoyador interno Ryan Shazier y el ala defensiva Stephon Tuitt.

Todos estos movimientos son críticos porque hablan de un sentido de urgencia. Los Steelers estaban cayendo en ese círculo vicioso que puede victimizar a las franquicias de élite si no son cuidadosas. Entre más títulos disputaron en años recientes, más perdieron de vista quiénes eran en lo fundamental. Se trata de un equipo que siempre ha lucido mejor empleando la misma estrategia --juego terrestre dominante y defensiva agresiva-- una filosofía que acaba de ganar un Super Bowl para los Seattle Seahawks. Alineaciones de cinco receptores abiertos y días de 400 yardas por aire nunca hicieron tan peligrosos a los Steelers como cuando simplemente pasaban por encima de sus oponentes semana a semana.

Todo lo que hay que saber acerca de los sufrimientos recientes de los Steelers es el estado debilitado de su ataque terrestre. No han tenido a un corredor de 1,000 yardas desde que Rashard Mendenhall alcanzara esa marca en el 2010. La temporada pasada, promediaron 86.4 yardas por encuentro, empatados con los Cleveland Browns en el lugar N° 27 de la NFL. Bell, con sus 6 pies y 1 pulgada de estatura y 244 libras de peso mostró potencial --acumulando 860 yardas y ocho touchdowns tras perderse los primeros tres encuentros de su campaña de novato-- pero hablamos de un equipo que se fue 22 duelos sin un jugador registrando 100 yardas a ras de tierra (Bell rompió la racha en la Semana 16).

La llegada de Blount da a Pittsburgh una potente combinación 1-2 de corredores. Con 6 pies de estatura y 250 libras de peso, elevó al juego terrestre de los New England Patriots a finales de la temporada pasada. Usado como jugador de rol durante la mayor parte de la campaña, Blount tuvo una actuación de189 yardas en un triunfo de final de temporada sobre los Buffalo Bills, y una actuación de 166 yardas y cuatro touchdowns en una victoria de playoffs sobre los Indianapolis Colts. Aún si no es la segunda venida de Earl Campbell, su presencia facilitará la vida al coordinador ofensivo Todd Haley, quien fue firmado hace un par de años para devolver el estilo agresivo a la ofensiva.

La clave principal será, claro está, mantener intacta a la línea ofensiva de Pittsburgh. La capacidad de Munchak será importante, pero también lo será mantener a los cinco titulares sanos por la totalidad de la temporada. Los Steelers han iniciado más de 30 combinaciones diferentes de línea ofensiva a lo largo de los últimos cuatro años, y el centro de Pro Bowl, Maurkice Pouncey, se destrozó la rodilla en el primer encuentro de la campaña pasada. Si la unidad se mantiene sana, sin embargo, todo cambia positivamente, incluyendo una defensiva que se estrelló contra su propio muro en el 2013.

Había sido impresionante ver al coordinador defensivo Dick LeBeau producir unidades constantemente dominantes, pero la escuadra del año pasado era particularmente débil en contra de la carrera --N° 21 en la liga-- y proclive a ceder jugadas grandes por aire. Pittsburgh también ranqueó N° 13 en defensiva total y N° 14 en puntos permitidos. Tomen en cuenta que los Steelers Steelers no habían terminado fuera del Top-10 en defensiva total desde 1999. Habían sido la mejor unidad de la liga en cinco ocasiones desde que LeBeau retornara como coordinador en el 2004 (ostentó el mismo cargo con el equipo desde 1995-96).

Parte de la decaída fue el simple resultado de que el tiempo alcanzara a esta franquicia. En la pasada temporada baja, el equipo se despidió de los estelares veteranos James Harrison y Casey Hampton. Este año, la salida de más nombres importantes --en específico LaMarr Woodley, Brett Keisel, Larry Foote y Ryan Clark-- deja más preguntas sobre quién dará el paso al frente y pondrá el liderazgo. Por mucho que este equipo se haya montado sobre Roethlisberger a la ofensiva en años recientes, la confiabilidad de la defensiva había sido vital para mantener a los Steelers relevantes.

Las esperanzas de mejoría de Pittsburgh lucen mucho mejor hoy que en el mismo punto de la temporada baja pasada. Shazier ha sido tan impresionante que ya se ha ganado un puesto titular, algo que no sucede muy a menudo para un novato en una defensiva de los Steelers. La selección de primera ronda del año pasado, el apoyador externo Jarvis Jones, podría estar listo para convertirse en el siguiente cazamariscales dominante del club. El apoyador interno Lawrence Timmons ya es uno de los defensivos más subvalorados en la liga. Sumen al ala defensiva Cameron Heyward --quien tuvo una campaña de destape en el 2013-- y el recién firmado profundo Mike Mitchell --quien hiciera lo mismo con los Carolina Panthers la temporada pasada-- y hay bastantes puntos positivos además de un profundo estelar de 33 años de edad llamado Troy Polamalu.

Los Steelers hoy no lucen como un equipo que está a punto de seguir en un estado preocupante donde el 8-8 es la norma. Tienen la posibilidad de pensar en volver a meterse en los primeros planos de la AFC. No es como si esta conferencia estuviera repleta de equipos talentosos al momento. Aparte de los Denver Broncos y Patriots, no hay otros clubes que puedan definirse como de la élite.

Los Steelers no deben conformarse con quedarse en medio del pelotón mientras le vuelven a dar forma a su plantilla. La historia es demasiado fuerte y las expectativas son demasiado altas. Ya han tomado grandes pasos en la dirección correcta con un puñado de sabias decisiones de personal en el receso de temporada. El siguiente salto es mantenerse apegados a su plan aparente, uno que depende de que regresen a ser quienes realmente son.

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