RESISTENCIA -- De un año a ésta parte, mucho cambió en Los Pumas. Por empezar, el entrenador no es el mismo. Santiago Phelan se despidió antes de encarar la ventana de noviembre y su reemplazante fue Daniel Hourcade, un hombre que ya trabajaba en la UAR desde 2010. Su apuesta fue diferente. Y encaró un proyecto a mediano y largo plazo, que sin dudas pegó de lleno en el armado del plantel del seleccionado.
En junio del 2013, Tati hizo una convocatoria con un mix de Pampas, jugadores que se desempeñaban en Europa y algunos que habían vuelto al país como Felipe Contepomi, Julio Farías y Gonzalo Tiesi, quienes habían terminado sus contratos en el viejo continente. La modalidad de trabajo fue como siempre ocurría para la ventana de junio: juntarse un lunes para jugar un sábado.
Así fueron citados con presente europeo, y muchos sin tanto rodaje en la temporada, Pablo Henn, Francisco Gómez Kodela, Benjamín Urdapilleta, Martín Bustos Moyano, Belisario Agulla, Esteban Lozada, Maximiliano Bustos y Guillermo Roán. De los 28 de Phelan, sólo 13 del país. El 46 por ciento del plantel no era del PlAR.
Encima sin poder citar a los convocados de Europa para el Rugby Championship, la ecuación era peor. Y el resultado lo demostró. No había un equipo armado, sino una suma de individualidades. Goleadas ante Inglaterra, que no contaba con sus figuras de viaje con los British & Irish Lions por Australia, en Salta por 32-3 y en Vélez por 51-26. Y victoria ajustada contra Georgia por 29-18.
Hoy, cambió. Ya no hay "europeos" en junio, salvo los que decidieron volver al país pero con la cabeza puesta en seguir hasta el Rugby Championship. El mensaje de Hourcade fue claro y repitió en varias oportunidades que su deseo era que empiecen a volver, con la mira en el Mundial de Inglaterra 2015, pero también con el Super Rugby 2016 como escenario real. Cumplieron con su pedido Nicolás Sánchez, Gabriel Ascárate, Joaquín Tuculet, Lucas González Amorosino, Benjamín Macome y Nahuel Tetaz Chaparro.
Y de ese primer plantel de 31 citados para los tests con Irlanda y Escocia, 23 eran del PlAR. Es decir, un 74 por ciento. Y de los 23 elegidos para el choque del sábado en Chaco, 16 estuvieron en tierras australianas allá a principio del año. Los porcentajes cambiaron. Un dato no menor: de una ventana a la otra repiten sólo nueve.
Del plantel de junio de 2013 hubo sólo siete en el Rugby Championship pasado. Si bien no está la nómina de Hourcade para el próximo, de Europa sólo convocó 13. Phelan, hace un año atrás, había asegurado la presencia de 21 a esta altura. Hay muchas más vacantes abiertas con el Huevo que con Tati. Estos tests son una verdadera prueba para los jugadores para saber dónde están parados.
Pero no sólo el proyecto se trata de nombres. También se modificó la preparación. Antes de estos partidos con Irlanda, Hourcade pudo darle minutos a sus elegidos en la Consur Cup contra Chile y Uruguay, y en un amistoso con Sudamérica XV. Es verdad que no son rivales de la jerarquía del campeón del Seis Naciones, pero un equipo Puma tuvo rodaje. No fue juntarse un lunes, sin conocerse, para enfrentar a un poderoso contrincante. La primera línea Noguera Paz-Cortese-Herrera formó junta en la Pacific, Carizza y Lavanini ya compartieron plantel Puma, la tercera línea De la Vega-Báez-Macome ya estuvo en ventanas anteriores. Landajo y Sánchez no sólo estuvieron en el título del 2011 con Pampas en Sudáfrica, sino que también hasta fueron dupla en el Rugby Championship. En los backs, también hay un conocimiento previo.
Al plantel Pampa, Hourcade le sumó experiencia de jugadores con un Mundial encima como Manuel Carizza, Nicolás Sánchez, Lucas González Amorosino y con roce internacional como Benjamín Macome, Joaquín Tuculet y Gabriel Ascárate. Nada garantiza un resultado positivo contra Irlanda, en Resistencia. Pero está todo dado para que no vuelvan a ocurrir dolorosas derrotas como hace exactamente un año. Hay un proyecto fuera de la cancha y tiene que empezar a dar sus frutos dentro.