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Por unas libras de más

NUEVA YORK -- The Theatre estalló cuando apareció Miguel Cotto. Totalmente poblado por puertorriqueños -casi dos mil, más unos diez españoles y algunos argentinos-, el ámbito se estremeció con la aparición del aspirante al campeonato mundial de peso mediano. De la misma forma, se llenó de silbidos y abucheos cuando, luciendo sonriente y hasta provocador, apareció Sergio Maravilla Martínez.
Detrás del show, el detalle fundamental, el peso de los boxeadores. Cotto, el primero en subir a la balanza, registro 155 libras, o sea 70,390 kilos. A su vez Martínez -quien se desvistió lentamente, como para hacerse esperar, a tal punto que hasta se entretuvo ordenando sus zapatos deportivos- registro 158 libras y 3 cuartos, o sea 72,072 kilos, casi medio kilo menos que el límite de su división,72,574 kilos.

¿Quién sale beneficiado, si es que alguno lo logra? Dio la impresión, para la gran mayoría, que Cotto estuvo demasiado abajo en el peso, quizás para lograr mayor velocidad; sin embargo, reconoció que ni el mismo esperaba estar en ese kilaje.

No faltaron quienes, a su vez, lo notaron al boxeador argentino con el rostro muy enjuto, pero "producto no del sufrimiento, sino de la exigencia", como nos comentó el prestigioso especialista Gustavo Zamudio, titular de www.alaveradelring.com.

Y coincidimos con el colega en el detalle: sí, claro que se notó el esfuerzo en el argentino, pero eso es prácticamente habitual en él, quien a los 39, llega con toda justeza al límite de la división (en este caso, estuvo casi medio kilo abajo, o sea que tuvo paño, todavía, como para pesar un poco más).

De esta forma, el análisis inicial dice que este sábado, mientras el argentino podrá subir unos seis kilos, llegando así a los 78, Cotto no podrá trepar a más allá de los 75, por una cuestión elemental; su contextura física, con 1,70m, es más de un welter o de un superwelter chico, que de un peso mediano.
En cambio, Martínez, quien mide 1,78m, viene de pelear como mediano junior. Y, a los 39, es un mediano casi natural, sobre todo por su estructura física. Se mencionó varias veces que el límite fue de 159 libras, por lo que Martínez pudo haber cumplido con la exigencia que, de todas maneras, tampoco le debería provocar demasiados problemas desde el viernes al sábado a la noche. De la misma forma, que la eventual utilización o no de una banda elástica en la rodilla, no tendría incidencia alguna en la pelea, puesto que no agrega ni quita demasiado...

Lo cierto es que si el equipo de Cotto hizo hincapié en el kilaje del argentino o la utilización de la banda elástica, se puede inferir que buscaron más el problema sicológico que el real.

Y todo esto porque, en la práctica, Maravilla Martínez es estructuralmente más grande que Cotto, por lo cual tiene ventajas físicas indiscutibles, que solamente se pueden alterar en el caso de que la rodilla no funcione... Y todo hace pensar, a esta altura, faltando tan poco para el combate, que el tema de la rodilla no parece ser demasiado preocupante. Sobre todo luego de haberlo visto el jueves a la noche haciendo ejercicios varios y pivoteando permanentemente sobre sus rodillas...

Martínez, más alto, más fuerte, más enérgico y con el aditivo de su condición de zurdo y de boxeo poco ortodoxo, es para nosotros el gran favorito. Si la rodilla juega entonces un papel predominante en el combate será otra cuestión. No tenemos poder de adivinación. Estamos palpitando a circunstancias óptimas.

¿Qué puede aportar Cotto? Todo su estilo ordenado y de ataque, su tremendo corazón, sus poderosos ganchos al cuerpo, su capacidad para cortarle los espacios al argentino. No olvidar que en su última pelea, cuando le ganó a Edwin Rodríguez, no tuvo un oponente que lo pusiera realmente en apuros, como lo hiciera, en cambio, Austin Trout. Esa noche, Cotto no aceptó la derrota ante un hombre de un sólido boxeo defensivo.

Será motivo de mayor análisis en una próxima entrega, pero algo quedó en claro en el pesaje y es que la diferencia física entre ambos, por si hacía falta subrayarla, es notoria. Diferencia que incide en la potencia también, porque no es lo mismo conmover a un boxeador de la misma categoría que a uno mayor. Cotto, que no es un noqueador explosivo, tendrá dificultades para estremecer a Martínez. El argentino, a su vez, más allá de aquel nocaut espectacular logrado ante Paul Williams, es un demoledor que lastima round por round. Cotto, quien seguramente buscará la pelea, tendrá que soportar los contragolpes del argentino.

Dejamos una sola pregunta para el final de esta nota, o para el comienzo de la próxima: ¿Qué podría ocurrir si en lugar de ser Cotto el que asuma la iniciativa, lo hace Martínez? Cotto, acostumbrado a ser el atacante, podría estar en problemas estratégicos. ¿Es una posibilidad? Será para analizarlo más tarde, antes de que suene la primera campanada.