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Spurs terminó con desazón el J2

SAN ANTONIO -- San Antonio Spurs dejó escapar una oportunidad de oro para colocar la serie 2-0 ante Miami Heat. Varios errores propiciaron que la balanza se decantara a favor de los miamenses, que fueron capaces de mejorar la intensidad defensiva con respecto al primer partido de las Finales, algo que complicó mucho las cosas a los texanos.

Los Spurs perdieron menos balones que en el primer partido (11 con respecto a 23), sin embargo la movilidad no fue la adecuada ante unos oponentes que aprendieron la lección para contener los ataques rivales.

"LeBron hizo un gran trabajo con la pelota, nosotros estábamos obligados a ser perfectos en ataque y no lo conseguimos", afirmó Gregg Popovich al finalizar la cita. "No sacamos ventaja en muchos aspectos, tomamos malas decisiones. La pelota se quedó pegada. Lo intentamos, pero no jugamos como grupo. Lo hicimos de manera individual y no somos lo suficientemente buenos para hacerlo", declaró.

Y es que las filosofías de juego del Heat y Spurs se contraponen. Mientras el apartado individual es fundamental en los alumnos de Erik Spoelstra, el juego colectivo es vital para los de 'Pop'. Todas las piezas tienen que casar y según el coach, no lo lograron en el último encuentro.

"Es un juego de 48 minutos y no movimos el balón lo suficientemente bien para ese tiempo. No podemos pretender que un jugador cree todo nuestro juego. Se trata de un esfuerzo de grupo y no lo hicimos", argumentó Popovich.

También fueron clave los fallos en los tiros libres por parte de los Spurs. Entre Tim Duncan y Tony Parker erraron siete lanzamientos desde la línea y cuatro de ellos llegaron en un momento clave del encuentro, cuando restaban seis minutos y medio para el final del encuentro. Aquellos disparos errados pasaron factura en un partido que San Antonio perdió por una diferencia de dos puntos.

"Eso puso mucha presión en todo lo demás. Significa que teníamos que estar perfectos en defensa, no podemos fallar cuatro tiros libres seguidos. O evitas eso o mueres", sentenció Popovich.

La desazón fue la tónica generalizada entre los jugadores y el cuerpo técnico de los Spurs, que se marcharon del AT&T Center conscientes de que la renta podría haber sido bien distinta.

"Fue un día duro el de hoy", expresó Manu Ginóbili (19 puntos y cuatro asistencias). "Estuvimos en un buen punto. Jugamos un partido bueno, no perfecto, pero estuvimos ahí. Lo dejamos escapar. Ahora estamos en una situación difícil porque debemos ir a Miami y sacar un 10. No queremos regresar aquí con un 3-1 abajo, eso sería muy difícil de remontar", afirmó el argentino, que volvió a firmar un buen encuentro, pero no hizo más que rendirse al buen hacer de LeBron.

"Si LeBron se calienta y comienza a meter lanzamientos, puede irse el partido. Pero nosotros estábamos ahí y no ejecutamos bien al final. Fallamos un par de tiros y ellos no. Fue un partido muy ajustado y en los últimos minutos ellos ejecutaron mejor", explicó.