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Los padres definieron los inmortales

CANASTOTA, N.Y. -- Como niños pequeños.

Así lucían Félix 'Tito' Trinidad, Oscar de la Hoya y Joe Calzaghe.
Corrían por el museo y mostraban sus sortijas. Hablaban de sus hazañas y de sus grandes combates. De los días en que entrenaban y de sus preparaciones especiales.

También coincidían en algo muy especial: su lugar en el Salón de la Fama se lo debían a sus padres.

En el boxeo cada día se hace más común ver a los padres en las esquinas de sus hijos.

Y a juzgar por los resultados, parece que esa combinación rinde buenos dividendos.

Félix Trinidad Rodríguez jugó un rol muy importante en la carrera de su hijo Félix 'Tito' Trinidad.
Fue custodio y gran celador de la carrera del triple campeón mundial, y también fue clave en los momentos más difíciles de su hijo arriba del ring.

'Tito' no movía un dedo sin el consentimiento de su padre. Hoy ese respeto continúa.

"Tengo que dejarles saber que todo esto no habría sido posible sin esta persona, mi padre. Esto te lo debo mucho. Esta semblanza y esta sortija es tuya también", dijo un emotivo 'Tito' Trinidad dirigiéndose a su padre en medio de la histórica ceremonia de exaltación.

La figura de Don Félix resultó ser dominante que incluso varios fanáticos recordaban en Canastota las veces que con una fuerte cachetada el también llamado mayor de los Trinidad, lograba traer al ruedo al mejor 'Tito'.

"Fuiste el mejor padre, el mejor entrenador y el mejor manejador. Luchastes para llevarme aquí", añadió el púgil que ganó cinco títulos mundiales, tres de ellos en diferentes divisiones a lo largo de su carrera.

Trinidad Rodríguez tuvo una corta carrera profesional y en una ocasión enfrentó al némesis de Wilfredo Gómez, el mexicano Salvador Sánchez.

De la Hoya quizás no tuvo a su padre Joel De la Hoya en su esquina en todo momento como lo tuvo Trinidad, pero sí fue piedra angular en la gran trayectoria de quien luego de ganar el oro en Barcelona 92' fue bautizado como el 'Golden Boy'.

"Gracias a mi padre, por hacerme peleador. Por gracias a él llegue al boxeo. Recuerdo los días en que nos levantábamos temprano a correr largas millas. A él le debo hoy quien soy", aseguró.

Joel fue el soporte de Oscar cuando Cecilia González De la Hoya, madre del púgil, falleció víctima de cáncer en 1990, dos años antes de su gran gesta olímpica.

De la hoya conquistó ocho coronas mundiales, seis de ellas en diferentes divisiones. Joel fue boxeador amateur.

Calzaghe, uno de los pocos púgiles que han logrado sellar su carrera de forma invicta (46-0 y 32 KO's), también tuvo el mismo común denominador de Trinidad y De la Hoya. Su padre Enzo Calzaghe fue quien en lo encaminó en el boxeo.

"A mí me gustaba el fútbol o el 'soccer' como le dicen aquí en los Estados Unidos", dijo Calzaghe. "Lo jugaba hasta en los días de invierno sin importar la temperatura. Pero mi padre vio algo en mí. Vio que era bueno con las manos. Que tenía talento. Gracias a él estoy aquí".

Enzo, un italiano radicado en Gales, guió a Joe durante toda su gran carrera.

"La figura de los padres en el boxeo es muy importante", reconoció el también miembro del Salón de la Fama, el ex referí Joe Cortez.
"Ha ayudado en el desarrollo de estas leyendas".

Joel De la Hoya, Félix Trinidad Rodríguez y Enzo Calzaghe, estuvieron presentes en la exaltación de sus hijos. La emoción de haberlos guiado hacia el sitial más grande en el deporte los dejó sin palabras. Cumplieron su misión.