Bruno Altieri 10y

Diario de las Finales NBA: 12 de junio

LA FOTO: Todos a sus órdenes

EL ANÁLISIS: Todo pasa por la ejecución

Por Bruno Altieri, enviado especial

MIAMI -- En la actual edición de las Finales de NBA entre Miami Heat y San Antonio Spurs, Erik Spoelstra siempre fue quien tuvo la iniciativa en el duelo de ajedrecistas frente a Gregg Popovich.

La presencia de un jugador sobrenatural como LeBron James, híbrido multiplataforma por excelencia en NBA, le permitió al entrenador del Heat desarrollar un plan de juego diferente a lo habitual, utilizando a LeBron como falso ala-pivote y a Chris Bosh como falso centro. ¿Qué queremos decir con este concepto de "falso"? Simplemente que figuran en esa posición pero que en realidad son perimetrales disfrazados de internos.

En el Juego #3 de la serie de Finales, los Spurs lograron quebrar la muñeca del Heat a partir de su agresividad. Los ataques con determinación hacia la zona pintada abrieron huecos para los tiradores, el incremento de velocidad impidió que el Heat estableciera con facilidad su defensa perimetral de excelencia, el juego sin balón de San Antonio mejoró mucho y la ejecución, sin dudas, fue diferente.

"Logramos imponer nuestro juego en ese primer tiempo. Ahora debemos manejar nuestra ansiedad para poder llevarnos el segundo juego en Miami. No vinimos a robar uno, vinimos a tratar de ganar los dos", señaló Manu Ginóbili a ESPN.

En definitiva, todo pasa por la ejecución. Para ambos equipos. En este momento, muchos apuestan a que Spoelstra debe cambiar algún punto clave considerando lo ocurrido en el Juego 3, pero ¿por qué hay que ser tan drásticos? La lógica indica que el cuerpo de entrenadores de Miami buscará recuperar lo que hicieron en el Juego 2, cuando le arrebataron la localía a los Spurs gracias a un LeBron James dominante. Y eso radica en la mejora de la ejecución para llegar al objetivo, no en el cambio radical de libreto.

Los ojos del mundo, el jueves por la noche, estarán puestos en LeBron: cada vez que Miami perdió un partido de postemporada, su estrella regresó con un nivel fantástico. En los 13 partidos de playoffs que sucedieron a una derrota, James promedió 30.2 puntos (393/13), 8.0 rebotes (104/13) y 5.5 asistencias (71/13).

De todos modos, más allá de James, los Spurs deberán mantener su hoja de ruta para evitar que la defensa del Heat alcance su pico máximo. Cuando la ofensiva de San Antonio se paraliza, Miami absorbe esa debilidad y la transforma en fortaleza: provoca pérdidas de balón y corre hacia el otro costado con las turbinas encendidas. Esto, cuando ocurre, es puro veneno para el conjunto de Gregg Popovich.

Se tratará, en este duelo de inteligencia y destreza, de imponer cada uno su ley. El Heat jugando de afuera hacia adentro y los Spurs alternando perímetro y pintura, evitando depender en exceso de ponerle el balón en el poste a Tim Duncan, Tiago Splitter y Boris Diaw para jugar adentro-afuera. Si los cortes hacia el aro son veloces, si el balón se mueve con fluidez, los Spurs encuentran tiros cómodos y todo es más sencillo. Eso es lo que buscará el equipo de Texas y lo que intentará evitar el conjunto de Florida.

Los ajustes de parte del Heat, entonces, llegarán desde la ejecución. En la mejora de los procesos. Un cambio de estrategia radical, a esta altura, suena descabellado e innecesario. Será el quinteto pseudo-perimetral en el arranque y el arribo de Chris Andersen, desde el banco, para jugar duro debajo de los tableros cuando haga falta.

El valor del partido de esta noche es trascendental, sobre todo para Miami: nunca un equipo, en la historia de las Finales de NBA, se recuperó de un déficit de 3-1 en Finales (0-31).

"Frente a los Spurs, cualquier error, por más mínimo que sea, te lo hacen pagar", dijo James en conferencia de prensa.

Con este trazado previo, vamos hacia el cuarto juego de las Finales de NBA. Será reacción o confirmación.

Esta noche tendremos las respuestas.

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