MÉXICO - La afición mexicana que vivió el encuentro desde el corazón de la ciudad de México sufrió, gritó, lamentó y se emocionó con cada acción del representativo azteca y el clásico grito cuando el arquero camerunés despejaba no se hizo esperar.
A cada llegada de México el grito era uno solo, al igual que los abucheos ante las llegadas anuladas de Giovani dos Santos, quien hizo dos goles, pero no fueron otorgados por errores arbitrales.
El público mexicano encontró un nuevo villano en la persona del árbitro central Wilmar Roldán, quien apoyado con el juez de línea Humberto Clavijo, ambos de Colombia anularon de mala forma dos acciones claras de gol.
Mientras que la alegría llegó con la anotación de Oribe Peralta, quien en contrarremate abrió el marcador y le otorgó los tres primeros puntos al equipo mexicano.
A pesar del gran error de Javier Hernández, quien estuvo a punto de firmar el 2-0, situación que no minó el júbilo de la afición, se fueron contentos y gritando a sus jugadores, los cuales tendrán su segunda prueba ante Brasil.