Gonzalo Aguirregomezcorta 10y

Buenos días, estás eliminado

Llegó el final de la fase de grupos y los fiascos no se hicieron esperar. Un total de 16 selecciones tuvieron que hacer las maletas antes de tiempo y regresar a casa con un equipaje ligero de ilusiones y cargado de frustración.

Poco se podía esperar de algunas naciones capaces de digerir la derrota con algo más de facilidad que otras, era previsible. Sin embargo, los integrantes de varios equipos todavía se despiertan por la mañana sintiendo que la eliminación del Mundial de Brasil es la pesadilla de una noche de sudores fríos. Y llega ese momento mañanero en el que el frondoso bosque de los sueños se mezcla con la realidad. Ese punto en el que los ojos se abren antes que las ideas, del '¿dónde estoy?' con esa sensación espacio temporal desubicada.

Entonces la crudeza cae con el peso de una estrella estrellada, con la fuerza de un corazón helado que golpea el pecho sin piedad. Y vuelves en ti. Buenos días, estás eliminado. Tus aspiraciones de avanzar en el Mundial de Brasil se han esfumado de manera abrupta. Ni siquiera te ha dado tiempo de hacer la digestión y el jarro de agua fría todavía empapa tu ego minimizado, encogido inexplicablemente por la temperatura extrema de un sinsentido con todo el sentido del mundo.

Porque si no sigues en Brasil es porque te lo mereces. Cristiano Ronlado, Rooney, Balotelli, Casillas, Modric, Costa, Iniesta, Hart, Suárez. Sí, te lo mereces, lo mereces, cada uno a su manera. No será porque no me hubiera encantado verlos en acción hasta el final. Me hubiera conformado con disfrutar de su mejor versión en los octavos de final, cuartos y quién sabe si semifinales o final. Pero hay otros jugadores, otros equipos con más credenciales de conjunto y de juego colectivo que acabaron con sus aspiraciones. Y no hay culpables, sino víctimas.

DE LAS ANSIAS A LA INCAPACIDAD

Ronaldo fue presidiario de su extrema competitividad durante los últimos años. La misma que le llevó a jugar una media de 58.4 encuentros en cinco temporadas en las que ha demostrado una excelencia incuestionable. Pero se olvidó del Mundial de Brasil y su mente de ganador empedernido no le permitió darse cuenta de que a un evento de estas características no se puede llegar con el depósito medio vacío y el chasis golpeado. Ronaldo fue tan víctima de su hambre como Balotelli de su soledad.

El italiano comenzó estupendamente este Mundial hecho a su medida para explotar de una vez por todas a nivel de selecciones. Marcó ante Inglaterra en una victoria (2-1) que apuntaba maneras.

En su primer partido, Italia no solo mostró credenciales suficientes para pasar de la fase de grupos, sino que auguraba un cambio de sistema en el que dejaba atrás esa defensa a ultranza que tanto identificó a los 'azzurris'. El ariete marcó como debía para dejar constancia de que sin un delantero afinado no hay equipo campeón.

Y entonces llegó el encuentro ante Costa Rica, el augurio de la eliminación y el momento en el que Balotelli no fue capaz de brillar. Falló cuando no debía y en un Mundial - donde la capacidad de reacción es mínima - eso supone una condena asegurada. Ante Uruguay y con uno menos era difícil ejercer de artillero de mira afinada. Fue sustituido y su ADN goleador no relució en la batalla que le hizo sucumbir en una guerra perdida en el último suspiro.

LÁGRIMAS DE INGLESES Y ESPAÑOLES

Mientras Bufón hacía de Balotelli en las últimas acciones del Italia contra Uruguay, Inglaterra ya contaba los minutos de la basura ante Costa Rica conscientes de que tenía las maletas listas para salir a Europa por la puerta de atrás. Wayne Rooney fue testigo del peor campeonato del mundo que han disputado los ingleses en toda su historia. Nunca antes habían quedado eliminados como últimos de grupo y habiendo sumado un sólo punto (en 1958 también dijeron adiós sin ganar un partido, pero empataron tres). Y Rooney no pudo evitar el llanto de un delantero que ha marcado 40 goles con su selección, pero que en los tres Mundiales que ha disputado sólo logró una diana (el empate momentáneo contra Uruguay).

Con 28 años de edad, lo más probable es que este sea el último Campeonato del Mundo en el que el inglés participe de manera activa. Pasó sin suerte por Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, y en esta edición le perseguirá la mala fortuna de no haber inquietado la meta de Italia en el primer partido. Fue ahí donde se escaparon muchas de las opciones del equipo.

Otras víctimas de Brasil son los españoles Iker Casillas, Xavi Alonso, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Fernando Torres o David Villa. Todos superan los 30 años de edad y su despedida de la selección ha sido una de las más duras de la cita mundialista (véanse las lágrimas de Villa tras ser sustituido en el último encuentro ante Australia).

España fue una de las primeras selecciones en firmar su sentencia junto a Inglaterra. En su caso, el primer encuentro ante Holanda fue determinante con una derrota (5-1) demasiado dolorosa para los defensores de la Copa del Mundo. Casillas jugó uno de los peores encuentros que se le recuerdan, mientras que Alonso y Hernández no fueron garantes de la velocidad en el toque que caracterizó a esta selección durante un Mundial y dos Eurocopas.

ETO'O, MODRIC Y SUÁREZ

Los casos de Luka Modric y Samuel Eto'o son fruto de las malas compañías y fortunas. Se esperaba más de Croacia, pero se topó con una selección de Brasil ayudada por las decisiones arbitrales y un Tri que fue una auténtica apisonadora.

Modric no fue el jugador con las botas de seda que es en el Real Madrid por la sencilla razón de no estar tan bien rodeado. Lo mismo le pasó a un Samuel Eto'o cuya calidad era infinitamente mayor a la de sus compañeros. Seguramente los despertares fueron duros tras sus eliminaciones, pero algo dentro de ellos les dejaría saber que poco más se podía hacer.

Con mayor o menor capacidad de superación, las figuras de los equipos que han resbalado en la primera fase no tendrán más remedio que erguir sus cabezas conscientes de que la vida continúa más allá del Mundial de Brasil.

El uruguayo Luis Suárez, en cambio, tendrá que superar mucho más que eso. Hasta el incidente con Chiellini estaba firmando una actuación para resaltar. Iba escopeteado, anotó dos goles a Inglaterra y con su expulsión del Mundial, Uruguay queda sin mordiente en ataque. Eso sí es de cargo de conciencia.

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