Carlos Bianchi 10y

Un Mundial que promete más sorpresas en su fase final

BUENOS AIRES -- La lógica y la historia dicen que las semifinales del Mundial ya están definidas: Brasil-Alemania y Holanda-Argentina.

OK, ahora empecemos otra vez: ¿están definidas las semifinales? No, para nada. Los cuatro equipos mencionados arriba son los candidatos lógicos a meterse entre los cuatro mejores. Pero este Mundial ya nos ha entregado varios hechos ilógicos, con lo cual me animo a decir que puede haber sorpresas en todos y en cada uno de los cruces de final.

Tampoco es la historia el factor determinante para decretar la clasificación de nadie. Que lo digan si no Uruguay, Italia e Inglaterra, campeones del mundo relegados, e incluso dos de ellos eliminados, por Costa Rica, que solamente había pasado a octavos una vez, en 1990. O España, que por historia reciente era gran candidato y ya está de vuelta en casa.

El fútbol actual se ha emparejado muchísimo y ya nadie gana ni con los pergaminos ni con la camiseta. Al volverse global, ha hecho mejores jugadores de futbolistas que antes ni siquiera imaginaban llegar a las grandes ligas del mundo. Esa experiencia, volcada en sus países, enriquece su fútbol y lo hace más competitivo.

Hay otro hecho que inclina a no dar ninguna llave por resuelta: la cantidad de goles anotados en lo que va del Mundial. Con ese antecedente, es difícil imaginarse que algún equipo consiga "bajarle la persiana" a un encuentro con un gol. Por suerte, ni el 1-0 ni el 0-0 fueron los resultados más repetidos.

De hecho, muchos de los favoritos han mostrado problemas de funcionamiento defensivo. Tres de los cuatro equipos recibieron dos goles en al menos un partido, y dos de ellos, Alemania y Holanda, a manos de rivales que quedaron últimos en sus grupos. El otro, Brasil, no ha sido tampoco un dechado de virtudes defensivas.

Eso no quita que, en algunos casos, siga habiendo favoritos, pero tendrán que demostrar en la cancha por qué lo son. En un día sin muchas luces, y si su rival está inspirado, esos favoritos pueden terminar despidiéndose sin que nadie se sorprenda.

SABADO SUDAMERICANO...
El arranque de los octavos puede ser una buena prueba de lo que estamos diciendo: Brasil, pentacampeón del mundo y anfitrión, chocará con un Chile que, por historia, pareciera no tener chances.

Pero el presente dice algo muy distinto: Brasil tuvo muchos problemas en vencer a los dos eliminados de su zona y si terminó primero fue solamente por diferencia de gol, por encima de un México que expuso sus debilidades.

Chile tiene las cualidades necesarias para aprovechar también esos puntos débiles. Por empezar, no le tendrá el respeto que suelen prodigarle sus vecinos, ya que Sampaoli seguramente proponga ese juego agresivo y súper ofensivo que vimos en las eliminatorias y en la fase de grupos del Mundial.

Esa transición veloz de defensa a ataque, con laterales y volantes de buena llegada y pegada, puede explotar el talón de Aquiles brasileño, que es la zona que hay entre los últimos cuatro y los mediocampistas de contención. El no tener un clásico volante tapón está dejando desprotegidos a los cuatro de atrás, que individualmente están entre los mejores del mundo, pero que como unidad parecen haber perdido la solidez que tenían antes del Mundial.

El otro duelo continental es de pronóstico imposible: Colombia parece llegar mejor con tres ganados sobre otros tantos jugados, pero Uruguay viene de eliminar a dos peso pesado como Italia e Inglaterra (que dicho sea de paso, deberán reevaluar cómo están haciendo las cosas).

Sin Suárez y sin Falcao, y sabiendo que estos partidos entre viejos conocidos suelen independizarse de los antecedentes, todo augura un duelo cerradísimo.

Lo que sí garantiza esta parte del cuadro es que habrá al menos un semifinalista sudamericano, premio merecido pero quizás escaso para una confederación que metió a cinco de sus seis representantes en octavos.

... DOMINGO DE CONCACAF
La segunda jornada tendrá en cada duelo a una selección de la otra confederación con alto porcentaje de clasificados: tres de cuatro, mucho mejor que los seis de 13 de Europa, los dos de cinco de Africa o los cuatro eliminados sobre cuatro participantes de Asia.

En primer turno, México irá por el objetivo que hace varios Mundiales lo desvela: el famoso quinto partido. Enfrente tendrá a uno de los equipos que llegó sin hacer tanto ruido pero que de a poco sacó chapa de candidato: Holanda.

La historia, más el tremendo poder de gol que demostró en la fase de grupos, ponen a esta Holanda más defensiva que armó Van Gaal como favorita. Pero México necesita, como tantas veces dijimos, confiar en sus propias fuerzas. El gran partido jugado ante Brasil y la paliza que le propinó a un rival directo como Croacia deberían servirle al Tri de muestra de que puede enfrentar de igual a igual a cualquier selección.

Herrera deberá evitar cederle los espacios que tan bien aprovecha esta Holanda fría, calculadora, que espera bien armada atrás para luego salir disparada. Chile lo consiguió por momentos; México tiene el talento individual y la disciplina colectiva como para hacerlo.

También tiene las armas para neutralizar y lastimar a Holanda: atrás los mexicanos se mueven con orden y rapidez como para no regalarle nada a Van Persie, Robben y compañía. Y del medio para adelante sus hombres tienen buen trato de pelota como para inquietar, sobre todo a medida que corra el reloj en la calurosa Fortaleza.

Me repito: el día que los futbolistas mexicanos tengan tanta fe en sus posibilidades como quienes los vemos de afuera, el Tri hará algo grande. Ojalá haya llegado ese momento.

Luego será el turno de dos equipos que, de antemano, hubieran firmado meterse en esta instancia y hoy se ven ante una posibilidad irrepetible de meterse, al menos, entre los mejores ocho del mundo. También es difícil hablar de favorito, pero da la impresión de que Grecia, con solamente dos goles y una clasificación agónica, es menos hoy por hoy que Costa Rica.

Es que lo de los ticos es único y lo seguirá siendo por varios Mundiales más. Difícil que alguien iguale lo que hicieron: en un "grupo de la muerte" con tres campeones, en el que todos los daban a ellos por muertos antes de jugar, terminaron primeros y sin ser jamás menos que ninguno de los otros tres.

LUNES DE EUROPA V AFRICA
En la tercera jornada es más sencillo elegir a los favoritos. Francia y Alemania parten con ventaja sobre Nigeria y Argelia respectivamente. Pero los dos africanos no tienen nada que perder y apostarán por sus armas, que hasta acá los trajeron.

Nigeria, endeble atrás, compensa con gran potencia adelante, algo que le valió un triunfo clave ante Bosnia y puso en problemas a Argentina. Argelia, con el buen trato de pelota característico del fútbol magrebí, puede hacer transpirar a una última línea alemana que no se caracteriza por su velocidad y que ya la pasó mal ante Ghana.

Claro que estamos haciendo eje en las potencialidades africanas, pero la intención es justamente ver por dónde pueden venir las sorpresas. Francia lució equilibrada y contundente, mientras que Alemania tiene una camada que se caracteriza por el buen trato de la pelota y mucha gente capaz de llegar a posiciones de gol.

Con esos argumentos, en un día normal los dos europeos deberían avanzar, pero este Mundial ya demostró que es mejor no anticiparse.

MARTES DE AMÉRICA V EUROPA
En el cierre de los octavos, habrá dos duelos en los que la opinión general parece inclinarse en exceso por dos candidatos, que a mi entender, no la tendrán nada sencilla.

Argentina sigue siendo mi candidato principal a ganar el Mundial, es cierto. El poderío ofensivo que tiene lo pone un escalón por encima de todos, y como quedó demostrado cuando ingresaron Lavezzi y Palacio, hasta tiene recambio de primera calidad. Y cuando nada funciona, ahí está Messi, que como si fuera a propósito, aparece cuando más se lo necesita.

Pero adelante tendrá un equipo muy ordenado, que viene codeándose con los mejores hace varios años. No por nada fue el único en vencer al campeón España en Sudáfrica 2010. Su técnico es muy inteligente y arma equipos muy equilibrados pero punzantes.

Argentina, como dijimos, cuenta con atacantes de primera y lo tiene a Messi. El problema es qué va a pasar el día en que ellos no consigan ser decisivos. La defensa y el mediocampo todavía no demostraron esa seguridad necesaria para salir a plantarse 20 metros más adelante y solucionar los problemas que sus ases no consiguen resolver.

Ese mismo favoritismo se le adjudica a Bélgica ante Estados Unidos y lo creo excesivo. A Bélgica se lo vio muy bien: una defensa seria, un mediocampo fuerte y creativo a la vez y variantes para desequilibrar arriba.

Pero enfrente tendrá a un equipo incómodo. Estados Unidos hace tiempo que le pelea a México mano a mano el dominio de la CONCACAF y se ha convertido en un habitué de los Mundiales. Se lo vio también muy aplicado en su libreto y podría haber terminado aún mejor en un grupo de por sí complicado. Derrotó bien a Ghana pese a que los africanos les habían empatado cerca del final, dejó escapar una victoria ante Portugal en tiempo de descuento y se le paró de igual a igual a Alemania. Tiene con qué lastimar a una Bélgica que, hasta ahora, ha sido exigida muy poco.

En definitiva, disfrutemos de ocho partidos de pronóstico abierto y en los que, esperemos, se mantenga esta tendencia de buen juego y muchos goles que se ha hecho una sana costumbre en Brasil 2014.

Felicidades.

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