Washington Cucurto 10y

México entró en la historia

BUENOS AIRES -- Buenos Aires se despertó el lunes disfrazada con los colores de México, la algarabía todavía latía en todos los porteños. No era para menos, México había jugado uno de los mejores partidos del Mundial. Por propio mérito, el equipo Azteca se convirtió en la verdadera revelación del torneo.

México mereció ganar, pero Holanda sacó su chapa histórica y dio vuelta un resultado casi imposible. Sin embargo, los argentinos todavía no nos podemos olvidar de este equipo mexicano, ordenado, de gran trabajo y sacrificio en todas sus líneas. Un verdadero campeón.

Pero el fútbol es así, a veces quedan en el camino los mejores y no siempre los que ganan son los más simpáticos.

Los argentinos estamos tristes, la ciudad está vacía, muchos no comprenden cómo pudo escapársele ese resultado al equipo Mexicali. Voy a buscar preguntas y un poco de consuelo a un bar mexicano de la calle Balcarce e Independencia.

Un grupito de mexicanos beben cerveza en silencio, con toda la tristeza del mundo y no es para menos. Todos están convencidos de que México no mereció esa suerte. Me siento en una silla y bebo con ellos.

Cada tanto me atrevo a hacer una pregunta, pero siempre procurando no faltarles el respeto o hacerlos llorar, directamente:

- ¿Holanda es un equipo tan duro?

Me respondieron pensando la respuesta.

- No. Yo creo que los holandeses tuvieron mucha suerte y supieron manejar el partido en los últimos 15 minutos.

- Pero, el partido había sido todo de México.

- Así es, Cucu, pero al final nos metimos muy atrás y los holandeses tuvieron la suerte necesaria para dar vuelta un partido perdido.

- ¿Cuál es la sensación de irse con las manos vacías?

- Mirá alrededor, estamos todos muertos de tristeza y si salís a la calle, te vas a dar cuenta que la ciudad está en silencio. Este partido afectó a la ciudadanía de manera profunda.

- Sí, yo creo que hay algo de eso...

- Vos, como argentino, sabrás que hay formas y formas de perder. Pero cuando te eliminan en un Mundial jugando bien, el dolor es doble.

Era tanta la tristeza esos hinchas "el dolor es doble cuando se pierde injustamente" que decidí salir a la calle para no ponerme a llorar. La ciudad estaba muerta, muy compungida por la dura derrota de nuestros hermanos mexicanos.

¿Cuál será el futuro de este gran equipo? Nadie lo sabrá. Lo importante es que cumplieron, dieron vuelta su propia historia personal que se presentaba complicada. Recordemos que nadie daba un peso por este equipo y se metió todas las críticas en el bolsillo a fuerza de buen fútbol.

Esta selección merece un buen reconocimiento y homenaje en su país. Le jugó a todos de igual a igual y no sólo eso. También les ganó. A los holandeses les ganaron durante los 90 minutos. Sólo el resultado impidió que México no siguiera dando muestras de belleza en Brasil. Escucharon bien, solo el resultado, una tonta tarea burocrática.

Gracias, jugadores mexicanos, por esta demostración de esfuerzo y gran fútbol.

Merecen todo el afecto y el reconocimiento de su pueblo. Es un gran equipo campeón. Desde Buenos Aires, les digo a todos mis amigos mexicanos, ¡qué equipazo la selección mexicana!

¡Viva México, ahora y siempre!

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